Última vez

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Aterrizaron en uno de los balcones de la enorme Torre, ambos bastante serios y nerviosos con la situación. Peter terminó el relato dejando a un sorprendido Tony en el suelo, asimilando la información recién contada por su pareja. Se quedaron en silencio un momento hasta que el azabache levantó la cabeza extrañado.

—Entonces... ¿no todo fue mentira? —Preguntó totalmente calmado, seguía confundido pero sabía que alterarse no ayudaría mucho, además de que el chico en frente suyo también estaba bastante nervioso.

—Así es —Asintió removiendo su máscara —Algunas cosas las dije para tratar de hacer que te sientas cómodo hasta que yo pudiera encontrar una solución —Dijo cauteloso, tratando de elegir las mejores palabras para no arruinarlo.

—...¿Uruguay? —Preguntó en un susurro, Peter rodó los ojos.

—Una ridícula e improvisada mentira. Quería encontrar un país que no conozcas para que se te olvide más rápido lo de tus padres —Se dio cuenta de que había tocado un tema sensible al ver la cara del otro descomponerse; seguramente ya se había enterado de lo de sus padres.

Se produjo un tenso silencio entre ambos, que se prolongó hasta que Tony decidió romperlo otra vez.

—¿Tampoco eres un agente super secreto que trabaja en las sombras? —Ante la pregunta totalmente inocente, el castaño se sonrojó con violencia.

—N-no y no quiero hablar de eso —Pidió cerrando los ojos, avergonzado. Tony lo miró extrañado pero no tardó en esbozar una sonrisa por la tierna imagen de su chico enrojecido.

—De acuerdo. ¿Entramos? Hace frío aquí —Soltó para cambiar de tema, pues vio que el menor no estaba muy cómodo con la conversación. El otro asintió formando una pequeña sonrisa y ambos ingresaron por la puerta que simulaba una gran ventana.

No llegaron a cerrar esta cuando petrificados observaron que en el costoso sillón se hallaba la agente Romanoff, mirándolos con peligrosa seriedad.

—Al fin llegan, ya estaba considerando ir a buscarlos, agradezcan que no lo hice —La pelirroja se levantó y caminó hasta quedar cerca de la pareja. Sacó un pequeño frasco del bolsillo de su chaqueta y lo extendió para que Peter lo tomara, este lo hizo reconociendo lo que era —Ahí está la cura, ya sabes cómo hacerlo. Por seguridad, Bruce añadió un compuesto que elimina la memoria de lo adquirido estando en ese estado, así que Tony no recordará nada. Ese frasco contiene la dosis exacta así que, por favor, te pido que no lo arruines esta vez —Dijo esto último algo irritada. Peter rascó su nuca, absteniéndose de decir que el que lo había arruinado aquella vez fue el pequeño Tony.

Claro, culpa al que no estáSe obligó a callar a la pequeña voz en su inconsciente y asintió a lo dicho por la mujer —Está bien, pero... ¿por qué me la trajiste? Ya íbamos para el Complejo —Preguntó con curiosidad, no había necesidad de traer la cura con ellos si de todas formas tenían que volver.

—Porque es mejor que Tony se quede aquí, es su casa después de todo y cuando despierte será más fácil para él. Estará cansado y no tendremos que transportarlo a ningún lado —Explicó la espía con simpleza y ambos adolescentes estuvieron de acuerdo —Bien, ya que todo está dicho volveré al Complejo. Llama si necesitas algo —La mujer se despidió dándole la espalda a la sorprendida cara del arácnido, quien no se esperaba eso.

—¿Q-qué? ¿Te vas? ¿No vas a supervisar... esto? —No se estaba quejando de estar solo con su novio, pero le pareció raro. Natasha se dio la vuelta mientras caminaba hacia el ascensor.

—Por favor, son dos adolescentes hormonales solos en una enorme casa, no quiero supervisar eso —Se metió al ascensor con una sonrisa burlona surcando sus labios. Tony soltó una risa pero Peter simplemente enrojeció.

Maldito niño [Starker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora