Twenty nine

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Cierro la puerta a mis espaldas tratando de hacer el menor ruido posible.

Los ojos se me agrandan de golpe cuando veo a jungkook  cubierto únicamente con una toalla que tiene sujeta a la cintura.

El torso está aún medio húmedo, resaltando su musculación, y el pelo oscuro aparece revuelto y mojado. Tiene las espaldas anchas, la cintura estrecha y unas piernas largas y fibrosas como las de un atleta. ¡Dios santo!, se lo ve tan sexy, tan… exótico, recortado contra el cielo crepuscular del atardecer que se vislumbra por la ventana.

El pulso se me acelera vertiginosamente y siento un calambre en mi miembro mis hormonas se ponen en alerta, como soldados frente a un campo de batalla, dispuestos a luchar.

Esto no es normal, me digo a mi mismo en silencio.

Me siento algo avergonzado. Es como si jungkook  emitiera un extraño olor que me atrajera irremediablemente hacia él.

Si no fuera porque no creo en la magia, juraría que estoy siendo presa de un oscuro hechizo.

Nunca más volveré a subestimar el poder de la testosterona. Sobre todo de la de Jeon Jungkook.

Inspiro hondo y exhalo el aire despacio, tratando de serenarme, pero no me da tiempo. En menos de lo que dura un latido, jungkook  da un par de enormes zancadas y se abalanza sobre mí con ojos llameantes.

Con manos autoritarias y poderosas me coge el rostro, me atrae hacia su boca y me besa sin que me dé tiempo ni siquiera a respirar.Mi corazón late desenfrenado cuando sus labios se adueñan de los míos con tanta vehemencia que siento que me ahogo.

Silenciosamente me arrastra hasta la cama, me deja caer en ella y se sitúa sobre mí, sin dejar un solo segundo de besarme. Su lengua invade mi boca, exigiendo jugar con la mía.

—Jungkook …

—murmuro entre dientes, intentando coger aire.

—Shhh…

—susurra autoritario

—. Quiero hacerte mío otra vez…

—asevera con la respiración agitada.
Sus palabras me encienden de inmediato, igual que un chispazo, haciendo que la sangre circule por mis venas como un torrente de llamas terrminando en un dolor debajo del abddomen.

Su olor, a gel, a limpio, a recién duchado… me excita más aún, embriagando cada uno de mis sentidos. ¿Cómo es posible que tenga este insólito efecto sobre mí?

Me siento flotar envuelto en su cuerpo, como si estuviera en un estado de ingravidez total mientras vuelve a besarme una y otra vez y yo correspondo a su fogosidad como buenamente puedo; los labios no me dan de sí para abarcar su boca. Es tan pasional…

Baja suavemente la mano derecha por mi abdomen y la posa en la cintura. Segundos después, la desliza unos centímetros más, la mete habilidosamente por el pantalón corto y el borde del boxer dejandola un rato en las caderas haciendome doler el miembro.

Voy a derretirme por dentro, pienso al borde del éxtasis. Sus manos son como un dulce veneno.

Sigue bajando hasta que entra en contacto con mi miembro. Una ola de calor asciende por mi cuerpo. Jungkook separa unos centímetros el rostro del mío y me mira atentamente, conteniendo la respiración, mientras abraza mi miembro con su mano desbordante de llamas.

Suelto un fuerte gemido y él aprieta los dientes al tiempo que lleva su mano a mi entrada y mete el dedo lentamente, acariciando las paredes de mi interior A medida que me acoplo al movimiento, levanto las caderas, e instintivamente trazo círculos para obtener más placer.

La Proposición del señor Jeon  (Kookv) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora