¿Noviazgo o Amistad? [#2]

Capítulo 2

Nuestras pequeñas e improvisadas vacaciones habían llegado a su fin, lamentablemente el caso. Nuestros queridos visitantes se estaban preparando para dejar la humilde morada que compartía con Aylen y mis hermanos. Mis padres nos habían conseguido un departamento cómodo para mis hermanos y yo, y habíamos convencido a Aylen que se quedara con nosotros.

El departamento tenia dos habitación con dos camas cada una, y su baño. Tenia una cocina, su sala y un balcón. Perfecto para nosotros cuatro.

No estuvo listo hasta hace dos días, que fue cuando dejamos la suite del hotel.

— Oye, risitos castaños — quito mi vista de mi teléfono y miro a mi loco amigo, Ryan. — Un pajarito me dijo que puede que caigas en depresión por mi partida

Niego y vuelvo a posar mi vista en mi teléfono. — Ese pajarito te dijo una vil mentira

— ¡Ya estamos listas! — grita Annie saliendo de mi habitación acompañada de mi mejor amiga.

— Antes de que se me olvide, Aaliyah Sanders — me llama mi mejor amiga — Mas te vale que no te consigas una nueva mejor amiga en la universidad porque soy capaz de...

— Yo también te voy a extrañar, Laura — respondo riendo. — Y no podría reemplazarte, tonta

— ¿A mi si me vas a reemplazar? — pregunta Kian saliendo de la cocina con una manzana a medio comer

— Si, a ti si — bromeo.

— Muy graciosa — me fulmina con la mirada.

— Ya en serio, no los voy a reemplazar a ninguno — respondo. — No hay nadie como ustedes

— Aww, ¡abrazo grupal, gente! — grita Alexander levantándose del sofá. Nos acercamos a él y nos abrazamos como podemos.

Iba a extrañarlos a todos, había pasado el mejor verano de toda mi vida gracias a ellos.

— Se hace tarde, y nosotros tenemos un largo camino que recorrer — habla Joe.

Los tres tomaron sus maletas, los gemelos ayudaron con las demás, Annie y Laura hicieron lo mismo, y Aylen y yo las ayudamos con las demás maletas. Tomamos el ascensor hasta el estacionamiento, allí estaban la Range de Ryan y el Audi de Annie.

— Llegó el momento de decir adiós, señoritas — dice Joe abrazando a su novia.

— Nunca digas adiós porque adiós significa alejarse y alejarse significa olvidar — digo mi frase favorita de la película de Peter Pan y lo hago mirando a Kian.

— Ven aquí, corazón — me dice abriendo sus brazos, me acerca y lo abrazo lo más fuerte que puedo.

Creo que voy a llorar.

— Nos vamos a ver seguido ¿esta bien? — dice susurrando en mi oído mientras acaricia mi rizado pelo.

— ¿Qué tan seguido? — pregunto a un solo paso de ponerme a llorar. — Estas a casi seis horas de distancia

— Los fines de semana, hablaremos todos los días, o al menos la mayoría de ellos

Pequeñas gotas de lágrimas salen de mis ojos y Kian se da cuenta ya que acabaron en su cuello.

— Hey... — hace que me separe de él, toma mi rostro entre sus manos y con sus pulgares elimina el rastro que deja mi lagrimeo. — Hemos superado muchísimos obstáculos, podemos superar este ¿ok?

— ¿Y si no podemos?

Es irónico como hace tan solo unos días, yo era la optimista y él el negativo.

— Lo haremos, lo prometo

Asiento y vuelvo a abrazarlo. — Te amo, Kian. No lo olvides — digo alejándome para mirarlo a los ojos

— No lo olvidaré, lo prometo. ¿Y sabes algo? Yo te amo muchísimo más

Sonrío y beso sus labios. Nos besamos con lentitud, pasión, amor y necesidad asegurándonos de tener una dosis suficiente para no olvidarnos del sabor de los besos del otro.

No sabemos cuando vamos a tener este tipo de acercamiento con el otro, tal vez pasarán días (claro está), semanas y tal vez meses pero tengo la esperanza de que no dejaremos que esas horas que nos separan del otro, arruinen nuestra relación.

Ya lo perdí o estuve a punto de perderlo una vez, no quiero que eso se repita.

Entre llantos pasé a despedirme de mi mejor amiga, lo mismo pasó con Ryan con Joe y con Annie también.

— Cuídense y por favor, avisen cuando lleguen ¿esta bien? — les digo una vez están todos en su respectivos autos y compañeros de viaje.

— En cuanto estemos instaladas, te llamamos — me promete Laura. Miro a Ryan esperando una confirmación de su parte.

— Vamos, tu novio va con nosotros, te avisará en cuanto lleguemos

— Así me gusta

Nos despedimos por última vez y luego los vemos como salen del subterráneo.

—Espero que no pase tanto tiempo para volver a verlos — dice Aylen entrelazando su brazo al mío.

— Yo también espero lo mismo — respondo aun mirando la salida.