Episodio 2: Enamorada

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1041 Palabras

—No puede ser, no puede ser que al cadáver lo hayan sacado. — dijo Carmelia

— ¿Acaso no están acostumbrados a asesinatos y robos en el pasaje?— preguntó Geraldo, quien aún era nuevo en el lugar.

—Pues no, por eso es extraño. Todo comenzó desde el día de la boda. Ese día empezaron a desaparecer las armas de nuestras casas y ahora desaparece el cuerpo de Policarpo, esto es muy extraño. — dijo Tiffany.

— ¡Ahhh! ¡Policarpo desapareció! No puedo tolerar esto, ¡llamen a la policía rápido!— dijo Amanda, quien había sido atraída por el nombre de su amado, se terminó desmayando al entrar a la morgue.

Todas las personas del pasaje fueron a ver qué pasaba, atraídos por todos los gritos, acudieron a calmar a Amanda. Cuando eran las 6 de la mañana, todos en el pasaje habían salido de sus casas, y estaban teorizando que pudo haber pasado.

Temprano en la mañana, Anabelén regresaba al pasaje, después de un paseo matutino, el cual le sirvió para aclarar su mente y liberar la frustración de estar repasando pistas que simplemente la llevaban a un callejón sin salida, se encontró con un alboroto en la estación de policía.

Luego de calmar a la multitud y sacarlos de la zona restringida, tuvo que entregarles algo de información, para que se tranquilicen un poco más, y no arruinen la investigación.

—Hmm, misterioso, se han llevado el cadáver. Lo que alcanzo a revisar el forense fue útil, pero aún faltaban miles de pruebas, para saber si fue envenenado, o estaba bajo el efecto de drogas o alcohol y necesitaba más tiempo para mandar muestras al laboratorio. — Dijo Anabelén después de unos minutos tratando de alivianar la situación.

—Oye Anabelén, con Geraldo y las chicas fuimos a verificar que estuvieras bien trabajando tan tarde, pero cuando llegamos, desapareciste y justo encontramos que Policarpo desapareció. — dijo Nancy, pensando en lo sospechoso que se veía desde su punto de vista.

—Sólo fui a buscar las herramientas de investigación a mi auto y antes de eso, el cuerpo seguía intacto. — Dijo ella defendiéndose, pero Amanda seguía sospechando de la detective, y no toleraría que siguiera demorándose en encontrar al culpable.

—Si eres la astuta policía que dices que eres, más vale que te apresures en encontrar a Policarpo, porque si no lo haces, te juro que soy capaz de...— dijo agarrándola de la chaqueta, cuando alguien la interrumpió.

—Suéltala, no le hagas daño. — dijo Mortibel interviniendo.

—Vámonos Amanda, recuerda que Becky regresa hoy desde su viaje a Francia, no queremos que ella sepa sobre el escándalo que haces con una policía. — dijo Amelia sacándola de allí.

—Gracias por defenderme... ¿eres Mortibel cierto?— pregunto Ana al hombre que la había salvado.

—Sí, más vale que sigas con tu trabajo, Amanda necesitará a su Policarpo. — dijo Mortibel comenzando a retirarse. —Suerte. — añadió mirando hacia atrás y guiñando.

Todos regresaron a sus hogares y Anabelén se puso a trabajar.

—Esta muchacha me parece muy sospechosa, no sé qué tiene, pero estoy seguro de que oculta algo. — se dijo Mortibel a si mismo cuando estaba en la cocina del restaurante La Rosa del Prado conversando con Tomás.

Ambos trabajaban en el restaurante del pasaje como cocineros, quienes además de ser colegas, eran buenos amigos desde la adolescencia.

— ¿Qué tanto sospechas, Morty? Ella es una policía, obviamente debe actuar así. Además, prácticamente ni la conoces, llego hace dos días y con suerte han hablado 2 veces. — dijo Tomás mientras le daba los últimos toques a un plato en el que estaba trabajando.

—Probablemente sea por esa razón, pero lo digo por lo que pasó hace unos días, en el día del matrimonio de Policarpo y Amanda. Ella parecía estar tan segura de lo que decía, como si fuera cómplice del asesinato o si es que fuera la asesina. — dijo Mortibel, quien iba a decir algo más, pero fue interrumpido por Amelia, la jefa del restaurante e hija del dueño.

— ¿Por qué hablan tanto de la detective? ¿No será que te gusta? Jaja gracias a esto se me ocurrió un nuevo platillo para crear: Un plato con verduras Mortibel y una pisca de salsa Anabelén. Vamos mejor a trabajar, están esperando un plato en la mesa 7. — dijo Amelia, y ambos amigos volvieron a cocinar.

En el cuartel de policía, Anabelén había terminado por el día, y se encontraba en la oficina hablando por teléfono.

— ¡Ay Luna! ¡Si supieras cómo me habló y cómo me defendió! ¡Fue tan heroico! ¡Siento que los ojos se me pusieron como corazones! Todos saben lo que es capaz de hacer Amanda, todos dicen que tenía una obsesión con Policarpo. Ahora entiendo por qué Policarpo decidió...— reía Ana mientras escondía sus rojas mejillas en una bufanda que encontró en el armario al volver de la escena.

—Shh, recuerda que no debemos decirlo o si no todo el plan se arruinará. Yo no he dicho nada, ahora te toca a ti poner de tu parte. — dijo Luna cortando su oración, antes de que dijese demasiado.

—Discúlpame, no debo romper la promesa que le hice a mi mejor amigo, ¡Pero es que Mortibel fue tan tierno! Fue amor a primera vista, como un cuento de ha...— fue interrumpida nuevamente, pero esta vez, con otra llamada. — ¡Oh no! ¡Me está llamando mi papá! No sé qué quiere ahora, chao Luna, hablaremos después. —

—Adiós Anabelén, pero recuerda que es un SECRETO. — dijo ella, y se terminó la llamada.

Cuando el padre de la detective la llamó le dijo que fuera a su casa de inmediato. Ellos vivían en una casa grande cerca del barrio, a unos 10 minutos en auto. Cuando tocó el timbre no fue recibida con una cálida bienvenida, pero tampoco esperaba una.

—Pensé que después de irte de la casa, ibas a entrenar para la armada, tal como acordamos, pero en vez de eso, te estás divirtiendo con el juego de la policía— dijo su padre apenas la vio, tirándola del brazo para que entrase y dando un portazo después de ella.

—Papá, estoy haciendo un trabajo que me mantiene interesada, además, para tu información, estoy resolviendo un caso real. ¿Por qué no me dejas ser libre al menos una vez? ¡Viejo estúpido!— dijo Anabelén sin pensar en el error que acababa de cometer.

¿Quién mató a Policarpo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora