Mi Pequeño Kookie - Vkook

Kim Taehyung

-¿A dónde vamos?- seguía insistiendo sin que me dijera nada.

-Ya casi llegamos, no te desesperes

Lo que se podía ver eran solo árboles, no sé donde estabamos, y el gps no funciona, supongo que lo tenía todo planeado, así no podría averiguar donde estabamos.

El paisaje a mi alrededor era muy hermoso si, no solo eran árboles diversos, si no también muchas flores y frutos, era como un bosque encantado, o así lo veía yo, estaba tan concentrado viendo a mi alredor que no sentí cuando aparcó el auto.

No fué hasta que abrió mi puerta que me enteré que ya habíamos llegado.

-Vamos Kookie- salí del auto y cerró la puerta destrás de mi.

Me tomó del antebrazo y caminamos a lo que parece una cima, pero muy bien acondicionada, hay varandas por si te resbalas y una banca.

Desde ahí puede verse la cuidad a lo lejos, un hermoso paisaje que se verá hermoso el atardecer aquí, con la copa de los árboles algunas aves volando, la brisa del viento, todo es hermoso y sereno.

Caminamos hasta la orilla y apoyó sus brazos en la baranda, suspiró fuerte y me miró a los ojos figamente.

-Tengo algo que contarte Kook- suspiró- es muy importante.

-¡Espera hyung! ¿Es malo?- Verlo tan serio me preocupa, yo sé que él es bastante serio, pero no lo había visto de la manera que he habla ahora.

-No pequeño, tu tranquilo, pero si es algo que no lo he hablado con nadie.

Se quedó mirando el horizonte un tiempo al parecer si es algo dificil de hablar.

-Este lugar Kook es muy importante ¿Y sabes porqué?- Negué con la cabeza- Aquí venía con mi padre todos los sábados, desde que tengo memoria, hablabamos y jugabamos hasta el cansancio pasabamos mucho tiempo aquí.

-Cu-cuando él se fué de este mundo, odié este lugar, so-solo por el simple hecho de que- de que me recuerda a él, pero quería volver, pero no lo haría solo, por eso te traje aquí pequeño.

Sollozó un poco, con unas cuantas lágrimas en sus ojos, nunca le había visto tan débil, y yo no sabía que decir, nunca he consolado a nadie en esa situación.

-Yo-yo no sé que decirle Hyung- estaba muy nervioso, aún cuando no había despegado la vista de mi, yo si lo hice, miraba mis manos que las movía con nerviosismo.

-No tienes que decir nada pequeño- se oía tranquilo- solo abrázame- pero no lo estaba, esa era la gota que derramó el vaso, cuando le envolví en mis brazos y rompió en llanto escondió su rostro entre mi cuello y mi hombro, mojó mi camisa con sus lágrimas, lo único que podía hacer era acariciar su cabello y espalda, esperando que se desahogue hasta que pare de llorar.

Luego de un tiempo, cesó de llorar pero no se separó de mí, al termino de unos minutos se alejó lentamente pero no totalmente, colocó ambas manos en mi rostro y me miró fijamente, sus ojos estaban rojos e inchados de tanto llorar, verlo así me haría llorar a mi también

-¿Puedo besarte Kookie?- dijo sin titubear los nervios me invadieron nuevamente, paralizado ante su pregunta, dentro de mí gritaba querer decirle que sí, pero mis labios no respondían.
-Tomaré tu silencio como un sí- se acercó lentamente cerré mis ojos con fuerza esperando a sentir sus labios, el viento daba un ambiente romantico y único, besó mi nariz y luego me abrazó.

Hubiera sido un momento romantico para ambos, pero no fué así,el notó que estaba muy nervioso y que el sabe que es mi primer beso y estar nervioso por eso es normal, y él leyó mi mente, su acción me dijo que esperaría a que esté listo para eso.

Luego de eso, no sentamos en la banca, solo observando el paisaje, no sé ni en que momento decido eso, pero sentía que quería estar para Hyung siempre.

-Hyung- llamé su atención, para que volteara a verme- si quiero ser su novio.

Abrió los ojos con mucho asombro, no podía creer lo que dije.

-¿Lo dices en serio?- sonreí y me abrazó con euforia, verlo sonreir despues de haber llorado es lo mejor que me podía regalar.

-Gracias Kookie, me haz hecho muy feliz- se acercó y besó mi cabeza como muchas veces lo ha hecho.

-Tu tambien me haces feliz hyung.

-Prometo cuidate pequeño- sonreí timidamente

-Cuida de mi hyung- eramos tan felices son la sola compañía del otro, eso es todo lo que necesitabamos.

...