Tocaba el violín tranquilamente en la fiesta de navidad de unos treses, no presté atención en mi alrededor, solo me concentré en tocar y sentir las cuerdas siendo presionadas y soltando su melodía para ambientar la fiesta. Con este trabajo planeaba comprarle un regalo a May y a Gerald, mis pequeños hermanos que con un pequeño abrazo y un "Feliz navidad" se conformaban. Si me sobraba quería ahorrar para cuando naciera Astra, la hija de mi hermana mayor, Kenna, estaba segura de que esa pequeña iba a llegar para alegrar a mamá, papá, a mis hermanos y a mí, aunque después de lo de Aspen muy pocas cosas me hacían sentir plena y feliz.
A pesar del infinito cariño que sentía por Aspen entendía que esto no podía seguir así, solo nos engañabamos, él me quería, de eso no tenía duda, pero por eso mismo nunca se atrevería a "condenarme a ser una seis" era lo que decía siempre y yo ya estaba cansada, no seguiría esperando algo que no pasaría.
En estos últimos días había estado intentando ayudar a Gerald, el pobre no encontraba algo en lo que encajara, él odiaba las castas y todo lo que estas implicaban, pero ¿Qué podíamos hacer? No teníamos dinero para comprarnos un lugar en una casta más alta y sobre todo no nos convertiríamos en Kota para conseguirlo, mi hermano después de haber vendido una de sus esculturas y convertirse en un afamado escultor había enloquesido, al principio lo apoyé, pero conforme pasó el tiempo y noté su avaricia me retracté, Kota estaba cegado por el dinero y lo que este implicaba. Kota estaba planeando algo grande, por medio de una carta me dijo que logró contactar con el mejor escultor; Brad Brouillette, esposo de la anterior competidora de la selección; Amberly de soltera Station, ellos vivían en Carolina, su casa no estaba muy lejos de la nuestra, todos decían que eran gente muy humilde y los rumores debían ser ciertos, ya que Amberly Brouillette fue una cuatro pero por amor se había convertido en cinco, todos (Incluyendo a mi madre) se preguntaban porqué seguían siendo cincos, tenían el dinero suficiente para convertirse en cuatros, o hasta llegar a ser treses, pero supongo que esa no era su meta, Brad Brouillette desde sus 17 años se había vuelto un escultor famoso por sus obras que eran magníficas, en cuanto a la señora Amberly ella era pintora, una pintora muy buena a decir verdad, una de sus obras había ido a parar al mismísimo palacio, su hijo Maxon era todo un caso, la mayor parte de las chicas de Carolina estaban vueltas locas por él, siendo sincera yo no le veía nada especial, era un simple chico consentido, él era un fotógrafo, uno de los pocos de Carolina, por lo tanto tenía trabajo seguido, lo había visto una o dos veces en las que habíamos coincidido por la calle y no era la gran cosa, Aspen era mucho más guapo.
Entre pensar y pensar había llegado a su fin la fiesta, ya todo se estaba levantando y la señora Jones me dio mi paga y yo estaba lista para irme hasta que una voz me detuvo.
—¡Espera!— escuché a mis espaldas, era la voz de un chico, jamás había escuchado esa voz, así que me giré para descubrir al dueño, ante mi estaba un chico musculoso de cabello rubio corto y ojos chocolate, lo identifiqué como Maxon Brouillette, el mejor fotógrafo de Carolina.—Soy Maxon ¿Y tú?— soltó con una inmensa sonrisa en su rostro, ya no parecía tan superficial y engreído como cuando me lo había topado en diversas ocaciones, pero aún así seguía teniendo apariencia de mimado.
—America Singer.— le respondí.
—Lindo nombre— se rascó la nuca dejando ver lo nevioso que quizá estaba, decidí pasarlo por alto esperando que dijiera lo que tenía que decir para poder llegar a casa lo antes posible.
—¿Y bien?— dije desesperada por su silencio.
—Ah... yo, bueno, es que— volvió a rascarse la nuca— quería saber si te gustaría ir a caminar conmigo un día de estos o algo por el estilo, ya sabes, conocernos.
—Gracias por la oferta— respondí aún confundida por su espontaneo comentario— No lo sé, quizá otro día, debo llegar a casa, adiós.—comencé a caminar rápido para alejarme de Maxon y su extraña propuesta, ¿Cómo iba a salir con alguien a quien no conocía?
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Cincos.
FanfictionEn la selección del Rey Clarkson él no eligió a Amberly, por lo tanto ella regresó a Honduruaga, pero conoció a un joven, a un cinco de Carolina y a pesar de todas las propuestas de matrimonio que tenía de doses y treses ella prefirió a este cinco...