C3: Tempus 5/6

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Una vez que me retire de las instalaciones, me dirigí hacia donde mi mente me indicaba. 

Camine sin prisa hacia donde se habría producido el evento previamente... La plaza central, en donde el "discurso" de Zek se había llevado a cabo. A las afueras de la ciudad principal que Zek había tomado, no había nada más que la escena de un crimen. De un genocidio, para ser más específico. La miseria se hacía notar en esta ridícula utopía...

Cuando llegué hacia donde se había producido el evento, todo se notaba diferente. No había pasado mucho, pero ya no había rastros de ningún humano, ni de algún D.U. Todo parecía haber desaparecido momentáneamente. 

Mire alrededor de todo el lugar con pequeña esperanza de poder encontrar a Zek antes de tener que actuar de otra manera peor, pero no logré encontrarlo. 

Tome un respiro, y volví en el tiempo.

Todo parecía normal, funcionando como era debido. Pero tras unos segundos, empece a observar detenidamente... Todo estaba silencioso, incluso más que antes de volver el tiempo atrás. No había humanos presentes, pero si una extraña luz a la distancia. La seguí, y pude ver un pequeño clavel amarillo que, entre sus pétalos, poseía un símbolo representando el infinito. Tome la flor para analizarla, aunque esta rápidamente comenzó a marchitarse y perder sus pétalos. La flor que estaba hace poco en mis manos se convirtió en polvo y, cuando me detuve a observar nuevamente, era una flor de color negro la que se encontraba en su lugar. La luz que la previa flor emanaba se había apagado por completo, ante lo que decidí no interferir en caso de que tuviese un significado más allá de mi comprensión. Decidí entonces, caminar.

Caminé buscando a seres humanos, y, por supuesto, a Zek. Volver en el tiempo no parecía haberle afectado... ¿O sí?

Pasé por un viejo puente que llevaba hasta la salida de la plaza central. Se veía un poco descuidado, honestamente. Alzando la mirada nuevamente, observe como el mundo parecía carecer de vida alguna, con ningún humano haciendo presencia sin importar que tanto viera. Una vez llegué a la calle, me dirigí hacia el norte de la ciudad... 

Fue aquí cuando note una presencia, viniendo atrás mio, a mis espaldas. Pero no era una presencia común. Era una presencia característicamente maligna, como si de algo terrible se tratase. Me di vuelta inmediatamente y al ver, no había nada... mas que niebla.

La niebla definitivamente no estaba aquí cuando llegué. Pensé que, quizá, si había algo aquí, funcionaría si me moviese hacia el norte, si bien pareciera ridículo. Seguí la idea y continué mis pasos hacia el norte, pero al volver a voltear...

Lo vi. 

Era Zek, observándome a la distancia. Pero en el segundo que logre observarlo, sentí un gran dolor, como si me apuñalaran... El dolor variaba en intensidad durante cinco interminables segundos. Bajé mi cabeza y exclamé por el dolor, y cuando pude lograr mirar de nuevo hacia delante, el ya no estaba allí.

Sin comprender lo que acababa de pasar, seguí caminando hacia el norte. La presencia volvió a intensificarse, pero esta vez, no observe hacia atrás. La niebla parecía incrementarse mientras caminaba, y pasos fuertes empezaban a oírse detrás.

*beep beep*

Un pitido provenía desde mi espalda, indicando lo que pensé que sería el daño. Pero no tenía marcas ni rasgaduras... Mientras estaba preocupado en que representaba el pitido, me encontré con el fin abrupto de la calle por la que avanzaba. No había forma de ir hacia otra dirección sin volver hacia atrás. 

Formando un rectángulo con mis manos, creé un pequeño reflector, para que diera exactamente donde el sonido originaba. Al visualizar el reflector, pude notar como se trataba de un cableado que lucía orgánico, como las entrañas de algún ser vivo, que estaba incrustado en mi espalda.

Project 026 (Demo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora