Capítulo 9

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Después de haber hablado con Calvin sentía un alivio, digo, por fin alguien lo sabía, aunque eso no quitaba que Aspen y yo estabamos en la misma habitación.

—¿Lista para entrar de nuevo?—La voz de Calvin me sacó de mis alivios internos.

—Supongo.

En cuanto entramos lo primero que vi fue a Maxon sonriendo para mí, aún en el mismo lugar que lo había dejado, por el contrario, Aspen no se cansaba de analizar a Maxon con la mirada, hasta que siguió en la dirección en la que él miraba, ambos me miraban.

—¿Y qué ocurre con Maxon?— interrogó Calvin.

—Es un amigo.

—¿Segura?—Asentí— ¿Entonces porqué no se lo contaste a él?—Una sonrisa pícara se formó en su rostro— Si te detienes por Aspen que mal, yo opino que deberías intentarlo, se ve que Maxon es un buen chico y bueno, lo traes babeando.

—¡Cielos, no! No es lo que tú piensas, solo somos amigos.

—America, dejé ir al amor de mi vida por una chica que era parte de mi pasado, me aferré a su recuerdo y no me concentré en la maravillosa chica que tenía frente, no hagas lo mismo, date la oportunidad. —hizo una pausa soltando un suspiro — ¿Se te hace lindo Maxon?

—Tal vez.

—¿Te agrada?

—Definitivamente.

—¿Te divierte estar con él?

—Si.

—¿Te estresa?

—Cuando lo conocí no lo quería ni ver.—reí un poco.

—¿Notaste que desde la primer pregunta sonreíste?— negué.— admítelo, te gusta, quieras o no.

—Olvida el tema Calvin. —busqué a May con la mirada localizandola junto a Kota —iré a ver a May. —lo dejé ahí llendo hacia mis hermanos.

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Me encontraba en el cuarto de Kota, ya que era el único lugar donde podía ocultarme de Aspen, después de haber ayudado a repartir el pequeño pastel Aspen me había estado persiguiendo por toda la casa, hasta que con la ayuda de Calvin logré deshacerme de él, y así terminé escondida en la recámara de mi hermano.

Escuché dos golpes en la puerta y me alarmé Que no sea Aspen por favor, que no sea él. Por un momento pensé en ocultarme debajo de la cama hasta que una voz me sacó de mis ideas de escape.

—America —era Maxon —sé que estás ahí, Calvin me lo dijo. — Ahora después de la fiesta no solo mataría a May y a Kota, también a Calvin. —¿Puedo pasar?

—Si —abrió la puerta asomando su cabeza —pasa Maxon, rápido — estiré la cabeza buscando si alguien había visto a Maxon entrar, pero todos estaban distraídos en sus diferentes ocupaciones.

—¿Por qué te has encerrado? —preguntó después de cerrar la puerta.

—Es la segunda fiesta a la que he sido invitada y me ha cansado y estresado bastante —respondí sentada en la cama de Kota.

—Pero trabajas en fiestas.

—Si, pero es diferente, estoy siempre absorta en la música, sin embargo aquí solo veo gente y más gente. —a pesar de que esas palabras ocultaban la verdadera razón, también eran en cierto punto reales.

—¿Nunca te han hecho una fiesta a ti?

—oh no Maxon, claro que no, no tenemos tanto dinero como para desperdiciarlo, de todas formas no es como que tenga muchos amigos, estudié en casa.

—¡Claro que tienes amigos! —se sentó junto a mí en la cama mientras hablaba —Yo soy tu amigo y supongo que Calvin también lo es, los he visto juntos.

Le sonreí, Maxon sabía como distraerme de mis preocupaciones y hacía que me centrara solo en él y en el momento en el que estabamos, justo como lo estaba logrando ahora.

—America...

—¿Si?

—Mira...yo... lo que pasa es que —lo miré divertida y él tomó aire —Quiero que sepas que... —pasó sus manos alborotando su cabello— esto es más difícil de lo que pensé — volvió a tomar aire ante mi mirada divertida y mi pequeña sonrisa burlona. —Yo...

Y pasó lo inimaginable.

Maxon en un movimiento ágil y rápido tomó mi cara entre sus manos acercando nuestro rostros logrando estampar sus labios contra los míos.

Enseguida me aparté.

—Lo siento —murmuró ruborizado.

—¿Qué estás haciendo? —susurré sorprendida.

—Lo siento —repitió,  girando su rostro dispuesto a levantarse e irse — es solo que... —pasó las manos por su cabello — America, me gustas, me gustas mucho y... —soltó un suspiro melancólico — Será mejor que me vaya.

—Maxon —lo llamé cuando estaba a punto de abrir la puerta, antes de decir cualquier cosa lo medité ¿Qué sentía yo por Maxon? Era un gran amigo, eso estaba claro, pero me hacía sentir cómoda y feliz cuando estábamos juntos, pero aún estaba Aspen. —Maxon, también me gustas. —lo dije, no por hacerlo sentir bien o para usarlo en busca de superar a Aspen, si no porque de verdad me gustaba Maxon, después de hablar con Calvin lo había notado, Maxon era más que un amigo, era el chico que al principio había odiado pero que ahora era al que sin duda recurriría en un día triste.

Maxon volteó a verme confundido.

—America, no tienes que buscar hacerme sentir bien, lo dije porque de verdad lo sentía, pero sabía que solo me quieres como amigo. — sonrió leve.

—No Maxon, de verdad me gustas —me acerqué a él — tal vez no tanto como yo a ti, pero me gustas a fin de cuentas —bajé la cabeza apenada.

—Santo cielo — Susurró — ¡Te gusto! ¡Yo te gusto! —se escuchaba como un niño pequeño y al mirarlo noté que también se veía como un niño pequeño —¡Le gusto a America Singer! —me abrazó — ¡Te gusto! — reí al notar su felicidad. —voy a besarte. —lo miré aún entre risas confundida por su aviso, digo, no es que alguien avisara cuando te iba a besar, pero no era "alguien", era Maxon Brouillette, el chico que apostaba solo para salir conmigo, el que me besaba y luego se disculpaba, el que me avisaba que iba a besarme, ese era Maxon.

Y me besó, menos torpe y más especial que antes.

—Es sin duda el mejor día.

Sonreí, olvidando por completo el motivo de que yo me hubiera escondido en esa habitación, olvidando a quienes y porqué debía hacer sufrir al final de la fiesta, en fin, olvidé todo porque Maxon eso lograba en mí.

Cincos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora