Dolor

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Cuatro días.

Cuatro malditos días desde que Tony se volvió un adolescente.

¿Y saben qué?

Ya no lo soportaba.

El joven se paseaba por el Complejo como si fuese dueño y señor del lugar. Ya conocía a la mayoría de Los Vengadores, y lo peor es que se llevaba bien con todos. ¿Cómo? Pues simple...

Manipulador.

Mentiroso.

Increíblemente buen actor.

¡Hasta había puesto a Wanda en su contra!

Cada vez que Peter se lo cruzaba, el contacto físico era algo infaltable. Tony no conocía las palabras "espacio personal" cuando el arácnido estaba a su lado. Cuando estaban solos, el intento de violación por parte del azabache era evidente, y el pobre e inocente Peter no tenía la fuerza de voluntad para pararlo.

¿"No te forzaré" había dicho? ¡Ja!

Pero claro, no vivían solos. Siempre alguien tenía que aparecerse y encontrarlos en el acto, y el muy maldito siempre hacía parecer que la culpa era del castaño. Parker, en su debilidad no podía defenderse, así que recibía todas las miradas desaprobatorias del grupo.

Su único aliado era el Señor Lang.

Y la única forma de que éste haya confiado en él fue porque, al llegar de una misión, entró a la sala en el momento justo en que Tony lo tiró al sofá y se posicionó sobre su cuerpo. Scott se hizo diminuto para pasar hacia la cocina y no interrumpir el momento íntimo de su pequeña araña, pero justo escuchó la conversación que los adolescentes mantuvieron.

—V-van a ve-vernos... bast- ah —Suplicaba Peter entre jadeos, siendo callado por los labios del otro chocando contra los suyos.

—Pues qué bueno, ¿no? —Preguntó sardónico, cambiando de posición con maestría y dejando al castaño sentado encima de él.

Como siempre tan oportuno, Sam apareció.

—¡Oh, vamos! Ya hablamos de ésto, Peter —Reclamó siguiendo de largo hacia la cocina.

—P-pero yo... —No pudo terminar de excusarse, pues Falcon ya se había marchado. Scott escuchó claramente la risa de Stark.

—Deberías ser más discreto, Pet —Dejó un sonoro beso en la sonrojado mejilla y se levantó en dirección a la habitación, bajo la mirada perdida del castaño.

Desde ese día Lang se burlaba de él, pero al fin y al cabo lo defendía. Lástima que él no vivía en el Complejo.

Esos fueron sólo los primeros dos días, aún hay más.

Cuando Tony vio que Peter ya no caía en el juego de la seducción y conseguía escapar, cambió la estrategia para molestarlo. No pasaba desapercibido para el azabache la molestia que el otro sentía cuando estaba con el Capitán, por eso mismo, puso las cartas a su favor.

Celos.

Procuraba pasar el mayor tiempo posible con Steve siempre que Peter estaba cerca, aprovechando que el rubio era ingenuamente amable, y el arácnido era bastante malo ocultando sus sentimientos. No era escandaloso ni nada, pero se notaba la molestia en su mirada y su voz cuando los veía juntos.

Maldito niño [Starker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora