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Momo:
Hey! 👀

[Momo ha enviado un archivo]


Momo:
Hola??

Momo suspiró dejando su teléfono a un lado. Después de la última vez que habló con Dahyun, más específicamente cuando envío una foto suya, ella no contestó más. La menor le había dicho que sus padres habían llegado, y sin más no volvió a dirigirle la palabra, ni en mensaje, ni mucho menos en persona, aunque agradecía eso último.

— ¿Crees que se haya molestado? — Era extraño, pero Momo hablaba tan bajo que se notaba decaída, pues no era normal que estuviese así.

— No, no, ella te respondió con fotos sino es que hasta más candentes. Quizás sus padres la atraparon. — Jeongyeon quien estaba a su lado, bebió de su bote de refresco, analizando cada una de las actitudes de Momo.

— ¿Entonces sus padres pudieron haber visto que hablaba conmigo? — Entro en pánico imaginándose lo peor: los padres de Dahyun mirando las fotos que enviaba y juzgándola como un monstruo. 

— No me refería a eso...

Momo se dejó caer en la mesa, sonando estruendósamente su cabeza por el golpe que se llevó.

— Se arruinó, todo se arruinó. — Murmuró escondiendo su cara en sus brazos.

— Hey, no te pongas así. — Jeong no sabía que decir, nunca había visto así a Momo, comúnmente ella se reiría de esto y se buscaría a alguien más. Pero ahora era muy distinto.

Jeongyeon talló la espalda de la menor, pensando que así podría ayudarla un poco aunque no fuera nada. Sin embargo, no notó la mirada directa y penetrante que  una chica menor a ellas dos les daba, fulminándolas discretamente.

Y es que Dahyun no podía tan siquiera ver a la cara a Momo, puesto que aquella noche, justo después de que entraron sus padres a casa la vieron no sólo jugando con su entrepierna y  tumbada en la sala, sino que también le arrebataron su teléfono y vieron aquellas indecentes conversaciones. ¡Por qué demonios sus padres avisaban que ya habían llegado justo cuando ya están en la sala!. Afortunadamente ellos no notaron que con quién hablaba era una mujer, pues solo miraron la última parte de la conversación donde parecía solo un chico más, pero eso no evitó la reprimienda que se llevó Dahyun. Todo esto llevó a una clásica discusión en ese hogar nada fuera de lo normal, entre hija y padres, con el argumento basé de que ellos nunca están en casa y que no les importaría realmente si se acostaba con alguien o no, al fin y al cabo no le prestaban la atención suficiente para al menos saber si tenía novio, o si iba bien en la escuela. Y claro que era verdad, sus padres no pudieron contra eso dejando en paz a su pequeña hija.

Estaba muy avergonzada con Momo, pues aunque ella no supiera lo que ocurrió aquel día, su conciencia no la dejaba en paz, sintiendo parte de culpa y una extraña sensación que no la dejaba siquiera acercarse a ella. Y eso la hacía sentir muy mal.

Notó que su teléfono vibró, notificándole un nuevo mensaje. Era Chaeyoung. No dudo en contestarle, una pequeña conversación trivial no fuera de lo común. Eso claro, tratando de evitar a toda costa el mirar aquel mensaje que Momo le había mandado ésta mañana. Pero mierda... Era muy tentador. Se despidió de sus amigos y se fue al baño, se encerró en uno de los cubículos y soltando un largo suspiro abrió aquel chat.

Su cara no pudo ponerse más roja, y una idea cruzó su mente. Mordió su labio inferior pensando arduamente si hacerlo o no.

[Dahyun ha mandado un archivo]

Dahyun:
Quiero mandarte más, pero deberás esperar a que acabe la escuela. 🔥💕

Se mordió ahora las uñas, hablar con Momo de esta forma le ponía los pelos de punta y su nerviosismo era evidente. Se sentía extraña, pero no podía evitar sentir un placer al mandarle ese tipo de fotografías.

Just Like A Virgin (G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora