LOS ANNUAR

4K 44 3
                                    

-¿Puedo ofrecerle algo de beber?
Los Annuar vivían cerca de la estación Constitución.
La entrada principal daba a un pasillo que comunicaba con los cuartos; al fondo se veia el patio con una parra.
La decoración era típicamente árabe: había caligrafías en casi todas las paredes, un enorme tapiz con un paisaje campestre del Líbano, alfombras y grandes almuhadones bordados. Omar y Alejandro se encontraban en el salón principal, un recinto oscuro con una alfombra que cubría casi todo el piso.
- Escúseme de presentarle a mi mujer. Para ella el regreso de Amira fue una gran alegría, pero tambien una gran conmoción. Temo por su salud.
Por eso prefiero que tengamos esta charla a solas.
Alejandro no terminaba de saber qué hacía allí exactamente. Se había visto arrastrado por Omar hasta su casa. La idea fñde un trabajo inesperado había contribuido porque, si bien contaba con su sueldo estable, siempre estaba corto de dinero.
-Ya le dije que mi hija fue robada cuando era una niña y que recientemente a llegado - dijo Omar, mientras le servía una taza de té-. Ahora le voy a explicar lo que espero de usted, Alejandro. Empecemos desde el principio.
Omar dejo la tetera sobre la mesa. Antes de comenzar a hablar, encendió un cigarrilo.
- Hace dos semanas, mi mujer estaba en el patio regando las plantas y llamaron a la puerta. Abrío y se encontro con una mujer joven que la miraba con expresión desorientada. Le pregunto quién era y qué quería, la joven solo dijo que se llamaba Amira Annuar. Ese era... ese es, perdón, el nombre de mi hija. Mi esposa casi se desmaya al oírlo.
El té no era del gusto de Alejandro, hubiese preferido un mate. Durante unos segundos se dedicó a revolver el té con una cucharita para hacer algo con sus manos.
-¿Y estan seguros de que es su hija?
-Por supuesto que no lo creímos imediatamente; había que comprobar que realmente fuera ella. Yo no hubiese sabido cómo. La última vez que la tuvimos con nosotros era una bebé. ¿Como reconocer a esa niña en una mujer adulta? Pero mi esposa estaba preparada. Las madres son algo especial. ¿Su madre vive, señor Berg?
-No, practicamente no la conocí.
-Cuanto lo siento. Los hombres podemos esforzarnos en ser buenos padres, podemos amar a nuestros hijos mas que a nuestra propia vida y, sin embargo, el amor de una madre siempre sera superior. Zainab no abandonó nunca la esperanza de reencontrarse con Amira. La muerte de nuestra hija hubiese sido menos dolorosa para ella que su desaparición. Vivió torturada por preguntas sin respuestas: ¿estará viva? ¿La habrá criado otra familia? ¿Sabra de nosotros?¿La volveremos a ver? Si no sucumbío a la tristeza fue por que se aferro a la esperanza de que Amira regresaria. Obligo a su memoria a conservar cada seña particular que le sirviera para reconocer a su hija. Y cuando esta joven se presentó, unos pocos minutos después de hacerla entrar a la casa, reviso su cuerpo y encontro las señas que recordaba: una mancha de nacimiento sobre el hombro izquierdo, el pequeño lunar debajo del pezón derecho, los dedos gordos de los pies mas cortos que el resto, las orejas casi sin lóbulos, el cuello largo, la boca que se inclina un poco hacia la izquierda. Fue una gran alegria, amasha Allah, AlhamdulilAllah ua ShukranliAllah.
Alejandro interrumpio a Omar temiendo que por la emocion se le olvidase el castellano.
-¿Como fue que su hija desaparecio?
-En ese entonces vivíamos en un conventillo, no hacia mucho que había llegado a Argentina y éramos muy pobres. Como única alegría teníamos a nuestra hija, y una mañaba simplemente desaparecio. Alguien la robo de su cuna en plena noche.
