Jimin se encontraba muy nervioso, tanto que no pudo articular ninguna palabra para respondonderle a su lindo novio, el cual esperaba impaciente la respuesta de su mochi.
No obtuvo respuesta ya que el chico puso sus brazos alrededor del cuello de su ahora prometido, para romper la distancia que había entre ellos, acto seguido ambos unieron sus labios en un cálido beso y eso basto para que Jungkook se tranquilizara, hasta que se separaron por la falta de oxigeno.
—¿Entonces eso fue un si? —le pregunto el chico bromeando.
—claro que si bobo ¿o quieres hacerme dudar? —Le dijo también bromeando —¿Me pondrás el anillo o solo lo trajiste para que lo mirara? —puchereo.
—Estaba tan nervioso hace poco que lo había olvidado, perdón bebé —Formulaba esas palabras mientras tomaba la mano de su hermoso prometido para colocarle el anillo en su pequeño dedo anular.
—Es muy lindo —Dijo Jimin mientras miraba su anillo.
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—¿Más lindo que yo? —Cuestiono el más alto haciendo un puchero.
—Nada, ni nadie, se compara contigo kookie —le decía mientras los dos comian.
Si, la comida que supuestamente había preparado Jungkook. Algo que Jimin sabia que era mentira porque su suegra le habia contado que su hijo no sabia ni freir un huevo. Después de todo nadie podía ser perfecto.
Después de que los futuros esposos cenaran se fueron a dormir con una gran sonrisa en sus rostros que nada ni nadie podría borrar o ¿si?.
AL DÍA SIGUIENTE...
Se escuchan gritos en la habitación, cosas romperse, zollosos y maldiciones por parte del pelirosa.
