Tony observaba con asombro como el jet en el que se transportaban se acercaba a lo que parecía ser una nave gigante sobrevolando el cielo. Se metieron por una pequeña compuerta que se había abierto al acercarse ellos, permitiendo que el vehículo estacionara.
El niño pisó el suelo siendo tomado de la mano en todo momento por Peter. Miraba impresionado el lugar, si él mismo no hubiese visto cómo se metían, no creería que en ese momento estaba en las alturas. Caminaron por un amplio y moderno pasillo, Rhodey iba delante de ambos, guiándolos. Happy se había quedado en el jet; no quería estar involucrado en los desastres que el mocoso causaba, ya había tenido suficiente.
Tony ni siquiera parpadeaba, estaba totalmente embobado por el lugar en que se encontraba, jamás había visto nada parecido. Peter lo miraba entre enternecido y triste, era consciente de que esa mirada inocente y maravillada estaba cerca de desaparecer para dar paso a la arrogante y confiada que tanto amaba.
Lo volvía loco no saber a cuál de las dos prefería.
Se detuvieron frente a una enorme puerta hecha de acero con un panel de control en vez de picaporte. Peter, al reconocer el lugar, sintió su estómago revolverse de los nervios que en ese momento sentía. Rhodey se volteó para verlos, con la misma seriedad en su mirada que había tenido durante todo el camino.
—Hablaré rápidamente con Fury y le informaré de lo sucedido, ustedes esperen aquí—Pidió, más bien, ordenó el Coronel. Acto seguido les dio la espalda, susurró un par de cosas frente al panel y la puerta se abrió. El hombre se metió a la habitación, dejándolos solos.
El castaño dio un ligero apretón en la pequeña mano inconscientemente, estaba nervioso. Aunque le producía un cosquilleo inevitable en el estómago volver a ver a su Tony, no le agradaba mucho la idea de despedirse del infante.
Diablos, ¿por qué no podía tener a ambos?
Ah, claro, porque sería demasiado perfecto, y todos sabemos que la vida no es así...
El menor, al sentir que en su mano era aplicada un poco más de presión, dejó de prestar atención a sus alrededores y dirigió su curiosa mirada al rostro del adolescente. Lo notó nervioso, inquieto. Se abrazó un poco a su pierna con preocupación, si Peter estaba nervioso significaba que algo andaba mal. Un pensamiento aterrador cruzó por la mente del niño, haciéndolo abrazar con más fuerza al mayor.
¿Y si los separaban?
No. No quería ni pensarlo.
Peter bajó su mirada para conectarla con la contraria, los pequeños pozos avellana destilaban miedo. Se agachó para levantar al pequeño entre sus brazos y sostenerlo contra sí, tratando de transmitirle una seguridad que ni él mismo sentía.
Tony rodeó con sus bracitos el cuello del mayor, escondiendo su cara en la suave y pálida piel. Cerró los ojos aspirando ese varonil aroma que siempre lo adormecía por las noches. No soportaría la idea de separarse del castaño, no podían arrebatárselo después de todo lo que había pasado.
Peter pasaba su mano por la cabellera oscura, creando una suave caricia relajadora, aunque no sabía si trataba de relajar al pequeño o a sí mismo.
El sonido de la puerta abriéndose los sacó de su burbuja, mientras el hombre que los había llevado allí les indicaba con un movimiento de cabeza que podían pasar. Ambos jóvenes se miraron una última vez a los ojos, dándose fuerzas mutuamente antes de entrar al lugar siguiendo al Coronel.
Parado en medio de la enorme y futurística oficina, se hallaba el imponente Nick Fury, con su porte intimidante y mirada glacial. Analizó durante unos segundos al niño que lo miraba desconfiado, para después posar su ojo en el adolescente, alzando una ceja incrédulo.
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Maldito niño [Starker]
AléatoireHabía sido partícipe de una guerra civil. Había pateado el culo del Capitán América, el de su novio y el de su amante. Estuvo a nada de partirse en dos tratando de mantener un Ferry estable. Casi perdió la vida peleando contra El Buitre y salió venc...