Cincos.

Capítulo 16

Estabamos reunidos en la sala de la casa de Maxon, ya era dos de enero, Amberly y Maxon llegaban hoy, su padre era el más ansioso, caminaba por la sala y mordía sus uñas.

Todo había salido "bien" con los rebeldes, solo faltaba que Clarkson saliera de su escondite, a petición de la mayor parte de Illéa Elec había sido decretado como nuevo rey ya que después de mostrar los diarios de Gregory Illéa él fue el que dio esperanza.

—¡Ya llegan!—gritó una niña pequeña que era sobrina de Amberly, hija de su hermana Adele.

Brad se puso de pie y caminó a la puerta, May (Quien se había ofrecido a acompañarme) y yo nos quedamos detrás, no formabamos parte de la familia por lo tanto preferimos dejar que su familia fuera la que los recibiera.

Sentí ansiedad, ¡Su familia tardaba mucho en saludarlos! ni siquiera había visto a Maxon.

—Ames—volteé a ver a May—Vas a romper tu cuello de tanto estirarlo—le saqué la lengua en un gesto infantil y decidí esperar con paciencia.

Ya se acercaban ¡Por fin!

—¡Maxon, mira esto!—Uno de los hijos de Adele le llamó y Maxon dio media vuelta para ir a verlo.

¡Cielos! ¡Tan cerca y tan lejos!

—¡Hey, cuñadi...!—tapé la boca de May antes de que terminara de gritar, pero ya era tarde, Maxon ya la había escuchado, nos sonrió y se encaminó a nosotras—De nada—me dijo mi hermana en cuanto le solté la boca.—¡Hola Maxon! Bueno, yo... ¡Adiós! ¡Diviértanse!—y salió disparada a un lugar muy lejos de nosotros.

—Así que te preocupaste por mí—Maxon me miraba con una sonrisa en el rostro.—Admítelo America.

—No hay nada que admitir, es usted un vanidoso, señorito Maxon.

—Oh si, ni te imaginas—pasó un brazo por mis hombros.—Te ves muy linda.

Y ahí estaba Maxon desarmando mi seguridad y dominio de la situación.

—Sabes, dejé algo pendiente con una tal America Singer.

—¿Ah si?— me puse frente a él para verlo mejor.—¿Y qué es?

—Pues...—Se acercó a mí—La última vez que la vi me dijo que yo le gusto.

—Oh—fingí sorpresa— ¿Y tú qué le dijiste?

—Que también me gusta.—asentí y él se quedó viéndome fijo —¿Y qué crees que pasó?

—¿Qué? —me acerqué más a él.

—Pues nos dimos un besito —dijo como si fuera un secreto y controlé mis ganas de reír.

—¡No te creo!

—¡Beso! —gritó alguien de pronto y de la nada mi rostro estampó dolorosamente contra el de Maxon.

Alguien o mejor dicho: May, nos había empujado para besarnos.

¡Voy a matar a May!

Solté un quejido en cuanto nos separamos.

—¡Vivan los novios! —gritó uno de los primos de Maxon provocando que toda la atención se centrara en nosotros.

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Maxon y yo estabamos en la plaza, estaba vacía por la hora y la fecha, caminabamos distraídos en un ambiente cómodo.

—Y entonces... —comenzó a hablar Maxon como quien no quiere la cosa —No sé ni como decirlo —suspiró. —America ¿Qué somos?

Colapsé.

—Pues —pensé mi posible respuesta, sí, nos habíamos confesado que nos gustabamos, nos habíamos besado, pero ¿Qué éramos? — No-no no lo sé.

—America Singer nerviosa —se burló riendo —estoy sorprendido. —America, yo ya te dije que me gustas y yo te gusto...por lo tanto...

—Te escucho —presioné al ver que no hablaba.

—Nunca había hecho esto antes — frotó su cara con ambas manos — ¿Quieres ser mi...? —me reí al ver que de verdad le costaba hablar — ¡Por favor, America! Solo di que sí.

—¿si a qué ?

—Tomaré eso como un "Si, Maxon, quiero ser tu novia, me haces la más feliz del mundo"