Maldito niño [Starker]

Mejor que él

No había amanecido aún cuando escuchó la voz de F.R.I.D.A.Y. en su oído a un volumen bastante bajo, como si sólo quisiera ser escuchada por él.

 —Peter, la Señorita Potts se encuentra en la recepción, ¿quieres que la deje pasar? —Al escuchar la pregunta de la máquina, trató de levantarse enseguida. Trató, ya que unos pequeños brazos envueltos al rededor de su torso se lo impedían.

Giró el rostro para encontrarse con el contrario, el cuál dormía plácida y profundamente.

Con cuidado, y algo de vergüenza, se desató del fuerte agarre que tenía el niño sobre él, levantándose en el proceso. Colocó una almohada de reemplazo en su lugar, se puso una camiseta pequeña de Tony, se arregló ligeramente y salió al gran salón, dando la afirmativa a F.R.I.D.A.Y. para dar paso a Pepper.

El reloj marcaba las 05:30 a.m cuando la mujer entró al lugar, encontrándose para su sorpresa con el amoroso adolescente que siempre la hacía relucir su instinto materno.

 —Cariño, ¿qué haces aquí? —Su mirada sorprendida cambió rápidamente a un furioso ceño fruncido —¿Tony te despertó a esta hora para que vengas a recibirme y así él podría seguir durmiendo? Voy a matarlo, Peter. Te juro qu... —El joven la cortó antes de que siguiera planeando el funeral de su mentor.

 —N-no, Señorita Potts. E-el Señor Stark está... eh... —Piensa Parker por favor —E-en Uruguay —¿¡POR QUÉ SIEMPRE USAS LA MISMA EXCUSA DE MIERDA?! —O al menos ahí iba —Agregó con torpeza —Tenía una misión, es confidencial, en realidad yo no debería estar diciéndole esto así que por favor no le diga nada al Director Fury o me echará —Habló atropelladamente y puso su mejor carita de cachorro abandonado. La mujer suspiró y se pasó el dorso de la mano por su frente.

—Tranquilo, cielo, no le diré. Me molesta que él no me haya dicho nada, aunque sea una excusa... pero bueno, esto no es nuevo, no debería sorprenderme —Susurró malhumorada, rodando los ojos al puro estilo Stark —Ese maldito irresponsable seguramente se escapaba de mí, apuesto a que ni siquiera terminó mi loción —Dijo entre dientes.

 —¿Loción? —Alzó una ceja confundido.

 —Nada importante —Sonrió tranquila —Aún así, esto no responde mi pregunta inicial, ¿qué haces aquí? —Cruzó sus brazos.

 —El Señor Stark me pidió que me quede aquí mientras él no está —Dijo calmado, pero al ver la mirada desconfiada que lanzó la mujer, agregó —Es que dijo que me queda cerca de la Universidad, además así puedo ir adelantando los proyectos que tengo pendientes con él. Me dijo que puedo usar su taller si lo necesito, sería más fácil para mí —Explicó rápidamente con notorios nervios.

La mujer lo miró incrédula; Tony jamás le dejaría su taller sin supervisión a ese torpe muchacho que tropezaba con todo lo que se le ponía enfrente. Pero vamos, era Peter, el chico nunca le mentiría.

—Está bien, te dejaré descansar y me haré cargo de la empresa, otra vez —Susurró con desgano lo último —Sólo avísame cuando Stark regrese, ¿sí? Cuídate —Acarició la cabellera castaña con cariño, recibiendo una sonrisa cálida en respuesta, y acto seguido se marchó del lugar.

—Estuvo cerca —Suspiró el adolescente cerrando sus ojos que, debido al cansancio, le dolían un poco, pero los abrió al sentir una vocecita llamándolo con timidez.

—Peter —Se dio la vuelta para observar al pequeño cuerpo que se escondía en el pasillo, sacando sólo su cabecita con dudas —¿Quién era esa mujer?

—Eh... e-ella es una amiga de tu papá, vino a preguntar por él —Inventó rápidamente, inclinándose a su altura —¿Qué haces aquí? ¿No tienes sueño? —Desvió el tema. El pequeño negó con la cabeza.