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— M-Mierda... — Los ojos de Tzuyu se dilataron ante lo que veía. 

Su cuerpo parecía ser tan liviano pese a los temblores y las oleadas eléctricas que recorrían su columna, tal vez algo excitada, que aún así tuvo que reposar su espalda sobre el lavamanos al igual que sus propios brazos en busca de soporte.

— Jihyo... ¿Q-Qué haces? — La voz de Sana sonaba entrecortada, y como no estarlo, era presa del nerviosismo que las manos de la menor le producían.

Aún estando en aquel incómodo (para Sana) abrazo que la coreana le propiciaba, Jihyo mantenía su sonrisa algo perversa. Sus manos se dejaron llevar por las finas curvas de la japonesa poniéndole los pelos de punta, obligándola a intentar apartarla de si misma con ligeros empujones que de nada servían.

— Tú te follabas a mí Chewy ¿cierto? — Hizo una pausa para alzar su mirada al sentir como Sana se tensaba sobre sus brazos. — No te culpo, ella es tan jodidamente sexy que hasta yo lo haría si no estuviera conmigo.

Tzuyu desde su posición escuchaba atenta sin poder evitar que las palabras y acciones de Jihyo, acariciando las piernas descubiertas de Sana y mordiéndose el labio de forma sensual mientras la japonesa intentaba alejarla, causaran que su entrepierna poco a poco empezará a endurecerse.

— N-No yo no quise... — Se excusó torpemente al sentir la mano de Jihyo intentar colarse por su falda.

— No me importa, ¿sabes por qué? — Nuevamente sus ojos penetraban los suyos y su rostro lentamente comenzaba a acercarse peligrosamente al suyo. — Porque a pesar de que tú también estás jodidamente buena, ella me eligió a mí, ¿cierto?

El rostro de la coreana, aún estando a centímetros de una hipnotizada Sana, se volteo a ver a Tzuyu esperando una respuesta obvia y destacando la notoria erección que relucia de sus pantalones.

— S-Sí... — Contestó la más alta, desesperada por saber lo que planeaba Jihyo.

— Y es por eso que no me da miedo compartirla, aunque sea sólo por hoy... Porque creo que también me agradaría saber que se siente hacerlo contigo. — Finalizó sorprendiendo a la mayor de las tres quien abrió su boca en reacción a sus palabras.

Y gracias a su descuido, Jihyo se abalanzó sobre sus labios y sin ningún aviso su lengua de igual forma  se adentraba sin invitación al tacto con la de Sana. Tzuyu jadeo por lo que sus ojos veían, excitada y complacida de verlas. El alcohol estaba presente en el sabor de sus labios, y Sana sabía que Jihyo no se encontraba en sus cinco sentidos y que tal vez esto era algo de lo que seguramente se arrepentiria como todo lo que había hecho hasta ahora. Pero Dios, era tan embriagante que no dudo en corresponder con la misma ferocidad con la que Jihyo la besaba.

Sin embargo no tardó en reaccionar. Con fuerza empujó lejos a Jihyo perdiendo un poco el balance, ésta por su lado sólo soltó una risilla.

— N-No, esto no está bien... No quiero más problemas clm ustedes. — Dijo agachado la cabeza, pues era cierto, no quería que por su culpa aquel par tuviese de nuevo una pelea grande.

Pero Jihyo en cambio sólo torció un poco su cabeza y dejó escapar un ruido casi de ternura.

— De eso no te preocupes, Tzuyu y yo estamos de acuerdo en hacer ésto, ¿o no cariño? — Jihyo habló de manera despreocupada, sonando tan convincente, que pareciera como si no hubiese bebido ni una gota de alcohol.

Tzuyu asintió aún sin estar del todo consciente de la situación que la rodeaba. Ella sólo quería ir al grano, pues el alcohol no le dejaba pensar bien, y su deseo sólo la ponía más ansiosa.

Just Like A Virgin (G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora