Después de la tormenta viene la calma.
O eso es lo que suelen decir.
Ahora le tocaba a la joven pareja obtener su calma, luego de la rigurosa tormenta que los había atacado.
Los tenues y anaranjados rayos de sol mañaneros iluminaban angelicalmente las facciones del azabache, quien dormía tranquilo manteniendo una leve sonrisa en sus labios. A su lado, unos ojos chocolate lo admiraban maravillados, deleitándose con el placer que les provocaba una simple mirada a ese atractivo rostro. Parecía un gatito al dormir, con su mejilla aplastada en la almohada levantando suavemente la comisura de su boca, los párpados cerrados con calma descansando las espesas y oscuras pestañas, y finalmente, su brazo enredado posesivamente en la cintura estrecha de su nueva pareja.
Peter pensaba que estaba en un sueño, algo tan hermoso no podía pasarle a él que era conocido por su increíble mala suerte. Pero no, era real y él era el protagonista de esa increíble realidad.
No podía dejar de sonreír, ni aunque ese malestar en su estómago que le recordaba que ese no era su Tony, que nada de eso era verdaderamente real y que en algún momento el Señor Stark tenía que volver, seguía presente. La felicidad del ahora era lo que mantenía su rostro radiante.
Poco a poco, los pozos avellana lograron verse por la pequeña rendija que formaban sus párpados, abriéndose lentamente tratando de acostumbrarse a la fuerte luz. Peter sonrió dulcemente cuando vio la confusión pintada en el recién despertado rostro, quien al aclarar su vista y recordar los sucesos de la noche anterior, correspondió tal sonrisa con igual o más intensidad.
—Hola —Saludó el genio en un susurro, envolviendo el cuerpo contrario en un firme abrazo.
—Hola —Respondió el arácnido, correspondiendo la muestra de afecto y escondiendo su cara en el blanco cuello, dejando al final un suave beso en el mismo.
—¿Por qué no te levantaste? ¿Me estabas esperando? —Preguntó empezando a dejar pequeños masajes en el cabello castaño.
—La verdad es que me duele bastante el culo —Admitió con diversión, escuchando en su oído la carcajada que su pareja había soltado —Pero dejémoslo en que te estaba esperando.
—Está bien, lindo, ¿qué te parece si tomamos un baño? —Dejó un sonoro beso en la mejilla sonrojada por el tierno apodo.
—Me parece bien, pero no creo poder pararme, tal vez tú podrías... sostenerme —La provocativa frase dicha en un susurro sensual encendió algo dentro de Tony, quien con una sonrisa hambrienta se paró de la cama sosteniendo el cuerpo de su chico contra él, en el acto sus miembros se rozaron y eso arrancó un gemido mal contenido en ambos. El azabache se dirigió al baño algo apurado, besando y mordiendo el delicioso cuello del adolescente.
Bañarse fue lo último que hicieron.
*-*-*-*
Era mediodía cuando los jóvenes se sentaron a desayunar, ambos con una eterna sonrisa en sus rostros. Cuando iban de camino a la cocina con sus manos entrelazadas y dentro de su nube de amor, los Vengadores los miraban con una ceja alzada, pues apenas un día antes si no estaban tratando de follar en un lugar público estaban mirándose con rayos en los ojos, uno con burla y el otro irritado. Jamás los habían visto tan cursis y empalagosos.
Tony miraba a Peter muerto de amor por él, como si el chico fuera todo su universo y más. Y Peter miraba a Tony con toda la admiración y fascinación que su cuerpo era capaz de contener, pues a sus ojos, el azabache era el ser más perfecto que había habitado el planeta.
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Maldito niño [Starker]
RandomHabía sido partícipe de una guerra civil. Había pateado el culo del Capitán América, el de su novio y el de su amante. Estuvo a nada de partirse en dos tratando de mantener un Ferry estable. Casi perdió la vida peleando contra El Buitre y salió venc...