-Por Dios...¿Y que paso despues?
-Nada. Vino la policía, no se preocuparon demasiado, luego nos enteramos que esa misma noche habian desaparecido mas niños en casas cercanas.
-¿Y no supieron nada mas en estos años?
-Nada. Con el tiempo logramos una mejor posicion y compramos esta casa. Sin embargo, nunca fuimos felices, el dolor por la perdida de nuestra hija nunca nos abandono. Hasta que volvio.
-¿Pero donde estuvo todos estos años?
-Esa es una pregunta que Amira no puede responder y por eso esta usted aqui.
-No entiendo
-No recuerda nada. Amira no puede recordar nada de lo que sucedio en su vida antes de tocar nuestra puerta.
Cansado ya de revolver, Alejandro dejo la taza sobre la mesa. Lo que acababa de oir no tenia demaciado sentido para el.
-Ya se lo que esta pensando, que es imposible-Continuo Omar-. Yo pensé lo mismo. Pero parece que sufre algún tipo de conmoción que no le permite recordar. Creíamos que pronto mejoraria, pero han pasado tres semanas y sigue igual. La han visto montones de doctores en estos dias y dicen que esta sana, pero su memoria no vuelve. Y yo quiero descubrir la verdad.
-¿Fue a la policia?
-No hiciero nada en su momento, ¿para que voy a llamarlos ahora? Por otro lado, no quisiera poner en riesgo la seguridad de Amira. Amira es... extraña, no es solo que no recuerde... hay algo mas, algo con lo que la policia no podria tratar. Por eso pense en recurrir al diario. ¿O no se dedican los periodistas a la busqueda de informacion? Eso es lo que yo quiero, informacion.
-¿Y por que yo?
-Por que usted es de los nuestros, señor Berg.
Alejandro comprendio. Pocos temas dividian a la opinion publica como el de la inmigracion. Los hombres y las mujeres que un dia habian bajado de los barcos sin nada entre sus manos hoy eran la mayoria. Sus hijos no solo eran argentinos de nacimiento, sino que se habían convertido en abogados, arquitectos, profesores y médicos, cumpliendo el sueño de sus padres. Eran jovenes que ademas, aspiraban a tener influencia en la politica Argentina. Sus padres habian atravezado en mundo para que ellos tuvieran mejores oportunidades, entonces no podian quedarse de brazos cruzados. Cada dia, dos visiones de la Argentina se enfrentaban en los diarios y racistas del pais. Estaban los que acusaban a los italianos, españoles, alemanes, polacos y rusos de corromper la supuesta pureza nacional; y estaban los que creían que el problema era que la antigua oligarquía local temía perder el poder. Como hijo de inmigrantes, Alejandro había dejando clara su posicionen algunas notas firmadas para publicaciones menores, en las que podia expresarse con mas libertad que en La Prensa. Una de esas notas, en la que se burlaba de la ley contra los inmigrantes propuesta por Miguel Cane,habia sido bastante popular entre quienes estaban a favor de la inmigracion.
-El secuestro de mi hija y de los demas niños que desaparecieron en 5 de abril de 1885 fue un crimen contra los inmigrantes. Esos niños, de no haber sido robados, hoy seria jóvenes luchando por hacer oir su voz, jovenes como usted. ¿Quien mejor, entonces, para ayudarnos?
Alejandro entendio perfectamente la argumentacion de Omar. Supo, ademas, que no solo seria una oportunidad de ganar dinero extra, sino tambien de investigar un caso que merecía ser resuelto y que jamás iba a tener atención de las autoridades.
-Me esta ofreciendo jugar al detective...
-Si quiere pensarlo asi...
-Muy bien, cuente conmigo. Pero voy a tener que hablar con ella.
-Por supuesto. Sigame, lo llevare a su cuarto.

La Oscuridad De Los ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora