Dos.

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Mis ojos se abren y siento un dolor pesado en el pecho, otra vez ese maldito dolor en el pecho por olvidar tomar mis medicamentos.

Sé que tengo que ser una persona responsable debido a mi enfermedad, tomar mis pastillas, mis descansos, mis citas en el médico, etc. Pero aveces simplemente no puedo.

Salgo de la cama y luego de mi cuarto, para decirle a mi mamá que ya desperté, y la miro sentada en la mesa, leyendo la agenda de citas.

-Mamá... -susurro yendo hacia ella.

-Erick, mañana tienes cita con él médico, y no puedes ir solo -indica apenas me siento al frente suyo.

-Pero si tú me acompañas... -digo confuso.

-No puedo, cariño, si no con gusto te llevaría... 

-Sabes que no tengo a nadie confiable para que me lleve a ese maldito lugar, estoy solo, mamá -digo acercandome más a ella, esperando que lo comprenda- Puedo ir solo...

-¿El tipo de ayer? -me dice con una sonrisa ignorando completamente mi idea.

-Oh, claro. Hoy iré a comprar, y le diré que lo encontré de casualidad,  preguntandóle si mañana gusta acompañarme al médico -digo con sarcasmo.

-Bueno, podemos extender la cita por dos días, así te daría tiempo de conocerlo -me dice mientras se dirige al telefono, y por lo que dice, está extendiendo la cita.

-No confiaria en una persona ni en una vida entera -susurro por lo bajo.

No puedo creer que justo mi mamá, la mujer que mas me protege de todos, esté llamando para extender la cita, solo para que me haga un nuevo amigo. El pobre estaría forzado a estar conforme con mi amistad.

Tomo fuerza suficiente y voy hacia la cocina, mientras me pongo de puntitas para agarrar el frasco en el segundo estante, aún no entiendo por que mi madre lo pone tan alto, sabiendo que soy de baja estatura.

Cuando lo tomo, agarro un vaso y coloco agua mineral, tomo tres pastillas y me las dirijo a la boca, mientras tomo bastante agua.

Luego voy a mi cuarto, pero justo antes de entrar, mi mamá me toma el brazo.

-No hay puré de tomate -me dice seria- Vamos ambos a comprar.

-¿Qué? -digo confuso- Pero recuerdo haberlo comprado ayer... 

Sé que está mintiendo, estoy enfermo pero no idiota, por lo tanto me cambio y me pongo la rpa de ayer, sin ganas de buscar una nueva. Luego tomo mi abrigo y alcanzo a mi mamá en las escaleras, bajando solo dos pisos.

Apenas llegamos al supermercado, mi madre deja de tomar mi brazo para ponerse en frente mio.

-Voy a elegir varias cosas, si quieres tu también puedes, te doy permiso -dice con una sonrisa.

-¿Podrás pagarlo? -pregunto, por que sé que últimamente no nos está yendo bien en la economía.

-Claro que sí, cariño.- dice yendo para la sección de Bebidas, por lo tanto yo voy para la de Verduras.

Siempre fue mi sección favorita, junto a la de Cereales. Es como si hubiera tantos que no pudieras elegir cual llevar.

-¿Otra vez por aquí? -una voz en mi espalda hace sacarme de mis pensamientos, y giro para poder verlo.

-¿Otra vez molestandome? -pregunto mientras frunzo el ceño y una sonrisa se dibuja en sus labios..

-Bueno, parece que eres una persona dificil.

-Parece que eres un idiota.

-Joel -su mano se estira en dirección a mi, y comprendo que se está presentando.

-Erick... -digo aún no seguro y estiro mi brazo para tomar su mano y estrecharla. Luego nos miramos a los ojos y noto que tiene unos ojos profundos, y unas pestañas muy largas.

-Eres muy agradable, Erick -dice y no primero que hago es abrir mis ojos de forma sarcastica, realmente es idiota, muy idiota como para que piense que voy a creerme esa estúpidez- ¿Qué? -pregunta más confuso que yo.

-Oh, vamos ¿Dónde está la cámara? -digo riendo- ¿Alguién te retó a decirme semejante mentira o estás delirando? -expreso con mis manos.

-Me gusta tu sarcasmo, pequeño. Pero no, no es una broma por si dudas... -dice sonriendo.

¿Acaso esté tipo siempre sonríe? 

-Bueno, felicitaciones -digo tratando de irme.

Espera -noto que toma mi brazo y me da la vuelta, haciendome quedar mas cerca de él que anteriormente, lo miro por unos segundos y siento que tiene un olor muy dulce- Aún no dijiste cuando nos vemos...

En serio es estúpido.

Suelto su agarre y lo miro a los ojos- No va a pasar -digo y sonrio forzadamente.

-Eres más lindo cuando sonríes... -dice y noto que mis mejillas están ardiendo, y no dudo que ya están completamente rojas.

-Mañana, en mi casa, a las 2:00... Y te dejaré afuera si llegas tarde. -le doy un papel con mi dirección, que siempre guardo por si algún día me la olvido, y salgo corriendo hacia mi mamá, y noto que me miraba de lejos.

Mi corazón late mas de lo normal, debido a la corrida.

-No corras así, Erick, puede hacerte daño... -indica apenas paro hacia ella.

-De todos modos voy a terminar muerto -digo agitado y recibo una palmada suave de su parte.

-¿Y qué tal? -me pregunta.

-Mañana vendrá a casa... -digo suave, por si no está de acuerdo.

-Fantástico -dice y una sonrisa aparece en mi rostro- Vamos a casa... -dice y miro sus brazos, sin rastro de nada mientras salimos del supermercado y vamos en dirección a casa.

-Dijiste que ibas a comprar varias cosas... -la miro entrecerrando los ojos y paro.

-Bueno, pensé que sería mejor que las compraras tú -dijo y noto que lo dice para que me encuentre de nuevo con Joel, mientras seguimos avanzando.

Si... Parece agradable.

Mound || Joerick || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora