• Capitulo Dos

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• Capitulo Dos

»» Decepciones»»

“Nunca olvidar que basta una persona o una idea para cambiar tu vida para siempre, ya sea para bien o para mal”

Sherlock se acerco lentamente a su madre y mirándola fijamente, mostro una media sonrisa sarcástica y se alejo mientras seguía buscando una blusa para probarse. 

— Así que… ¿Soy famosa también en Seúl? Qué casualidad. A la ciudad en la que menos desearía estar, es donde me piden que me rebaje a ser una simple retratista. — Observo a su madre con enojo. — ¿Qué más humillaciones tendré que pasar ahí? ¿Acaso me pedirán después que pinte y decore casas? Estamos de acuerdo que mi profesión no es nada de lo que ellos desean. Olvídalo no lo hare. — Cerró el cajón de sus blusas y se recostó en su cama mientras agarraba una revista. Simplemente la hojeaba, no le prestaba atención a la información que tenia.

— No podemos cancelarlo. Es un hecho que lo harás.

— ¿Por qué? — Se levanto de inmediato soltando la revista y dejándola caer en la cama. — ¿Acaso he dicho que si? Bien… mamá, acepto que puedas controlar tal vez mis viajes, mis ganancias por mis cuadros, mi vida si también quieres… pero lo que nunca podrás controlar y es solamente mío es mi imaginación; mis ganas de pintar. Y si no quiero hacerlo. ¡NO LO HARE! 

— Han pagado la mitad, una suma fuerte de dinero y… lo he aceptado. — Confeso. — Aquí está el cheque. — Le entrego la hoja de papel.

— ¡Vaya que si es una suma muy grande! —Hizo un pequeño gesto de sorpresa. — Tienen mucho dinero para derrochar. Lástima que será regresado a su dueño. — Le entrego de nuevo el cheque. —No lo hare he dicho. Aunque hayan pagado millones de euros. ¡NO LO HARE! 

— Deja de comportarte como una niña malcriada Sherlock. De acuerdo. Se le regresara el dinero pero ¡Tú! Lo harás. Viajaremos a Corea para que le entregues personalmente esto a la dueña. Además… ¿Acaso no extrañas a tu hermano? Podrás verlo.

— Al menos se que él no me extraña a mí. Ni siquiera una llamada me ha hecho. —Bufó. —Vaya cariño que me tiene. 

— Él ha llamado muchas veces, solo que tu mundo gira alrededor de los viajes. Nunca te encuentras.

— Tengo celular, puede llamarme; el tiene mi numero. No hay excusas. Ya he dicho, no iré a ni un lado. No volveré a Corea. 

Sherlock agarro las llaves de su auto y salió sin mencionar a donde. Su enojo no se calmaría hasta tener entre sus manos una buena taza de un delicioso capuchino. Sus nervios se habían alterado por el simple hecho de escuchar el nombre de ese país. 

Estaciono el auto y bajo mientras se colocaba sus gafas de sol antes de entrar a la cafetería. Su fama se había desbordado, ya no sentía sus pies sobre la tierra, se sentía superior, a pesar de que para ella era muy poca la gente y podía hasta contarla con los dedos de la mano a quienes les interesaba realmente el arte, pensaba que era mejor cubrirse de todos, no estaba de humor ni para fotos y mucho menos firmar autógrafos. 

Agarro su pedido y salió de la cafetería para subir nuevamente al auto. No se sentía tranquila con ese tema aun, tenía que resolverlo sin necesidad de ir a Corea, no quería volver a pisar ese país, menos la ciudad de Seúl. 

Como su madre había mencionado, su vida giraba alrededor de los viajes; Sherlock tenía tal vez una residencia en cada país en el que había ya viajado, menos en Corea. La casa en la cual había vivido en su infancia fue vendida; tenía claro que no volvería nunca más, pero no se imagino que esto podía suceder. 

Tal vez era mejor aceptar, pero seguir la mitad del trato y la otra mitad hacer lo que ella quisiera, algo que no pudieran cumplir y así fácilmente terminar ese contrato que estaba aceptado sin el consentimiento de Sherlock. 

Maple Leaf |Minho y Tú| •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora