1447 Palabras
Joaquín detuvo a Martín y lo abrazó.
—Créeme, no vale la pena. Estamos a salvo sin ella. —
—No lo entiendes Joaco, ella era una buena persona, no se merece esto— dijo Martín mientras pequeñas lagrimas caían, manchando la manga de Joseph. Todos se sintieron tristes por Martín.
—Lo se M— dijo Joaquín en un susurro inaudible.
—Te vas a acostumbrar a estar sin ella, te darás cuenta que haber estado con Martina hubiera sido una horrible decisión y hubieras terminado como Policarpo— le dijo Amanda mientras entraba a su casa.
—Cállate— le dijo Javier mientras cerraba la puerta de su hogar.
Las chicas entraron a la casa de Becky, nadie se atrevía a decir alguna palabra.
— ¿No les parece esto muy extraño? ¿Por qué Martina lo habrá hecho? Ella se llevaba muy bien con Policarpo. — dijo Carmelia finalmente, rompiendo el silencio. Todas escucharon muy atentas.
— ¿Vieron el modo que Anabelén le fue tan infiel a Martina? Ella ha ayudado a la detective muchas veces a conquistar a Mortibel. ¿Así se lo paga?— dijo Tiffany. A todos se les empezó a aclarar las ideas.
—No creo que Martina mató a Policarpo. Si alguien debe ser culpada es la detective o también Mortibel, él debió haber sido el primero en culparla— dijo Nancy severamente. Becky escuchó las opiniones de sus amigas y tomó una gran decisión.
—Chicas, algo aquí no anda bien. Martina definitivamente no mataría a nuestro Policarpo, todo esto debió haber sido la culpa de Mortibel. Tenemos que encontrar la forma de sacarla de la cárcel. — dijo Becky.
— ¿Acaso vamos a poner en riesgo nuestras vidas por ella?— dijo Sara, quien no conocía mucho a Martina. Las chicas estaban horrorizadas por la pregunta de Sara.
—Ella pondría en riesgo su vida por la de todos aquí en el pasaje y nos ha ayudado mucho, así que devolvámosle el favor. — dijo Carmelia decidida.
— ¿Y qué es lo que tenemos que hacer?— pregunto una de ellas.
— ¡Salvar a Martina!— grito Tiffany. Y todas brindaron en honor a su amiga.
Mientras tanto, en la cárcel de mujeres, los policías iban a encerrar a Martina, cuando de pronto apareció Anabelén corriendo hacia ellos.
—Yo me la llevo, ustedes tendrán su momento de descanso. — dijo Ana mostrándoles su placa. Ella agarró a Martina y le guío a una de las celdas. El pasillo cerca de ahí, estaba sombrío, oscuro y vacío. Lo único que se podían escuchar eran los pasos de las dos muchachas. Encontraron la celda y viendo que no habían más policías, Anabelén abrazó a Martina y comenzó a llorar.
—Discúlpame, te lo ruego, nunca debí hacerte esto. ¿En qué estábamos pensando?— dijo la detective.
—Tranquila, lo que hicimos fue lo correcto, si no hubiéramos seguido el plan de Eduardo, tú hubieras perdido tu trabajo y eso no sería bueno. — dijo Martina tratando de calmarla. Anabelén no estaba de acuerdo con ella.
— ¿Acaso estás loca? Prefiero perder mi trabajo, a que una de las personas que me ayudó a conquistar a Morty, se encuentre en la cárcel. Te culpamos por algo que no hiciste. Yo te metí aquí y yo debo salvarte. — dijo Ana.
—Tú sólo encárgate de conquistar a Mortibel. Sé que vendrán a rescatarme de algún modo, si es que Eduardo no les hace algo malo, y hazme un favor, cuida a Martín por mí. — dijo Martina calmadamente. Anabelén se fue muy triste, sentía que todo se desmoronaba por la amenaza que le hizo Eduardo y empezó a recordar lo ocurrido hace dos noches atrás.
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¿Quién mató a Policarpo?
Mistério / SuspenseUna boda y un cadáver. Una chica nueva llego al pasaje para resolver el caso, y se encontró metida en un lio que presenta un riesgo para ella y para todos sus amigos. Una amenaza acecha a la vuelta de la esquina, y lo único que protege al pasaje es...