dear best friend. {connor and gavin}

•11•

abril, 2032.

gavin se acercó corriendo a la androide, la cual disparó el arma tres veces. gavin hizo que soltase al rehén e intentó quitarle el arma. la androide le proporcionó golpes en el cuerpo y en la cara. cuando iba a pegarle con la mano libre, gavin agarró su muñeca y dio un golpe en el costado de la androide, olvidando que no podía sentir ningún dolor físico. la androide le pegó con la culata en la nariz haciendo que gavin cayera al suelo.

la chica le apuntó con la pistola pero antes de que disparase, hank lo hizo en la frente y ésta cayó. gavin en el suelo miró a connor.

—no—su pecho se contrajo—, no puede ser.

gavin se levantó corriendo hacia el cuerpo de connor.

—¡hank!—gritó gavin—¡una ambulancia!

connor miró a gavin. gavin llevó su mano al hombro de connor, del que no paraba de salir sangre roja y a su cuello. donde una bala había rozado.

—vas a estar bien—llevó la mano a la cara de connor manchándola accidentalmente de sangre—mierda, mierda. lo siento.

—gavin—la voz del chico salió muy débil desde sus cuerdas vocales.

el nombrado cogió el cuerpo del chico como pudo, dejando su cabeza reposada en su hombro. 

—tranquilo—las lágrimas de gavin caían hasta el cuello del peli-negro—tranquilo.

—lo que te quería decir—gavin miró a connor llevando una mano a su pelo—, era—pausa—te quiero. 

el mundo de gavin empezó a desmoronarse. hank llegó todo lo rápido que pudo. 

hank se quedó observando la escena. a connor le pesaban los párpados y gavin derramaba sus lágrimas sobre el chico. 

—yo también te quiero—dijo gavin, sonrió como pudo aún sujetando su mirada.

—gavin—lo llamó hank. gavin lo miró y vio como levantaba la camiseta de connor. tenía un agujero de bala en el estómago, pero no sangraba. 

se estaba desangrando internamente.

—no.

—gavin—le llamó connor. gavin le miró sin poder hablar. connor buscó la mano de gavin y se la puso en el pecho entrelazándola con la suya.

no podía estar pasando eso. no era verdad. no podía estar pasando eso. no podía morirse. no ahora. le quedaba mucho tiempo por delante, eran jóvenes, tenían toda una vida para pasar juntos. tenían que hablar muchas cosas, ponerse de acuerdo. no quería dejar de oír sus chistes con su altura. no quería dejar de verle por las mañanas. quería seguir llegando tarde porque se habían quedado dormidos. quería hacer eso durante años. no quería que lo dejase ahora. 

—connor—le llamó hank—, vamos chico, no cierres los ojos ahora—gavin no se había dado cuenta de que sus párpados habían caído. 

—connor—le llamó gavin—connor—le llamó de nuevo.

—solo estoy descansando—pausa—los ojos—connor frunció su ceño por el dolor que le estaba causando el estómago—¡gavin!—se quejó connor una vez más. gavin cogió a connor como pudo intentando no hacerle daño y acurrucándolo en sus brazos.

gavin alzó a connor dejando la cabeza del chico debajo de su barbilla.

—te tengo, cielo, te tengo—le abrazó gavin.

connor se llevó la mano al estómago mientras gritaba de dolor.

a gavin se les estaba rompiendo el alma. era la peor escena que podría ver en su vida. connor se relajó y se quedó mirando a gavin a los ojos, sin decir nada mas expresando lavanda azulado a través de su mirada, una mirada apenas sin vida. una mirada la cual se congeló junto con su respiración.

—connor, ¡connor! mírame—gavin pasó su mano por la mejilla del chico, haciendo que su cabeza se moviese hacia atrás ligeramente.

—¡connor!—lo llamó hank.

connor murió de noche. 

en los brazos de gavin.

justo antes de ver los ojos del mismo apagarse para siempre. 

gavin reaccionó y presionó a connor contra su cuerpo. escondiendo su cara entre el hombro y el pecho del cuerpo sin vida que sujetaba. 

hank cerró los ojos, maldiciéndolo todo. se acercó a gavin colocando la palma de su mano en la sudadera gris del chico.

la sudadera de sangre que llevaba gavin era de connor. se la había regalado la noche en la que el chico tenía frío. la última noche en la que habían bebido juntos. la última noche en la que bailaron hasta dormirse en la cama de gavin. la última noche en la que connor durmió en la cama de gavin.

—ahora que voy a tener una cicatriz en la cara, ¿me vas a dejar?—susurró gavin, recordando las palabras de connor por la mañana cuando quiso meterse con él.