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marzo, 2032.

—¡gavin!—el gemido de connor fue tan profundo y tan fuerte, que parecía que salía de su estómago con carrerilla y eco para que se escuchase en toda la habitación, en toda la casa y en todo el piso para que todo el mundo supiera del momento de placer que estaba teniendo con el chico de ojos grises que caía a su lado, rendido, después de haber inundado al peli-negro en gotas de éxtasis.

gavin se quedó al lado de connor viendo como su pecho cubierto de una suave capa de sudor subía y bajaba, ansiando el oxígeno que no había llegado a sus pulmones durante la última explosión del color del vino.

ambos chicos estaban cubiertos de sudor en la cama. con los brazos abiertos de forma que el derecho de connor y el izquierdo de gavin se rozaban.

gavin llevó la mirada por un momento al techo, intentando calmar su respiración y descansando su cuerpo. intentando no dormirse por el cansancio de la repentina escena que se había montado en su cama y por el ajetreado día que habían llevado en el trabajo.

cuando su respiración se normalizó volvió a mirar al chico que tenía al lado. comenzó a observar su expresión, su rostro mostraba serenidad, también estaba descansando de todo lo que había sucedido en esa cama. sus ojos estaban cerrados. estaba concentrado en los sonidos de la calle, la lluvia, los coches pasando por la carretera, los gritos amarillos como sus luces que se lanzaban unos a otros. y sobre todo se había concentrado en la espesa respiración del hombre de al lado.

connor abrió los ojos, se quedó mirando al techo.

—había olvidado como era hacer el amor contigo—soltó dulcemente, mientras giraba su cabeza hacia su derecha para poder mirar al hombre de al lado.

gavin sonrió irónicamente.

—llevas dos días sin acostarte conmigo, connor...

—no me refería a eso—gavin borró su expresión de niñato burlón y pintó con óleo una de confusión.

connor tomó aire y sin mirarlo. mirando al techo. comenzó otra vez a hablar, explicando a qué se refería.

—quiero decir, follar contigo es genial. arrancarnos la ropa por la desesperación de poder calmarnos la llama. movernos todo lo rápido que podemos, buscando y ansiando el placer—en ese momento, connor comenzó a sincerarse. llevaban unos meses así, y connor necesitaba sacar lo que tenía atravesado en el pecho—, pero al fin y al cabo es solo eso. hacerlo duro, rápido y egoístamente.

gavin no dijo nada, se quedó embobado viendo como las palabras de connor se tallaban en las paredes de su habitación.

—pero hoy no ha sido así—connor le miró— desde que hemos entrado por la puerta, todo era caricias y besos. lentos y suaves. cuando estábamos en la cama no todo era buscar el placer yendo más rápido. buscábamos tocarnos, sentirnos. llegó un momento en el que sabía dónde ibas a besar y dónde acariciar—gavin estaba perplejo. su pecho apretado. contraído, el oxígeno inundaba sus pulmones y dolía de lo contraído que se encontraba. las palabras de connor seguían saliendo de entre sus labios y tallándose en sus paredes—. llegó un momento en el que nos fundimos y éramos solo uno, enredado en las sábanas de tu cama.

gavin solo podía sentir en sus piernas las de connor entrelazadas mientras acariciaba sus pies con los suyos. escena que había sucedido minutos antes.

lo que decía connor no era mentira. había estado intentando tocar cada centímetro de su cuerpo, lenta y suavemente. mientras lo abrazaba.

connor le miró y rápidamente apartó la sábana que tapaba desde su cadera hasta sus pies y se levantó cogiendo su ropa.

—¿te vas ya?—le preguntó gavin con su pecho aún más encogido.

—sí, tengo que irme—connor se puso los pantalones—. mañana hay que madrugar e ir a la comisaría.

—¿puedo hacerte una pregunta?—gavin le miró seriamente. connor cogió la sudadera de gavin de la policía y se la puso.

—dime.

—¿por qué lo dejamos?

sus miradas se quedaron clavadas en los ojos del contrario.

—porque éramos jóvenes y no sabíamos que estábamos haciendo hasta que nos dimos cuenta—respondió connor dolorosamente. no iba a responderle " hazte tú esa pregunta, te la sabrás contestar" o algo así de borde.

—¿acaso lo sabemos ahora?—le preguntó gavin con un extraño brillo en sus ojos.

—yo sé lo que estoy haciendo. solo me estoy acostando contigo—las palabras de connor salieron y como una roca se estrellaron contra gavin.

—claro—salió casi en un susurro.

—mañana te devuelvo la sudadera—dijo connor en la puerta de la habitación—. hasta mañana.

unos segundo más tarde la puerta de la entrada se cerraba.

—hasta mañana—dejó salir gavin.

se me olvidó poner el separador, perdón <3 

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se me olvidó poner el separador, perdón <3 

dear best friend. {connor and gavin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora