— No necesito repetirlo Chaeyoung, ¿Dónde está mi hija? — Demandó con voz fuerte el señor Kim después de que la menor saliera del baño con su teléfono en mano.
— S-Salio a comprar dulces para la noche... — Dijo dudosa con su lengua trabada. Ese señor era de temer, y el pequeño tigre se había vuelto un indefenso gatito.
— ¡No mientas! Dime dónde está, ahora.
— Emm... Y-Yo... — Chae dió unos pasos hacia atrás sin dejar de ver la dura mirada de Kim. Topó con la pared y se deslizó un poco en ella hacia abajo.
— Olvídalo, es imposible. La llamaré yo mismo.
El más grande tomó el teléfono de Chaeyoung, quien no dijo nada, sólo rezó porque Dahyun no fuera atrapada, aunque sonara imposible. Él marcó al contacto, esperando tres tonos desesperantes que sólo aumentaban su enojo.
— ¿Chaeyoung? Ya voy de camino, resiste un poco más. Momo me está llevando a tu casa, sólo... — Sonó tras la línea, pero aquella voz fuerte y furiosa que sólo su padre tenía la calló de inmediato.
— ¡Te vas directamente a casa, Kim Dahyun!
— ¿P-Padre?
Colgó, y nuevamente ese ruido incesante era lo único que se escuchaba tras la línea del teléfono.
.
— ¿Está todo bien? — Momo quien conducía preguntó con preocupación después de escuchar el berrinche que Dahyun estaba haciendo.
— ¡No! ¡Nada está bien! Mi padre quiere verme en casa... — Cerró sus ojos con frustración. La mayor quitó su vista del frente y la posó en la más pálida.
Dahyun le dictó una nueva dirección, la de su casa, y Momo sin chistar se dirigió hacia allá. No quería preguntar lo que ocurría, pues no sabía si sería buena idea después de ver su reacción hacia su padre. Se nota que no se llevan muy bien, y que también, no le irá de la mejor manera en su casa.
— Será mejor que me dejes aquí. — Dahyun dijo haciendo detener el auto a la japonesa, quien la miró extrañada, faltaban tres cuadras hasta llegar a su casa. — Si mi padre te ve probablemente te mate, él es así.
Dahyun soltó aire pesadamente mientras se quitaba el cinturón de seguridad. Sin embargo, Momo también lo hizo y bajo del coche, esperando a que ella bajara y se fuera a su lado. La japonesa se sentía culpable, aún sin saber los problemas familiares que la menor tenía, ella no podía dejarla sola como si nunca se hubieran visto. Algo que Momo nunca creyó hacer, en especial por el pavor que le tiene a los padres de sus ligues. Era un riesgo que veía como obligación, sin embargo, le salía del corazón querer ayudar a la coreana.
Dahyun se sorprendió, y no importó la veces que trató de detener a Momo, ella de la manera más terca se encaminó directo al hogar Kim.
Al llegar no hizo falta ni llamar a la puerta, su padre se encontraba ya frente a ésta, su madre junto de él acariciando su brazo para calmarlo con un semblante preocupado. Momo tembló tan sólo de verlo, y esa valentía que había formulado para caminar junto a Dahyun se había esfumado como una nube.
— Kim Dahyun, no sé que hace esta persona en frente mío, pero más vale que se retire, sino no responderé en lo que le ocurra. — Momo tragó con un nudo en su garganta.
— Señor, yo...
La mayor tembló cuando aquel hombre alto y canoso se acercó a pasos pesados hacia ella, con el seño tan fruncido que parecía estar muy entumecido. Sí lo miraba directamente, estaba segura que se haría pipi, y eso no sería una buena imágen. Aunque claro, ya nada puede arruinar el momento.
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Just Like A Virgin (G!P)
FanfictionLa primera vez de alguien es el momento mágico de cualquiera... excepto para Mina quien desesperada busca el momento en el cual dejé de ser una casta señorita. Si bien, nunca lo ha logrado, nunca sabes bajo que situación puedes encontrarte. Ni muc...