Dieciseis.

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Segunda semana del tumor

-Erick, traje un poco de atún -mi madre entra por la puerta y yo me giro en mi silla, si, una de ruedas.

Joel sale de la cocina y lo toma, saludándola con un beso en la mejilla.

-Estoy haciendo fideos, esto será riquisimo.

-Joel, el atún con fideos no quedan, ew... -mi madre deposita un beso en mi mejilla y Joel hace cara de ofendido.

-Okey, haré arroz, quejoso -antes de entrar a la cocina, acaricia mi cabello.

-Mamá... ¿Me pasas mis vitaminas? 

Ella asiente y las agarra del pequeño estante bajo. Viene hacía mi y las sirve en una cuchara, abro mi boca y mete la cuchara en mi boca, tomo todo el maldito líquido asqueroso y ella vuelve a dejarlo en el estante.

Si, ahora ya no son pastillas, ahora es un líquido asqueroso.

Voy hacía el otro estante y tomo el libro que actualmente estoy leyendo.

¿Realmente hace falta que me muera?

Sé que tengo una enfermedad, pero no entiendo el fin de esto. ¿De qué le sirve al mundo?

¿De qué me sirve a mi?

Lo único importante que puedo destacar de mi corta vida, es el amor de mi madre, y Joel.

Me duele mucho, saber que por mi culpa él va a sufrir por un largo tiempo.

Me gustaría quedarme.

Mound || Joerick || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora