Cuatro.

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-Erick, yo termino de hacer los tacos, tú ve a poner la mesa -se dirigió a mi con una sonrisa y asentí.

Me lave las manos y luego agarré tres platos chicos de la lacena para colocarlos en la mesa, luego tres vasos y así. Saqué la bebida de la heladera y también la coloque en la mesa, justo al centro.

Me dediqué los últimos minutos a ayudar a mi madre, hasta que el timbre suena y noto lo rápido que ha pasado la hora, llegó a punto y me siento feliz por eso.

Mi madre abre la puerta y veo parado a Joel, con una pequeño pote. Mi mamá lo invita a pasar y me agarro de una silla. Pasa y siento que me está mirando demasiado, tanto que noto un leve sonrojo en mis mejillas.

Luego de que saluda a mi mamá, se dirige hacia mi.

-Estaba ahí hace media hora -es lo primero que me dice y levanta el pote que trae para que llame mi atención- Traje helado... -sonríe y siento una descarga en mi estómago, y me gustaría creer que es mi enfermedad.

-No me acostumbro a comer helado a menos que sea de frutilla -lo miro a los ojos y noto que también sonríe con ellos.

-Entonces traje el indicado -deja el pote en la mesa y pide permiso para sentarse, ofrece ayuda pero yo no lo acepto y me dedico a poner los cubiertos.

Cuando todo ya está listo, me siento a su lado y mi mamá al frente nuestro, dejando el plato de tacos al centro.

Cada quien agarra uno y empezamos a comer.

-Considerando que esto no es México, le digo que esto está muy rico, señora...

Mi mamá expresa una sonrisa y hace señas de que va a hablar cuando termine de masticar.

-Erick fué quien los hizo... -completa ella y Joel me mira sorprendido acompañado de una sonrisa, y ya enserio siento que mi estómago recibe mucha corriente.

-B-bueno, mamá me ayudo. -termino de decir y mis ojos van hacia las manos de Joel, noto que se le marcan las venas, y solo tiene un solo anillo en el dedo pulgar.

-Voy al baño -dice mi mamá y veo que Joel mira fijamente hacia una parte de la casa, miro hacia allá pero no distingo nada.

-¿Qué miras? 

-Cita con el médico -entiendo que miró la anotadora- Interesante... -completa y ruedo mis ojos.

-No cuando tienes que ir tres veces al mes... -digo terminando de comer y levantandome para agarrar los platos. Los llevo hacia la cocina y veo que Joel me ayuda a llevar los vasos.

Mi mamá vuelve del baño y sé que va a decir cuando ella también lee el anotador.

-Joel... -detrás de él, le hago señas a mi mamá en tono de negación, pero parece no hacerme caso- Iré directo al grano, Erick tiene una cita con el medico, ya no recuerdo cuando, pero yo ese día no me encuentro disponible, por lo tan...

-Puedo acompañarlo. -los ojos de mi mamá y los mios van hacia él y mientras ella lo mira con una sonrisa, yo lo tomo como la peor idea del mundo.

Joel va hacia el anotador y mira la fecha, me hace gestos para que vaya hacia él mientras mi mamá nos sirve el helado.

-De verdad no tienes que hacerlo...

-Quiero acompañarte, Erick.

-Pero ese lugar es oscuro y feo, y supongo que tú debes pasar tiempo en lugares bonitos...

-Es bonito si vas a estar ahí para entrenerme -mi mamá nos llama para el postre- Te paso a buscar una hora antes -completa y va hacia la mesa, sentandose a comer.

Hago su misma acción y empiezo a disfrutar el sabor del helado, por que nunca había probado uno tan bueno. Veo a Joel y mira fijamente su helado, como si tambien lo deborara con la mirada.

Mi madre come tranquila y cuando termina, se levanta para dejar el pote en la cocina.

-Yo voy a mi cuarto, ustedes hagan lo que quieran y le abres a Joel cuando se quiera ir -me dice antes de salir de el cuarto y entrar al suyo.

-No sabía que tambien tenía que irme... -otra sonrisa se escapa de sus labios y, diablos, la maldita corriente en mi estómago de nuevo.

-¿Tu madre no se preocuparía por ti si no vuelves? -pregunto con ironía y empujo el pote de helado vacio.

-Digamos que soy el único de mi especie -demonios, no tiene familia.

-Yo me preocuparía si no vuelves.

-¿En serio?

-Claro, no quiero compartir mi cama y me preocuparía caerme de ella.

-No quiero decir que eres un idiota, pero ya lo dije -ríe.

-Será mejor que vayamos a mi cuarto -le saco la cuchara de su mano y agarro la suya, mientras lo voy guiando hacia mi habitación. Sus dedos son suaves y me agarra con delicadeza.

Mientras cierro la puerta, él se sienta en mi cama y noto que se pone a mirar cada detalle que hay en el cuarto, desde la cantidad de remedios, hasta la cantidad de libros.

-¿Lees? -se levanta y va hacia mi biblioteca, agarrando uno de los libros y mirando la tapa.

-No mataría el sagrado tiempo que tengo en estúpideces como los videojuegos. Pienso que las palabras son más importantes, y por eso amo leer libros. Pueden describir al autor sin verlo.

-Encuentro bastante lógica...

-¿Acaso tú te juntaste conmigo sólo por que nos gusta el mismo cereal? -se queda perplejo, asi que sigo- Creo que YO me junté contigo por que eres la única persona que me parecio agradable, que no me trató bien sólo por que parecía un maldito niño enfermo.

-No lo eres, Erick.

-Lo dices para que me sienta bien, pero no, no me hace sentir bien. Al revez, me hace sentir tan mal que las personas sean hipócritas diciendome que no lo soy, pensando que me hará sentir mejor.

-No sé que responderte.

-Estoy acostumbrado -lo miro con los brazos cruzados, y el levanta la mirada-  Mirame, ni somos amigos que ya te estoy contando como me siento.

-Somos amigos, Erick.

Rodeo los ojos y se vuelve a mi biblioteca, mientras saca mi libro favorito, Montículo.

-¿Te gusta este libro?

-¿Hablas en serio? -sus ojos vuelven a mi- Amo cada cosa que escribe -me mira con interes y otra sonrisa se dibuja en sus labios. -Sonries mucho -digo.

-Bueno, tu me haces sonreir.

No lo siento extraño, y me agrada aún mas.

-Es demasiado triste que el autor se haya puesto en anonimato.

-Quizás lo hizo por su bien, nunca se sabe que dolor puede ocultar.

-¿Tú que has aprendido de tanto dolor?

-A siempre sonreir. -otra vez sonríe, y puedo jurar que también me gusta sonrisa, me encanta.

Me siento en la cama y él deja el libro, se sienta a mi lado y de nuevo se pone a observar mi cuarto.

-¿Nunca te cansas de mirar?

-Me gusta explorar todo.

'explorar'

-Es bonito... -no me gusta sentirme nervioso, y las pocas veces que me sentí así, fueron en el hospital. Pero me siento extraño cuando estoy con Joel.

Es como si mis sentimientos que nunca aparecerían, aparecen solo con Joel.

Admito que sentir esto me asusta.

Mound || Joerick || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora