Cincos.

Capítulo 12

Miré sorprendida e intrigada a mi papá invitando a que continuara hablando.

—Hija, ya te has enterado de que no son solo un grupo de rebeldes — recordé lo mencionado en televisión. —están los sureños y los norteños, los sureños son esos que salieron en televisión, son agresivos y buscan apoderarse de Illéa. Pero también están los norteños, estos son inofensivos, saben la verdad sobre Gregory Illéa y buscan la destrucción de castas —él me dio un tiempo para procesar la información —La verdad sobre el fundador es dura, y el Rey la oculta, America — mi papá tomó aire antes de proseguir —Yo soy uno de los rebeldes norteños.

Intenté entender lo dicho por mi padre ¿Un rebelde? No, eso no tenía sentido, mi padre ni siquiera tenía carácter de rebelde ¡Era una broma!

—No no no no.

—Es cierto, America.

—No papá, eso no es cierto — me ahogué con mi propio aire. —Papá, es mentira, tú... tú.

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Nos encontrabamos sentados todos en la sala esperando que los rebeldes transmitieran de nuevo.

El estupor inicial de la sorpresiva noticia de mi padre ya había pasado, él había confiado en mí, papá pertenecía a los rebeldes que buscaban la destrucción de las castas, me había pedido ayuda para conseguir distraer a mi mamá para que él se reuniera con el pequeño grupo de Carolina.

—¡Illéa querida!— dijo el rebelde apareciendo en la pantalla.— Lo prometido es deuda, aquí estoy, listo para mostrar a nuestros rehenes, oh rey Clarkson, ya te veo rogando por la libertad de ellos.— rió y un coro de carcajadas se extendió a pesar de no poder ver los rostros de las demás personas.—¡Luces!—gritó el hombre.

Las luces del escenario se encendieron, había dos personas con capuchas cubriendo su rostro atadas de manos y pies a unas sillas.

—¡Levanten capuchas!—gritó el hombre de la barba.

Otros dos hombres con aspecto rudo obedecieron revelando los rostros de una mujer y un hombre.

No, no era posible.

No eran ellos, claro que no.

—¡Maxon y su mamá!—no sé quien, si May, Mamá, papá, Gerald, Calvin o Kota lo dijeron, pero si, confirmaba que lo que vi era lo que pasaba.

Maxon y Amberly eran los rehenes de los que alardeaba el rebelde, ¿Por qué?

En ese momento recordé la explicación de mamá "Creíamos que el príncipe Clarkson amaba a Amberly" sí, los sureños también debían creerlo.

—Cuarenta y ocho horas querido rey, ven por ellos y sacrifícate o mueren.—sonrió a la cámara y la pantalla volvió a quedar sin transmisión.