16

6.1K 752 99
                                    

—No entiendo por qué recurres a esto

—me atrevo a decir, apuntando al contrato

—. Puedes tener a la persona que quieras solo con chasquear los dedos. Entonces, ¿por qué recurrir a esto?

Jungkook  se echa hacia atrás, recuesta la espalda en el respaldo de la silla y apoya las manos en los reposabrazos.

—Si hay algo que detesto en este mundo es perder el tiempo

—dice

—. No me gustan las citas, las flores, los bombones. No me gusta tener que calentarle el oído a una persona para llevármela a la cama. Me aburre.

Soy mucho más directo que todo eso. Si tengo ganas de follar, quiero tener una persona con quien hacerlo sin necesidad de pasar por los tediosos previos.

—Es una cuestión de comodidad

—comento.

—Tal vez…

—dice jungkook.

—También podría pagar…

—suelto a media voz. Mi subconsciente está volviendo a hacer de las suyas sin pedirme permiso.

Jungkook  se acaricia la barbilla con la mano.

—No tengo nada en contra de las prostitutos, pero no me pone absolutamente nada pagar para follar.

—No hay mucha diferencia con lo que estás haciendo conmigo.

—¿Eso crees?

—Jungkook  ladea la cabeza y busca mi mirada, y aunque trato de rehuirla, no lo consigo, porque él siempre acaba atrapándola

—. Entiendo que puedas pensarlo. Sin embargo, la diferencia es abismal: legalmente no va a existir un pago a cambio de sexo, por lo que no llega a ser prostitución y, además, tú serás solo y exclusivamente para mí

—afirma. Su mirada se torna lujuriosa y tan intensa que siento como mis entrañas se contraen

—. Pese a lo que pueda parecer, lo quiero todo de ti. Absolutamente todo.

—Hace una pausa sin apartar sus ojos de los míos y piensa lo siguiente que va a decir

—. Hay algo que tienes que tener claro para evitar malentendidos

—dice con rostro serio

—. No soy un hombre cariñoso, ni tierno. No esperes de mí abrazos, ni mimos, ni carantoñas, ni flores, ni palabras de amor susurradas al oído. No soy dado a esas cosas. Por eso ni tengo ni quiero tener pareja. ¿Entiendes eso?

—Sí —contesto.

Así no tiene que soportar —palabras textuales de él el día que estuvo en mi apartamento

— nuestras lágrimas, nuestras quejas, nuestros caprichos, ni que le digamos lo que tiene que hacer o lo que no.

No se me olvida que no quiere compromisos, y más vale que lo tenga muy presente si no deseo meterme en un lío del que, probablemente, saldría mal parada.

—Bien —dice, conforme

—. Si eso está claro, si sabemos qué papel tiene cada uno en esta historia, no habrá problemas ni malos entendidos entre nosotros.

—Hace una pausa en su alegato para meter el contrato firmado en la carpeta de solapas verde oscuro y guardarlo de nuevo en el cajón del escritorio

—. ¿Te dará tiempo a recoger tus cosas en dos días?

—me pregunta, prestándome de nuevo toda la atención.

La Proposición del señor Jeon  (Kookv) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora