destino; pepigyeom

cinco años;

Sus ojos se posaron en los de su novio, era perfecto, y estaba feliz. YuGyeom no podía pedir más que eso, Jackson le hacía feliz y él le hacía feliz al otro.

—Amooooor— llamó el mayor con una dulce voz, que hizo derretir al otro.

—Dime mi vida.

—Tengo malas noticias amor— le dijo, YuGyeom alzó las cejas esperando una broma de su parte como siempre al tiempo.

—Te amo.

—¿Esa es la mala noticia?— dijo mientras se acercaba para sentarse en piernas de su novio quien estaba sentado en el sofá de su apartamento y poder acorrucarse en su pecho, comenzando a depositar besos por todo su cuello, sintiendo el tacto que le brindaba su suave piel, junto con el aroma a almendras que desprendía

—mhm si porque va a ser horrible no tenerte a mi lado cuando me vaya— YuGyeom paró su delicado labor y miró a Jackson quien lucia ser serio en todo sentido, abrió un poco sus labios y frunció su ceño,  como un niño pequeño.

—¿Eh?— fue lo único que salió de sus labios, aun afrontando que era lo que decía su novio, estaba procesando todo, y sintiéndose de la nada con un dolor en el pecho.

—Por dos meses, yo sé que en dos semanas vamos a cumplir cinco años...pero el...

—Para— lo detuvo— ya lo sé, el trabajo, el trabajo ¿y nuestros planes? ¿El viaje que planeamos a Berlin? ¿Me vas a cambiar por trabajo?— escupió todo de golpe, estaba mas que molesto,  al borde de las lagrimas, era injusto para el chico, había estado casi todo un año planeando meticulosamente el asunto del viaje para que sólo hiciera eso, para que tan fácil fuese cambiado por un estúpido viaje de negocios.

—Amor me darán la plaza que siempre he querido...

—¡Pero nuestros planes!— se levantó de golpe frustrado por la situación, pareciendo un niño pequeño haciendo un berrinche

—Es mi trabajo amor entiende.— se acomodo en el sofá sin perder su compostura.

—Esta bien, pero no voy a desperdiciar esos boletos y reservaciones Jackson...— trató de convencerlo que se fuera con él, que leyera entrelineas, que no quería que se fuese de viaje poniendo como excusa un poco de dinero, pero se mantuvo cuerdo, firme.

—Lo sé, yo lo sé ve y disfruta todo por ambos...puedes llevar a un amigo contigo si quieres— ofreció su novio con una sonrisa, su novio estaba apacible, tratando de ser serio, de no ponerse como alguien inmaduro, para poder hacerle saber que era verdad que necesitaba irse.

—¿Eso es lo único que vas a decir? ¡Deberías estar haciendo algo para ir juntos!— reclamó molesto, odiaba que prefiriera su trabajo antes que a él, realmente lo odiaba podía darle cualquier tipo de satisfacción menos la de estar a su lado como quería, lo odiaba, realmente lo hacía, YuGyeom no estaba con él por su dinero ni nada por el estilo, era lo último en lo que pensaba, podrían ser las personas más pobres del mundo y el morocho seguiría siendo feliz a su lado, pero Jackson parecía no entender, hace cinco años había comenzado su trabajo, justo al tiempo que había comenzado a salir, al principio Jackson no parecía tan adentrado pero a medida que avanzaba el tiempo parecía interesarle más y más, quizá quería darle lo mejor, quizá le había agradado el trabajo pero definitivamente lo importante era que cada vez pasaba menos tiempo con él y lo que necesitaba el chico era su completo amor.

—Yug, amor, cuando acaben estos dos meses te prometo que nos iremos a París— le sonrió y se levantó para acercarse lentamente a su amado, abrazándolo por la espalda, atrayendolo hacía si mismo y haciendo que se volviese acomodar en el tranquilo sofá junto a él— viajaremos a ver la torre eiffel y te haré el amor en esa torre— susurró en haciendo chocar su respiración en su oído, YuGyeom se movió con repudio, aun molesto por la situación, pero no apartándose, no quería hacerlo, amaba sentir sus fuertes y cálidas manos sobre él.