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enero, 2020.

—hey kamski—llamaron dos chicos al chico de ojos azules, gafas y pelo largo. algunos mechones estaban en su cara. llevaba algunos libros en los brazos, parecía que buscaba a alguien.

connor prestó atención a la situación que envolvía al chico que habían llamado kamski y a sus dos amigos. aunque depende de lo que hiciesen, la palabra amigos podría sustituirse por "gilipollas". 

los chicos se acercaron a él, uno le tiró los libros, dándole en las gafas haciendo que cayeran al suelo también. el otro, el rubio, lo empujó.

—estaría bien que dejarás de coquetearle a mi novia, ¿sabes?—le dijo el chico de pelo castaño, el mismo que había hecho caer sus libros. 

—tío, ¿no te das cuentas que eres un bicho raro?—se miraron y se rieron. 

connor, harto de la situación, dejó el recipiente con la fruta que estaba comiendo y el cubierto de plástico. se levantó, recogió los libros y las gafas bajo la mirada de todo el mundo, bueno, de todo el mundo que permanecía en el patio del instituto. 

—pero bueno, si se nos une el guaperas—dijo el rubio.

—cállate, fred—escupió el de pelo negro, le dio los libros y las gafas al chico. los otros dos se quedaron perplejos.

—gracias—dijo con timidez. 

—me llamo connor—sonrió—, ¿puedo ayudarte?

kamski negó. 

—sólo  estaba buscando a mi primo.

—¿quién es?—le preguntó connor con esperanzas de que le respondiera y pudiese ayudarle. era lo mínimo que podía hacer después de que los imbéciles además de inútiles de fred y enric le habían hecho a él y apostaba a que no era la primera vez. 

—gavin reed—le contestó mirándole a los ojos.

connor fue a por sus cosas después de darle una mirada de asco y de "moríos" a los chicos a su lado. kamski y los demás le miraban estupefactos. connor recogió su comida y se colgó la mochila en la espalda. 

se acercó a kamski y le volvió a sonreír.

connor no se cansaba de sonreír. 

nunca. 

—vamos a buscar a gavin reed.


noviembre, 2038.

un tono. 

—contesta, capullo.

dos tonos.

—vamos.

tres tonos. 

la llamada fue colgada. 

—¡me cago en tu puta existencia, kamski!—gavin gritó mientras tiraba a su lado, en el asiento del copiloto su teléfono. 

todo estaba negro. 

la lluvia pintaba la desesperación en el cristal del coche de gavin. 

gavin estaba cabreado, muy cabreado. dolido, muy dolido y conduciendo hacia la casa de su primo. 

seguía preguntándose cómo podría haber hecho eso. cómo se había atrevido. después de todo el dolor, que todos pasaron, él lo había hecho. el tenía los santos cojones de haber estado años trabajando en esa cosa. 


abril, 2032.

—déjame aquí—le pidió connor a gavin, que estaba conduciendo el coche. 

—¿cómo voy a dejarte aquí?—le dijo gavin sin entender—, ¿te vas a saltar el trabajo hoy y no me quieres decir nada o qué pasa?

connor se quedó mirando la cajita que tenía el coche delante del copiloto, debajo del airbag. 

—sí, pero voy a ir caminando desde aquí—dijo connor.

gavin miró el semáforo que estaba a punto de ponerse en verde, llevó el coche hacia un lado y puso los intermitentes. 

—antes de que bajes, dime qué pasa.

—gavin, va a ser muy raro que aparezcamos los dos, después de haber llegado tarde, van a sospechar...

—ya les parecería raro que precisamente tú y yo hayamos llegado tarde—le cortó gavin. 

—pues por eso mismo, déjame bajarme antes mientras tú llegas y aparcas—dijo connor mirando a gavin—, así no pensarán que haya pasado nada. 

—connor, respecto a ése tema—le dijo gavin—, dijimos que solo nos estábamos acostándonos y...

connor se desabrochó el cinturón. abrió la puerta y salió. 

—ahora mismo no quiero hablar sobre ese tema gavin—le dijo connor apoyado en el hueco de la ventanilla bajada. 

—connor—le llamó gavin.

—nos vemos en la comisaría—empezó a caminar hacia la comisaría. 

gavin se echó en el asiento y pegó su cabeza a éste. 

—quería decirte que te quiero—acabó su frase solo, en el coche—, y que me importa poco lo que digan en la comisaría. 

quitó el intermitente y siguió conduciendo hacia la comisaría y a buscar un maldio aparcamiento, aunque tendría que estar rato buscando uno, pues todo se había llenado de coches. 


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dear best friend. {connor and gavin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora