La Proposición del señor Jeon (Kookv) +18

05

A última hora de la tarde, Jin entra en la cafetería. Estoy a punto de cerrar y ha venido para tomarnos unas cañas y desconectar.

—¿Listo para esas cervezas? —me dice con voz animada.

—No te vas a creer lo que me ha pasado —le suelto, sin poderme contener, e ignorando sin querer su pregunta.

—¿Es bueno o malo? —dice, muerto de la curiosidad.

—De todo un poco —respondo.

—Empieza por lo malo
—se adelanta a decir Jin.

—El Gorilla Coffee se cierra esta misma semana.

Jin va abriendo la boca poco a poco.
—Espera, no abras la boca todavía

—le aconsejo

—. Queda lo más sorprendente.
Arquea una ceja, desconcertado.

—¿Lo bueno?

—dice.

—Sí

—afirmo sonriendo.

—¡Vamos, suéltalo ya!

—me apremia.

—El señor Jeon  me vio llorando y cuándo insistió en que le dijera si me encontraba bien…

—Espera un momento

—me interrumpe Jin, gesticulando aspaventosamente con las manos

—. ¿Akiyama Hiroto?
—Si es así como te has empeñado en llamar al señor Jeon, sí

—respondo.

—¿Insistió en que le dijeras si te encontrabas bien?

—continúa.

—No pongas ese tono, Jin

—lo freno en seco, intuyendo por dónde van los tiros

—. Baekhyung  acababa de darme la noticia del cierre de Gorilla Coffee. Me pilló llorando, es normal que me preguntara. Hasta un ogro lo hubiera hecho

—le digo, justificando el comportamiento del señor Jeon  y tratando de no darle la importancia que Jin  le está dando.

—Pero eso no es todo, ¿verdad?

—me pregunta con expresión cómplice en el rostro. Jin me conoce lo suficiente como para darse cuenta de que hay algo más.

—No

—niego, y se me escapa una sonrisilla

—. Cuando le he contado cómo está mi situación me ha dicho que quizá pueda ayudarme. Mañana por la mañana tengo que ir a su despacho a hablar con él.

—¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¡¿Qué?!

—La voz de Jin  es casi un grito

—. Pero eso es estupendo

—dice entusiasmado. Se lanza sobre mí y me da un efusivo abrazo, que acojo como buenamente puedo sin caerme al suelo

—. ¡Dios mío! Vas a ir al despacho de Akiyama Hiroto.

—De Jeon Jungkook

—apunto.

—¿Se llama Jungkook? Joder, hasta el nombre lo tiene bonito.

—En esos momentos, Jin  parece detener sus pensamientos en seco

—. ¿Vas a trabajar para él?