—Así que... aquí estabas...—La mujer se acercó lentamente al adolescente, quien tragando saliva con nerviosismo, retrocedía disimuladamente.
—S-sí, yo... p-perdón por, ya sabes, n-no ir a... recibirte—Balbuceaba entrecortado, sintiéndose como un pequeño conejito a merced de los predadores que ansiaban devorarlo.
—Estuve llamándote, ¿por qué no contestabas?—Su voz peligrosamente calma le daba escalofríos.
—E-es que... cu-cuando me entretengo e-en el laboratorio y-yo... no escucho el celular—Sonrió tratando de ocultar el pavor que estaba sintiendo. La joven seguía acercándose y él ya había chocado contra la pared.
—Esa es la excusa más estúpida que he escuchado—La pelirroja cambió su actitud calmada rápidamente por un aura hostil, mientras detenía su caminar quedando a pocos centímetros del rostro del menor.
—Créeme, he inventado peores—Suspiró resignado, a sabiendas de que no podría engañar a su amiga.
—¿Qué ocurre, Peter? Es insultante que tenga que enterarme que te pasa algo sólo porque Deadpool fue al Complejo preguntando por ti—Suavizó su ceño anteriormente fruncido, alejándose un poco del castaño que la miraba sin saber qué decirle.
—Wanda... de verdad no pasa nada, si lo necesitara sabes que pediría ayuda, no soy tan estúpido—Trató de sonreírle para tranquilizarla, pero en sus labios sólo se formó una mueca.
La bruja lo miró con paciencia, bastante segura de que su amigo no estaba diciendo la verdad.
—Pet, sabes que puedo leer tus pensamientos, ¿verdad?—Ante la pregunta de la mujer, el arácnido abrió sus ojos horrorizado, había olvidado ese pequeño detalle—Obviamente no lo hice, porque confío en que pedirás ayuda si la necesitas—Lo miró inquisitiva, alzando una ceja.
¿Han visto cuando los padres juegan psicológicamente con sus hijos? Haciéndoles creer que sus decisiones no son las mejores pero sin decirlo realmente, o cuando dicen "No estoy enojado, estoy decepcionado" haciendo que la culpa carcoma el interior de los pequeños.
Bueno, exactamente esa era la estrategia que Wanda estaba utilizando con Peter. El terreno de la psicología se le daba bien a la joven, y no temía utilizarlo para conseguir lo que quería.
Pero Peter ya conocía esa jugada, y aunque sí, la culpa lo estaba matando, no daría su brazo a torcer.
—Es bueno que lo sepas—Esta vez, logró formular una sonrisa algo más decente, causando un suspiro en la contraria.
—Como digas...—Descruzó sus brazos bajando la mirada—Sólo quiero que sepas que estoy aquí, para lo que necesites—Posó nuevamente sus ojos en el joven, yendo en su dirección para aprisionarlo entre sus brazos.
Peter correspondió el abrazo gustoso; había extrañado bastante a su amiga.
Al separarse, la bruja notó algo que por un momento la inquietó.
—¿Dónde está Tony?—Pasó su mirada por cada rincón del lugar, tratando de encontrar fallidamente al genio.
—¡Ah! To-Tony eh... e-está... está e-en... no sé—¿Por qué eres así? —E-es decir, sí sé, p-pero... ¡No! No sé—Eres grande, Parker—O sea, él me dijo que se iría, pero no me dijo... a dónde—Terminó de decir, dándose una cachetada mental por ser tan estúpido.
Wanda obviamente no le creyó nada, pero decidió confiar en el criterio del joven y simplemente reír de sus tonterías.
—Está bien, entonces te dejo—Se dio la vuelta para salir del lugar—Y por favor, no te metas en problemas—Se metió al ascensor, cerrando sus puertas antes de que el castaño pudiese responder.

ESTÁS LEYENDO
Maldito niño [Starker]
LosoweHabía sido partícipe de una guerra civil. Había pateado el culo del Capitán América, el de su novio y el de su amante. Estuvo a nada de partirse en dos tratando de mantener un Ferry estable. Casi perdió la vida peleando contra El Buitre y salió venc...