¿Quién mató a Policarpo?

Episodio 13: Misterio Resuelto... ¿O casi?

1297 Palabras

Martina levantó el cuchillo del cadáver y lo guardo.

—Policarpo, discúlpame, pero debo ocultar la verdad, no puedo dejar que ella vaya a la cárcel. — Susurró ella, mientras lloraba. Escuchó otros susurros y vio que una sombra se acercaba. Martina se puso su capucha y salió corriendo lo más rápido que pudo.

— ¡Oh no! ¡Martina! ¡Es Martina quien mató a Policarpo! ¡Detective has algo!— Gritó Mortibel, agarrando las mangas de Anabelén mientras ella, asombrada por la escena, tomó su celular: —Lápis, ven a buscarme donde enterramos a Policarpo y reúne al resto de la patrulla. Encontramos a quien mató a Policarpo. — Muy sorprendida, Luna respondió: — ¡Por fin! Después de casi 4 meses ya sabemos la respuesta. —

Martina llegó sana y salva al pasaje y se encontró a Norberto hablando con Horacio y Amanda.

—Que hay Martina?— Preguntó Horacio, Pero ella no le dirigió la mirada solo escapó a su casa.

— ¿Qué le ocurre?— Preguntó Amanda.

— ¡Depresión! Mucho tiempo con ese Martín la dejo así. En mis tiempos las juntas amorosas no eran tan intensas— dijo Norberto, mirando a Martina desde la distancia.

—No seas estúpido, Martina tenía depresión desde antes de que se enamorara de Martín— dijo Amanda.

Ella se cruzó con las chicas que estaban celebrando con Carmelia.

—Geraldo me dijo que sí y le dije sí también— gritó Carmelia.

—Te felicito— dijo Martina cortante.

— ¿No te unirás a nosotras? Tenemos confeti— dijo Nancy saltando de alegría.

—Los colores del confeti no representan como me siento hoy— dijo Martina y salió corriendo, un poco irritada. Normalmente ignoraría el hecho de que nadie haya notado sus lágrimas, pero ya tenía tantos problemas que uno más no le haría daño. Siempre sucedía lo mismo, ella se ponía triste, comenzaba a llorar, y como a nadie le importaba, nadie la ayudaba. Las únicas personas que siempre estaban cuando las necesitaba se habían ido, y sabía que no las volvería a ver más. Por fin ella logró encerrarse en su habitación y cerró las ventanas y puertas.

— ¿Segura que quieres hacer esto? Ella es tu amiga— le dijo Luna, quien iba con Anabelén a la casa de Martina.

—Debo hacerlo no hay más opción. Yo no puedo...— dijo Anabelén quien fue interrumpida por el teléfono.

—Soy Anabelén, detective del departamento de policía de investigaciones, ¿con quién hablo?— dijo ella.

—Oye Anabelén. ¡Carmelia dijo que quería pololear conmigo! ¡Celebremos esto tomando helado y malteadas y no olvidemos el confeti!— dijo la vos al otro lado, quien resulto ser Geraldo.

—Ay lo siento Geraldo, pero estoy ocupada, además no es una emergencia. — dijo Anabelén.

— ¿Cómo no va a ser una emergencia? Una fiesta sin confeti no es fiesta—. Anabelén, muy estresada cortó el teléfono. Luego llamaron a Luna.

—Oye Lápis, soy Geraldo. Vamos junto a Anabelén a celebrar con confeti y malteadas. — dijo él.

— ¡Ahora no! Encontramos a quien mató a Policarpo. — dijo Luna, quien iba al volante.

—Mejor dicho que encontraron como Ignorar una fiesta con confeti. — Luna cortó la llamada, y volvió a conducir.

—Clásico de Geraldo— le dijo a la detective.