Capítulo 46.- Into the fire

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Narra Abigail

-"Fuiste tú quien me dio el libro."- Finalizó con emoción y una tenue sonrisa en los labios.

Antes de que pudiera reaccionar, me envolvió en un abrazo que volvió cada una de mis piezas a su sitio; con el paso de los segundos su agarre se hizo más fuerte. La atraje hacia mi y correspondí al acto, dejando suaves caricias en su espalda en tanto su respiración volvía a la normalidad.

Retiré parte de su cabello mojado hasta despejar su frente, sobre la cual dejé un largo beso. El peso de nuestros cuerpos nos dejó de rodillas contra el suelo en tanto la lluvia cobraba fuerza a nuestras espaldas. Me permití disfrutar de su cercanía, más allá de la impaciencia que sus últimas palabras me producían, procurando que el corazón no se me saliera del pecho.

Se movió ligeramente hasta quedar a unos cuántos centímetros de mis labios, una de sus manos gentilmente recorrió mi rostro en tanto la otra se sujetaba a mi espalda. Sus ojos me hablaron de la lucha contra sí misma, me observaba con una clara señal de arrepentimiento.

-"Fue en navidad, recuerdo tus ojos y un empaque blanco."- Hablaba con lentitud, como si temiera que la prisa destruyese aquello que rondaba por su mente. Aguardé unos momentos en tanto Laura proseguía.

-"Es difícil explicar, pero sé que eras tú."- Tomé una de sus manos y la llevé a mis labios, depositando un suave beso en ella.

+"Necesitaba escucharlo."- Dejé salir en un susurro, una tibia sensación descendió por mis mejillas. Laura limpió mis lágrimas con gentileza, sellando el espacio entre nuestros labios con un tierno beso.

-" Es todo lo que recuerdo."- Finalizó con un dejo de tristeza en la voz.

Tomé su rostro entre mis manos, advirtiendo la sombra del pasado en la miel de sus ojos. Una parte de mi desesperaba por saber más, sin embargo deseché la idea cuando hallé su temeroso gesto. Poco a poco los recuerdos estaban volviendo a ella, eso tenía que ser una señal. Tomaría tiempo, pero no me importaba ir a su ritmo. Había esperado años por este momento, no me asustaba esperar un poco más.

+" Laura..."- No me permitió continuar.

-" Lamento haber sido injusta contigo."- Negué con sutileza, sin despegar mis ojos de los suyos.

+"Entiendo que esto es difícil para ti."- Hice un ligero movimiento para cerrar la puerta y sentarme a su lado.

-"Es como si mi propia mente me negase el acceso."- Se escuchaba un tanto agobiada, respiré hondo y extendí los brazos, Laura inmediatamente se abrazó a mí. Rodeé su cuerpo con fuerza, sintiendo su respiración contra mi cuello.

Una de sus manos buscó con prisa la mía, entrelazando nuestros dedos. Sin que pudiera anticiparlo, sus labios se apoderaron de mi voluntad. Me perdí en la delicadeza de sus besos y su agradable fragancia que inundaba mis fosas nasales. La lluvia pasó a ser música de fondo en el lenguaje de nuestros cuerpos, no sabía cuánto anhelaba su piel hasta que nuevamente la sentí sobre la mía.

Me limité a disfrutar su tacto, permitiendo que hiciera de mí lo que quisiera. Me embriagó con sus besos y la calidez de su cercanía; descubriéndome adicta a ella. Bebí de la ambrosía que destilaba su ser, naufragando en sus muslos dulcísimos y el éxtasis de su voz.

Un rayo iluminó mi habitación, permitiéndome observar su silueta envuelta en un par de sábanas y completamente aferrada a la mía. Se removió ante el estruendo de la tormenta como si algo le abrumara, comencé a jugar con su cabello pretendiendo tranquilizarla.

-"¿Sabes?"- Su voz llamó mi atención. Volteé hacia ella quien me miraba con una sonrisa nostálgica.

-" La dedicatoria decía que mientras llevara el libro, la oscuridad nunca me alcanzaría. Pero creo que lo que realmente le impidió el paso, fuiste tú, de alguna manera estabas ahí.."- De nuevo aquel nudo en mi garganta me impidió hablar. Busqué desesperadamente sus labios y la besé con apuro, deseando recompensar todas aquellas noches en las que su ausencia me consumió.

Prohibido (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora