Cincos.

Capítulo 11

Después del sorpresivo e impactante diálogo en el supuesto programa conmemorativo, Kota, Calvin y yo nos encontrábamos en silencio asustados y preocupados, mientras tanto, Gavril se encontraba mirando fijo a sus espaldas.

Se escuchó otro disparo.

—Habla ya, no juegues con tu vida, o lo dices tú o yo hablo, y yo no seré delicado —Hablo la voz de antes, era lo más tenebroso que había escuchado.

—Doses, Treses, Cuatros, Cincos, Seises, Sietes y Ochos de Illéa, el rey está escondido, en este momento crítico en el que debería de dar la cara por nosotros: él se ha escondido. —Volvió a hacer una pausa mirando nervioso al punto detrás de él —Nos ha mentido ¡Nos miente! Su primer y más grande mentira fue en un día como éste, el día de la muerte de su primogénito, el príncipe Elec Schreave. — Fadaye bajó la mirada y de nuevo miró a sus espaldas —Ya no puedo, no sigan.

—Te lo advertí.

Y en ese momento sentí como el alma subió por mi boca causando una repulsión desastrosa que tuve ganas de levantarme y vomitar. Había presenciado el acto más horrible de mi vida. El hombre misterioso había cumplido su palabra, esta vez la detonación había impactado en la cabeza de Gavril Fadaye.

—¡Maldita sea! —gritó Calvin abrazandose a nosotros. —¡Maldita sea! ¡Maldita sea!

—Ames tranquila —intento calmarme Kota aferrando su agarre y cubriendo mi vista con su pecho al notar como temblaba de miedo. —Todo va a estar bien.

—Ahora me escucharan a mí. — era esa voz de nuevo, mi curiosidad pudo más y me las arreglé para ver al televisor. Un hombre con un listón rojo en la cabeza y fachas de vándalo salió de la oscuridad. —Que quede claro que se lo advertí — él se rió y se escucharon otras risas de fondo mostrando la presencia de más personas —Oh mi querido Illéa, el país nombrado en honor a un mentiroso, Gregory Illéa, un patán que abusó de su poder haciéndose el martir, y ahora, reinado por Clarkson Schreave, el rey cobarde.

》Han vivido bajo mentiras todo este tiempo, ¿Qué ocurrió realmente con Elec? Ja, ¿Una enfermedad?  ¡Tonterías!  Esa "trágica noche" Nosotros entramos al palacio ¡Oh, casi lo olvido! Nos presentamos, somos los rebeldes norteños.

¿Había más de un tipo de rebeldes?

—Esa noche nosotros violamos la seguridad del palacio y entramos, penetramos más de lo que nunca habíamos logrado, todo gracias a un aliado e infiltrado.El joven Elec, tan noble como siempre, hizo lo inimaginable, casi deseamos no hacer lo que hicimos, casi, él se detuvo en su escape para ayudar a una doncella, lástima, los dos murieron.— De nuevo se escucharon risas.— ¿Y qué hizo el rey? ¡Correr a esconderse!  Y ahora ha hecho lo mismo, ¡Se oculta! Que horror. Lo malo, es que, querido Clarkson, tenemos rehenes, o sales ahora de donde sea que estés o ellos mueren, te damos dos horas para salir, si no, encenderemos las cámaras y mostraremos a nuestros rehenes, entonces el Illéa saldrá a buscarte. Dos horas Clarkson. Nos vemos en dos horas Illéa.

Después de eso sonrió y se cortó la transmisión.

Cielos.

—¿Qué rayos vimos?

—Ni idea Calvin.—Responde Kota— Tenemos que ir a casa Ames, ahora.— enseguida se levantó—¿Vienes con nosotros, Calvin?— este asintió y nos levantamos llendo a casa lo más rápido posible.

Claro que no esperabamos encontrarnos con lo que vimos.

May llorando aferrada a Gerald.

Mamá en trance con la vista fija en el suelo.

Papá... Bueno, no vimos a papá.

—¡Ames! ¡Kota!—gritaron May y Gerald a unísono corriendo a nosotros y abrazándonos.

—¡Hijos!—Gritó Mamá uniéndose al abrazo soltándose a llorar.—¿¡Lo han visto!? ¡Ese hombre está loco! ¡Ha matado a Gavril! ¡Frente a todos!

—Mamá, por favor contrólatee.— me solté del abrazo mientras Kota la consolaba, me extrañó no ver a mi papá, así que decidí buscarlo.

Caminé por la casa, me detuve en la puerta del cuarto de mis padres, mi padre se encontraba ahí escribiendo.

—¿Papá?

—America— volteó a verme— Hija... yo... Tenemos algo de que hablar hija, pasa.

—¿Qué ocurre?—pregunté al acercarme.

—Hay algo que no saben de mí.