1482 Palabras
Era el día de la boda, el lugar estaba repleto de personas que cantaban y bailaban al ritmo de la música. Se podía oler la comida y sentir la alegría en el aire. Amanda, el centro de la atención de la celebración, estaba comenzando a preocuparse al ver que el novio no aparecía.
—POLICARPO, POLICARPO, ¿Dónde estás?— decía Amanda desesperada en el teléfono. Ella había salido de la Iglesia a buscarlo, y varios de los invitados la siguieron.
—Querida, te dije que no era un buen hombre para ti, rico y millonario, de seguro te reemplazaría con una bolsa de billetes. — le dijo Amelia, su amiga más confiable.
— ¿Y si bailamos mejor? No se preocupen, sé que pronto llegará. Después de todo, no llegar a su propia boda no es algo que el haría. — dijo Joaquín, tratando de animarlas.
— ¡Miren lo que ha ocurrido, Policarpo está muerto!— gritó Tiffany, quién había salido por la parte de atrás de la Iglesia para ver si Policarpo estaba ahí.
— ¿QUEEEE?— pregunto Amanda sin poder creer lo que escuchaba.
Fueron al jardín y vieron un cuerpo en medio de un charco de sangre.
— ¡Policarpo!— gritaron varios horrorizados.
— ¿Pero quién pudo haber hecho esto? Él no tenía ningún enemigo. — dijo la novia llorando.
—Encontré una pequeña nota con un número. — dijo Carmelia, una de las invitadas, quien había revisado los bolsillos de Policarpo en busca de pistas.
—Voy a llamar al número para ver si encontramos ayuda o alguna pista del asesinato. — dijo Joaqín marcándolo en su celular. Al inicio se escuchó distorsionado, pero luego se escuchó a alguien respirando.
— ¿Con quién hablo?—
—Soy Anabelén, del departamento de Policía De Investigaciones—. Le respondió una voz del otro lado de la línea.
— ¡Qué bien, una policía! Ha habido un asesinato aquí en Providencia, Santiago. — dijo Joaquín.
—Está bien, voy en camino. —
Cinco minutos después llegó un auto policial con una muchacha adentro. Fue recibida por una multitud de personas, quienes se habían reunido para ver que sucedía.
—Me presento, soy Anabelén, ¿Dónde está la escena del crimen?— dijo ella escaneando el lugar con la mirada, un poco abrumada por la cantidad de conmoción en el lugar.
—Aquí está, tenga cuidado— dijo Amanda entre lágrimas.
Luego de haber sacado a las personas de la escena del crimen, haberla cercado y examinado, Anabelén ya había encontrado una gran cantidad de pistas, las cuales no eran ni un grano de arena en la playa, comparadas con lo que necesitaba para encontrar al asesino.
Después de haber sacado el cuerpo de la escena y haberlo trasladado a la morgue para que el forense ayudara a Anabelén a hacer la autopsia, la detective se encontraba en el cuartel de policía con Amanda, Amelia y algunas personas más, tratando de comenzar buscando por alguna parte.
—Ahora que he analizado el cadáver, pareciese que fue asesinado por una persona que le guardaba mucho rencor. Tiene varias marcas de golpes que fueron hechas incluso después de la muerte, lo cual indica que fue un asesinato por pasión, por alguien que se estaba desquitando, un enemigo, por así decirlo. ¿Su esposo tendrá alguno? Aunque sea un pequeño altercado que tuvo con alguien, todo problema puede ser sospechoso. Necesito una lista para comenzar a buscar por alguna parte. — dijo Anabelén.
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¿Quién mató a Policarpo?
Bí ẩn / Giật gânUna boda y un cadáver. Una chica nueva llego al pasaje para resolver el caso, y se encontró metida en un lio que presenta un riesgo para ella y para todos sus amigos. Una amenaza acecha a la vuelta de la esquina, y lo único que protege al pasaje es...