Narra Abigail
Mi padre me observó desafiante, se encontraba cruzado de brazos y con una ligera señal de inconformidad en el rostro. Volteé hacia Laura y le pedí que volviera a casa, después de insistir en varias ocasiones, aceptó un tanto reticente.
Caminamos hacia su vehículo aparcado justo en frente, se apoyó en él y soltó una satírica risa. Respiré hondo e hice lo posible por guardar la calma, no me permitiría caer en otra de sus provocaciones.
+"Superas mis expectativas."- Dejó salir incrédulo.
-"¿Qué estás... ?"- No me permitió continuar, se incorporó y frunció el ceño.
+" ¿Has olvidado todos los problemas que esa chica ocasionó?"- Tragué saliva y tomé unos segundos antes de responder.
-" Laura no tiene la culpa de las decisiones de su padre."- Le sostuve la mirada con firmeza.
+" Perdí mi empleo."- Le interrumpí.
-" Conseguiste uno mejor."- Pasó una mano por la frente.
+" Y tú... ¡ya estarías casada!"- Contestó agitado llevándose las manos a la cabeza.
-" Con una persona que no amo."- Murmuré a regañadientes.
+" Tú no puedes..."- Nuevamente le interrumpí.
-" ¿Amar a una mujer?"- Agregué. Dí unos cuantos pasos hasta quedar aún más cerca, admiró mi rostro con un claro gesto de ingenuidad.
+" Es inhumano. "- Me aclaré la voz antes de hablar.
-" Lo inhumano es juzgarme por hacerlo."- Alegué con entereza, él me dio la espalda y apoyó ambos brazos sobre el techo del auto.
+"Abigail..."- No le permití hablar.
-"Pasé más de la mitad de mi vida odiándome por ser diferente... "- Volvió la vista hacia mí, abrió la boca, sin embargo fue incapaz de formular oración alguna.
-"No necesitaba golpes ni ridículas terapias de conversión."- Cerré ambos puños con fuerza, inundada por una gran rabia y continué.
-" Los necesitaba a ustedes."- Mantuvo la mirada en un punto fijo en el suelo, abstraído por sus pensamientos.
Tomando eso como el final de la conversación, volví sobre mis pasos hasta llegar a la casa de Laura. Antes de que llamara a la puerta, esta se abrió. Sujetó mi mano y me guió hasta las escaleras en donde tomé asiento. Se sentó detrás, rodeando mi torso con sus brazos y dejando un pequeño beso en mi espalda.
Coloqué mis manos sobre las suyas, dejando suaves caricias a mi paso. Hizo a un lado mi cabello e inclinó la cabeza hacia mi cuello, contuve la respiración al sentir el roce de su aliento en el oído.
-"¿Estás bien?"- Advertí un cosquilleo en el estómago, era increíble todo lo que Laura podía ocasionar en mi interior.
+"Ahora lo estoy."- Encontré aquellos ojos miel que parecían estudiar la veracidad de mis palabras.
-" Me hiciste tanta falta."- Su voz sonó más vulnerable de lo normal, inferí que había sido una noche difícil para ambas.
+" Y tú a mí."- Con delicadeza, tiré de uno de los mechones de su cabello hasta retirarlo de su cara.
Detalló mi rostro con ambas manos, recorriendo con gentileza cada espacio de él. Posó su mirada en mis labios y anticipé sus intenciones besándola con aquel sentimiento que no me cabía más en el pecho. La tomé entre mis brazos y sus piernas rodearon mi cintura, me puse de pie y sin separarnos, caminé hasta su habitación.
Con el mayor de los cuidados, le recosté sobre la cama y me perdí en cada curva de su cuerpo. El tiempo pareció oscilar entre caricias y su piel, mis manos exploraron su cabello, hundiéndose en repetidas ocasiones en él. Besándola como si de mi boca emanase vida durante el encuentro fortuito de sus labios, dejando que sus dientes atrapen mi carne y disfrutando de aquel dulce suplicio.
Y si me ahogase en el breve absorber paralelo de su aliento, esa muerte sería bella, sintiéndola temblar contra mí cual marea impactar las piedras. Aquel día no hicimos el amor, dejamos que el nos hiciera.
Narra Laura
Desperté sintiendo el calor de nuestros cuerpos, uno de sus brazos descansaba en mi cintura en tanto su respiración serena desvaneció cualquier preocupación que pudiera alterar nuestra comunión. Recorrí gentilmente su brazo con las yemas de los dedos, advirtiendo un ligero quejido de Abigail.
Me moví hasta quedar frente a frente, detallando sus largas pestañas y la forma de sus labios. Aquellos cabellos rubios caían perfectamente hacia un lado y en su gesto era apreciable un toque de paz, sus ojos brillaron al hallar mi sonrisa. Admiraba mi rostro como si de una obra de arte se tratase,cerré los ojos y me permití inhalar su fragancia en tanto una de sus manos dejaba suaves caricias en mi mejilla.
-"Abi...."- Mi voz le trajo de vuelta.
+"¿Sí?"- Mencionó con calidez. Me observó minuciosa en tanto medité mis palabras por unos segundos. Mordí mis labios y tomé aire.
-" Quisiera hacerte una pregunta."- Asintió sin despegar los ojos de mí, haciendo que me percate de mi acelerado corazón.
+"Dime."- Añadió con total parsimonia, poniéndome aún más nerviosa.
-"Me preguntaba si tú..."- Me detuve un momento para tomar valor, apreciando la fascinación que residía en sus ojos. Asintió para que continué, respiré hondo y me obligué a hablar.
-" ¿Quieres ser mi novia?"- Una sonrisa se formó entre sus labios al instante en que concluí la frase.
+"Pensé que nunca lo dirías."- Soltó con diversión sin dejar de sonreír, haciendo que me apene por completo. Tomó mi rostro entre sus manos y dejó un suave beso en mi nariz.
-"Yo..."- Colocó el dedo índice sobre mis labios, impidiendo que continúe.
+" Sí, quiero ser tu novia."- Susurró mirándome a los ojos y sellando aquella decisión con el dulce sabor de sus labios.
***
Hola, sí sé que probablemente el capítulo de hoy está bastante corto pero era esto o dejarlos una semana más sin nada. Este tiempo no he dormido más que 2 horas por día, la Universidad me consume pero realmente deseaba actualizar, así que hice lo mejor que pude. Estoy atravesando por bastantes situaciones adversas las cuales me complican mucho actualizar como antes, así que tal vez en ocasiones actualice cada una o dos semanas.
Recibí un mensaje diciéndome que la historia era bastante dura en cuánto a la trama, respeto mucho sus puntos de vista pero personalmente considero que la obra aborda de una manera muy suave lo que representa la violencia intrafamiliar y la homofobia ya que en la vida real esto es peor de lo que imaginamos.
Finalmente, quiero dedicarle este capítulo a una persona muy maja e interesante, quien me ha hecho replantear un par de cosas e incluso, me ha permitido tener una percepción diferente de la mismísima Helena de Troya. Es un honor conocerte y aprender de ti, querida alma libre, eres un ejemplo.
Y nada, miles de gracias por sus comentarios que me motivan a seguir mejorando. Realmente aprecio mucho sus palabras , hacen que los días sean más amables. Trataré que el siguiente capítulo sea mucho más largo. Gracias por su comprensión.
He visto un par de dudas por lo que aclaro, la historia sigue en pie. En ningún momento me he planteado abandonarla.
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Prohibido (SIN EDITAR)
RomanceLos enigmas del pasado, demasiadas preguntas y una sola respuesta: Laura.