Episodio 16.5: El Reencuentro

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(1070 Palabras)

-Esto ocurre el mismo día que la cena-


Era un soleado día en la ciudad de Santiago. El aeropuerto, como siempre, estaba repleto, pero en medio del caos, un hombre sobresalía. Barrió con su mirada el lugar completo en busca de algo, o mejor dicho, alguien.

Al otro extremo del mismo, una chica pálida, con pelo corto y negro, se bajaba de uno de los muchos aviones del lugar. (e/n: es un aeropuerto, que esperan?)

Y luego de diez minutos de búsqueda, ambos se encontraron

— ¡Camila!— le grito a la desconocida, tratando de llamar su atención.

— ¡Tomás!— lo reconoció ella, dejando sus maletas de lado y corriendo a abrazarlo. — ¡Oh cuanto tiempo!— dijo, volviendo a buscar sus maletas rápidamente, solo que ahora acompañada de su buen...  "amigo"

Una vez subidos al auto, y ya pasada la emoción del reencuentro, es cuando Camila noto algo distinto.

— ¿Y Martina? de seguro ella hubiese querido venir, ¿no? ¿Sabe que venía?— pregunto Camila extrañada, lo cual solo fue respondido con un silencio incomodo de parte de Tomás. — ¿Tomi? ¿Qué le paso?— pregunto más preocupada con cada segundo que pasaba.

—no ha muerto si eso te preocupa. ¿Quieres que te lleve a verla?— preguntó el nervioso.

— ¿enserio estas preguntando algo tan obvio? sí, quiero verla, lo más pronto posible. — dijo ella, y el resto del viaje fue silencioso.

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Mientras tanto, en la cárcel femenina "Nueva Esperanza," Martina se encontraba ansiosa. Ese día llegaba Camila, su mejor amiga, al pasaje, y ella no estaría ahí para verla. ¿Qué pasa si le cuentan lo que hizo? ¿Qué pasa si Camila no quiere verla nunca más?

—Señorita Martina, tiene una visita. — dijo una de las guardias, sacándola de sus pensamientos. Extrañada, la siguió hacia la sala de visitas, en la cual nunca antes había estado, ya que esta era su primera visita :(.

— ¿Porque estamos acá? ¿A QUE TE REFIERES CON QUE ESTA EN PRISIÓN?— dijo una voz conocida desde la sala de visitas.

— ¿Camila?— dijo Martina entrando a la habitación. En ese momento, la persona que había estado gritando hace unos segundos rápidamente se dio vuelta y la abrazo.

Camila

—Te espero en el auto Cami— dijo Tomas, claramente incómodo. —Qué bueno verte Martina. — susurro antes de salir.

— ¿Cómo te fue en la academia de arte?— pregunto Martina, tratando de evitar la típica conversación de "¿cómo llegaste a la cárcel?"

— ¡Excelente! Fue lo mejor, mientras estaba allí te hice esto, — dijo entregándole un retrato y un collage. —Teníamos que hacer una muestra emocional para nosotros y como tú eres una de las personas más importantes, no te podía no incluir. — dijo Camila, mientras una pequeña lagrima caía por su mejilla.

—Eres la mejor amiga que he tenido, por eso quiero que sepas la verdadera historia detrás de porque estoy acá. — dijo Martina, quien ya había estado llorando de antes. —pero antes, tienes que prometerme no contarle a nadie de esto. Los únicos que saben son Anabelén, Policarpo y Eduardo, ¿okay?— dijo Martina, sabiendo que podía confiar en su mejor amiga.

—okay, pero, ¿quién es Eduardo?— pregunto Camila.

Y así fue como Camila se enteró de todo lo que había pasado, sobre Anabelén, la relación entre ella y Eduardo, el plan de Policarpo y del peligro que corrían todos en el pasaje.

—Que rabia me da ese tal Eduardo, ¡él es el que debería estar en la cárcel! ¡No tú! sé que Anabelén encontrara la forma de deshacerse de él. — dijo Camila, segura de lo que decía

—Pase lo que pase, no dejare que la lastimen, ni a ella ni a nadie del pasaje. — dijo Martina, segura de lo que decía.

—Tranquila, mientras no estés, yo los cuidare. — dijo Camila, y antes de poder añadir algo más, fue interrumpida por uno de los guardias diciendo que el horario de visitas se había acabado.

—Adiós amiga, te amo. — dijo Martina abrazando a Camila.

—yo más, Marti. — dijo Camila, y con eso, se fue.

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Luego de la visita, Marisol y Martina estaban sentadas en el patio discutiendo de sus vidas antes de la cárcel.

— ¿cómo llegaste acá? si no te molesta que pregunte. — dijo Martina.

A lo que Marisol respondió, —He estado acá hace más de un año. Todo empezó cuando mi madre falleció en un accidente automovilístico. Mi padre cayó en una gran depresión, dejándome a mí y a mi hermano por nuestra cuenta. Luego las cosas se complicaron cuando mi papá contrajo una enfermedad grave. Con mi hermano no estábamos en la mejor situación, así que ambos comenzamos a ir por el mal camino. Comenzamos a robar para mantenernos. Todo iba bien hasta que quisimos más. Ese día, nos habíamos preparado, pero lamentablemente no fue suficiente. Sin pensarlo, le dije a mi hermano que se fuera, y cuando llego la policía, fui yo la que sufrió las consecuencias. Sé que mi hermano logro escapar con el dinero, y la última vez que nos vimos me prometió que cambiaría su vida para mejor, pero no lo he visto desde el juicio. Solo espero que haya cumplido su promesa. — dijo, mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus pálidas mejillas.

—Todo estará bien. — dijo Martina abrazándola.

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De vuelta en el pasaje, Camila y Tomas llegaban de su visita en la cárcel. Todos los vecinos se reunían alrededor de su vieja amiga.

— ¡Camila! ¡Tanto tiempo! ¿Cómo están los profesores de la academia?— pregunto luna entusiasmada.

— ¿Se conocen?— pregunto Carmelia extrañada.

—Fuimos compañeras en la academia de arte antes de que yo me convirtiese en policía. — aclaro Lápis.

—A ti te tengo un regalo muy especial. — dijo Camila dirigiéndose a Marco Antonio, una de las personas que la introdujo al mundo del arte. Le entrego una caja envuelta en un precioso papel rojo. —Acrílicos, los mejores que he probado. —
—gracias pequeña, que bueno que se acuerdan de mí, y me traen objetos que valen la pena, y no chucherías. No es cierto Becky?— dijo el agradecido, a lo cual Becky respondió con una risa.
—Ay, si tan solo Policarpo estuviese aquí. — dijo Amanda.
—Que tristeza, pero ¡Hey! ¡Tienes que conocer al chico nuevo!— dijo Nancy.
—Es muy bueno bailando. — dijo Tiffany.
—quizás después. ¿Dónde está Martín?— preguntó Camila, recordando las palabras de emoción de Martina con las que lo describía.
—Tiene depresión. Todo por un tonto romance con esa... Martina. Qué bueno que ya no la veremos por un largo tiempo. — dijo Horacio.
—oh vamos, ¡no pensemos en eso ahora! ¡Este es un momento para celebrar la llegada de Camila!— dijo Becky, y con eso, todos festejaron felizmente a Camila.

¿Quién mató a Policarpo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora