Maldito niño [Starker]

Perdóname

Estaba destrozado. No había mejor palabra que calificara su estado actual.

Le había preguntado a F.R.I.D.A.Y. alguna forma de saber lo que Peter hacía, no porque desconfiara en que realmente estuviera acostándose con Wade, si no porque estaba preocupado por la forma en que había salido del Complejo, no quería que le pasara nada malo.

La IA dijo que había una manera, pero creía que a Peter no le gustaría. Aún así le pidió que le mostrara, su preocupación era más grande.

Lo primero que vio cuando la máquina activó la cámara en la televisión, fue la mano enguantada del Iron Spider posicionada encima de otra cubierta de una tela roja. Antes de que los celos nublaran nuevamente sus pensamientos, la voz rota del castaño logró estabilizarlo.

Aunque tampoco fue muy tranquilizador escuchar las palabras que soltó Spider-Man.

¿De verdad lo había lastimado tanto? ¿De verdad su estúpido comportamiento adolescente causaba tal dolor en el otro? Estaba tan concentrado en sus propios problemas que no notó que detrás de la molestia que Peter emanaba de sus ojos chocolate, se escondía el dolor punzante de sentirse traicionado.

Y es que Tony pensaba que el chico ya no lo quería, que no le prestaba atención justamente porque no estaba interesado en él. Se había sentido tan lastimado por su rechazo que quiso demostrarle que ya no era un niño inocente que debía cuidar, si no un hombre completamente caliente y sensual con el que podía entretenerse.

Porque a él le bastaba con ser el entretenimiento del chico, sólo si con eso le prestaba un poco de atención.

Pero Peter lo evitaba, trataba de huir de él siempre que se lo cruzaba y eso lo hería profundamente. Nunca se le ocurrió mirar más allá y pensar en cómo se sentía el joven respecto a su actitud. Jamás pensó que la razón por la que Peter lo evitaba era justamente porque se sentía sumamente nervioso a su lado y temía no poder controlarse. Tal vez si hubiese notado que al castaño le aterraba el sexo, nada de eso habría pasado.

Pero pasó, y él era el culpable de todo.

Ahora se sentía mal, su corazón se oprimía con fuerza y sus ojos amenazaban con soltar las lágrimas que luchaba por retener.

Pero no lloraría. No había llorado desde los siete y no volvería a hacerlo nunca más, pues sus lágrimas se habían agotado en esa semana de soledad, esa semana donde asumió que había perdido a su araña y jamás la recuperaría.

—Yo no esperaba que las cosas fueran como antes, porque ya creció, era obvio que cambiaría —Continuó sonando la voz del castaño por el parlante, cuando sus sollozos se habían calmado —Pero creí que... no lo sé, seguiría sintiendo lo mismo por mí... o algo parecido, no sólo atracción sexual —La forma en que su voz se quebró en esa última frase, se asemeja al sonido que el corazón del azabache emitió cuando lo escuchó.

—Créeme que te amo, Peter. Aún lo hago —Susurró a la nada, sabiendo que el chico no podría escucharlo.

—Petey, sabes que Stark siempre fue un idiota —Dijo con desagrado su acompañante. Quería enojarse, pero sabía que tenía razón —Nunca me cayó bien y siempre te lo he dicho; mereces a alguien mejor —Tony apretó los ojos, se merecía todas esas palabras —Pero... —Los abrió incrédulo, ¿había un "pero"? —Te quiere, o al menos lo hacía antes del... accidente —En la cámara se notó cómo pasaba de observarse el paisaje de la ciudad en las alturas a mirar al hombre de máscara roja. Lo reconoció como el mal hablado que fue a visitar a Peter hace años cuando era un niño —De pequeño te adoraba, se notaba en sus ojitos diabólicos. Ahora... no lo sé, pero no puede haber mucha diferencia, después de todo, es Tony Stark, siempre caerá rendidito ante ti —El azabache mentiría si dijera que no se sonrojó ante el comentario del hombre.