Just Like A Virgin (G!P)

•5

El mundo para Momo siempre fue una aventura. Con su poca analítica e inteligencia, ella vive el día a día como si fuera siempre el único y último. Claro qué, eso nunca le trae cosas buenas.

— Momo, hola, yo quería saber si lo de aquella noche... Tú sabes... — Una chica joven y bella se acercó a la más grande, quien la miró sin ninguna expresión en su rostro. — ¿P-pudo significar algo?

— ¿Algo como qué?

— N-No sé... S-sentimental — la voz de la pobre chica se iba apagando cada vez más, y su rostro era ya de un rojo pintoresco.

— Hmm. — Momo pasó su mano a su barbilla pensándolo... Sí claro, como si esa cosa pensara. — No, me parece que no.

— ¿N-No? ¿No qué?

— No significo nada. — Sonrió, la muy... Sonrió ampliamente. — Bueno, si me disculpas debo irme. Por cierto, si quieres que se repita, solo háblame, ya sabes dónde estoy. — Guiando su ojo salió de la vista de esa pobre chica que se desplomaba en el suelo, no sólo por el rechazo, no, no, no, sino por la vergüenza que le hizo pasar la japonesa.

— ¡Jodete Hirai!

— Pero si la que te jodió a ti fui yo. — Parecía como si saliera de una película, triunfando sin parar de reír.

Sí, así era Hirai Momo. A ella no le importaba ni un poco el detenerse a pensar en lo que sus acciones pueden causar en los demás, ¿Por qué? Bueno, simplemente porque no le interesaba. Si lo que hacía le traía un beneficio, ¡Pues que mejor! Sin embargo cuando era muy superficial, entonces le daba igual. Como decía, vive el día a día como si fuera el último, por ello no desperdicia su tiempo en cosa tontas como, por ejemplo, lo que esa pobre chica buscaba. En pocas palabras, era una descarada que solo piensa en su bien.

Pero, como todo cliché de cuento de hadas, siempre hay alguien que, sin darse cuenta, puede cambiar a la bestia. Quizás para la japonesa, el querer algo casual con Kim Dahyun era una de sus tantas conquistas de un sólo día, sin embargo, en sus ojos y la forma en que la mira existe un brillo sin igual que nunca se le había visto. Era extraño. Cómo un día la conoces, platican sobre lo que les gusta y lo que hacen en su tiempo libre notando lo mucho y poco que tienen en común, se relaciona como amigas, y bueno, un sin fin de cosas más. Desgraciadamente, ella es demasiado popular, y Momo era sólo una persona más.

Dahyun era bien conocida en el campus por ser una mujer hiperactiva, que fácilmente se lleva con cualquier persona. Era maravillosa. Y para Momo, su único objetivo era estar con ella; incluso a la japonesa se le hacía extraño pensar todo el día en Dahyun, y no de una forma sexual, riéndose de sus gestos, de lo que hace, admirando cada parte de su rostro. ¡Mierda! Que Momo estaba volviéndose loca.

Pero como era Momo, no le importaría nada lo que le costase consiguir al menos una cita con la coreana. Como si fuera el último día.

Frijol de tigre 🐅:
Aún quieres el contacto de Dahyun??

Momo rió en sus adentros.

Momo:
Sabes que sí.

Frijol de tigre 🐅:
Te ha mandado un contacto: @Dahyun

Momo:
Bien, ahora necesito que me ayudes a idear un plan para hablarle sin sonar o verme extraña. Nos vemos en la cafetería.

Momo:
Oh, y lleva al pingüino amargado, me servirá de mucho.

Frijol de tigre 🐅:
Pero Momo...

Frijol de tigre 🐅:
¿Momo?

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