Maple Leaf |Minho y Tú| •TERMINADA•

• Capitulo Quince

• Capitulo Quince

»»Una muestra de amor»»

“Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor, después todo el amor pertenece a los pensamientos.”

La mirada de Sherlock reflejaba sarcasmo y diversión, ni siquiera podía sentirse ofendida o enojada por el comportamiento de MinHo porque era algo ilógico e inmaduro. Solo lo ignoro y fue directo a arreglar algunas cosas para poder dirigirse a su casa ya no tenía nada más que hacer ahí.

— Te he hablado. —Fue hacia ella. — ¿Te atreves a ignorarme?

— Ignoro comentarios estúpidos y personas tontas como tú. —Lo miro. — No tiene caso pelear por algo tan… absurdo.

— ¿Me has dicho tonto? —La tomo del brazo pero ella se soltó.

— MinHo me gustas pero no estaré aguantando tus escenas de celos. Lo que más odio es eso. Además ¿Crees que tiene sentido de que te pongas celoso? Mira que para eso solo podemos mencionar tu situación actual. —Hizo una media sonrisa. — ¿Quién se encuentra engañando a su futura esposa? 

— Te he dicho que terminare con ella.

— Te has tardado MinHo. Taemin solo me invito una bebida que ni siquiera me la termine. Además de lo único que hablamos fue de arte y pinturas. ¿Eso te provoca celos? Sera mejor vernos otro día. —Guardo todo en su bolsa. —Ya conoces la salida.

Cerro la bolsa un poco decepcionada de la actitud de MinHo, no comprendía como podía alterarse de esa forma en una situación donde él era el menos indicado. Levanto la bolsa para colocársela en el hombro cuando sintió como unos brazos rodearon su cintura y una respiración continua se encontraba en su cuello mientras que unos suaves labios dejaban su marca en su piel. 

— Eres mía. Solo mía. —Siguió un hilo de besos sobre el cuello de Sherlock, ella solo inclino la cabeza dejándole espacio. — Me da rabia el solo pensar que estas cerca de otro chico. ¿Sabes el miedo que tengo el saber que puedes cansarte de esperar y abandonarme? —Tomo su hombro para voltearla. —Me encantas, tanto que no estaría dispuesto a que alguien te alejara de mi. 

— Nadie lo hará. —Se acerco a él. —Nadie. —Susurro sobre sus labios. 

Era una necesidad de los dos, una presión que si no ocurría explotarían de la desesperación por estar uno junto al otro, sentir sus labios, sus caricias y ese deseo que no los dejaba vivir tranquilos. 

Sus labios se movían al ritmo de sus latidos, ni siquiera recordaba que había ocurrido hace algunos segundos, en ese momento solo existían ellos y ese amor apasionado que estaban experimentando. 

Sentía Sherlock que sus manos se quedaban cortas al querer abarcar por completo el cabello y la espalda de MinHo. Mientras que él quería que sus manos no fueran tan lentas para acariciar aquella cintura que pedía a gritos las manos de MinHo. 

Poco a poco sin darse cuenta entre tanto movimiento Sherlock se había despojado de la blusa lisa y color turquesa que portaba. Lentamente y con cuidado MinHo fue recostando a Sherlock en el suelo no tan frio pero para ellos acogedor que había en el estudio. 

— ¿Sabes que me encantas? —Comento entre besos. Ella solo se limito a sonreír y asentir. 

MinHo se separo un poco viendo a su amada recostada y esos labios que tanto amaba delinearse en una sonrisa. En un santiamén se quito aquella playera que por mucho estorbaba en esa situación. Sherlock sintió una descarga eléctrica recorrer su cuerpo al ver el tan escultural y bien formado abdomen, brazos y pectorales de MinHo, pero sintió la mayor descarga cuando su tronco desnudo choco con el de MinHo, piel contra piel.