• Capitulo Once

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• Capitulo Once

»» Primer Intento»»


“La capacidad de una persona para perdonar está en proporción con la grandeza de su alma”





MinHo sonrió cálidamente mientras que Sherlock solo bufó. Se dio media vuelta y se dirigió hasta el caballete ignorando por completo a MinHo. 

— Creí que vendrías con tu prometida. Tal parece que hoy se despego de ti. —Sonrió sínicamente. — ¿Qué? ¿Hoy fue tu día libre? —Río. — Siéntate ahí. —Señalo la silla. — No te muevas si es que deseas acabar esto pronto. 
— Yo no deseo acabarlo pronto. —Comentó. — ¿Podemos hablar? 
— Se que se lo has pedido a Onew, pero déjame decirte que lo único que hablare contigo es cuando te muevas de la posición en la que te coloque. Así que… no me hables, ni siquiera me mires. Alza la mirada, observa la pared que está detrás de mí. 
— Creí que una pintura es rápida. 
— Lo es. —Observo a MinHo sobre el caballete. — Es la primera vez que hago un retrato. Así que prefiero que sea precisa y salga bien. No me apresures. —Siguió con su trabajo. 

Siguió dibujando los trazos con suavidad y calma; al menos ya llevaba una hora. Su sonrisa apareció cuando se quedo satisfecha con su trabajo, estaba listo solo faltaba pintarse. Fue por sus pinturas y comenzó a mezclarla en su paleta hasta obtener los colores precisos. 

— Recuerdo aun aquel día que la profesora nos pidió que dibujáramos nuestra estación del año favorita. Los dos dibujamos otoño. ¿Lo recuerdas?
— He intentado olvidar mi pasado. —Lo observo. —Así que no. No recuerdo nada de eso.
— ¿Tampoco cuando guardamos en nuestro casilleros dos cajas llenas de hojas que en otoño cayeron? —Pregunto esperanzado.
— Tampoco lo recuerdo. MinHo deja decirte que quien habla aquí únicamente soy yo, así que guarda silencio.

Se frustro al no poder obtener el color exacto para comenzar a pintar, estaba obteniendo diferentes todos menos el que ella deseaba; más aparte las platicas que para Sherlock eran sin sentido que hacia MinHo… estaban logrando que llegara al borde de su paciencia. 

Sintió un pequeño empujón, observo su mano que ya estaba sin la paleta de pinturas y a MinHo enfrente de ella. 

Trago saliva y camino hacia atrás golpeándose con pequeñas cosas que encontraba a su paso para poder alejarse de él.

— Pero que… ¿Qué te ocurre? Regresa a tu lugar; estoy trabajando y detesto que me molesten cuando estoy haciendo algo. 
— Necesitamos hablar. 
— He dicho que no. ¿Por qué eres tan necio? Aléjate o vete. 
— ¿Qué te hice para que me trates así? —Pregunto desesperado mientras la sostenida de los hombros. — ¿Por qué me evades y me tratas como si fuese el malo?
— Porque lo eres. Me desespera el solo verte. Le dije a Onew y te lo digo a ti. No intentes ni siquiera el hablarme, porque no obtendrás los resultados que quieres. Te odio. Y si estoy aquí son solo por esos malditos retratos. No tengo ni siquiera la necesidad de estar pintándolos.
— ¿Entonces? ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso fue por mí?
— Me haces reír con tus conclusiones estúpidas. —Bufó. — Por supuesto que no. Fue por mi madre; legalmente perdería más. No me quedaba de otra que haber aceptado, a pesar de las trabas que le puse a tu novia… perdón… prometida; no logre canelar el trato que mi madre había hecho con ella. 

Sherlock se alejo yendo hasta la puerta del estudio abriéndola en todo su resplandor. Se coloco a un lado esperando a que MinHo entendiera lo que estaba diciéndole con la mirada.

— Vete. Hasta que yo vuelva a decirle a tu prometida regresaras. Mientras no quiero que ni siquiera te aparezcas aquí. Por eso no quería hacer esto, no deseaba ni siquiera escuchar tu nombre; menos el verte. Adiós.

Dejo la puerta abierta mientras se alejaba yendo a la cocina por un poco de agua. Permaneció varios minutos ahí hasta que escucho la puerta cerrarse. Si bien frente a MinHo había actuado como una chica autoritaria, fuerte y valiente; al escuchar como la puerta se cerraba, se derrumbo por completo cayendo al suelo temblando de las manos. Había sido un momento fuerte, pero era mejor seguir así. Solo faltaba un cuadro más y ella regresaría a su país, alejándose por completo de MinHo y de todo ese dolor. 

Su celular comenzó a sonar y si mirarlo lo busco palpando el suelo. Se recostó y contesto, escuchándose del otro lado la fina voz de su madre.

— ¿Qué ocurre? —Pregunto Sherlock cansada. 
— ¿Todo bien por allá? Por cómo te escucho creo que me necesitas.
— Aunque no lo quiera admitir, tienes razón. Necesito a alguien que me apresure con este trabajo. —Suspiro. —Pero da igual. ¿Por qué tu llamada mamá?
— Paul Scott tendrá una exhibición de sus cuadros y me está pidiendo que asistas.
— Mi querido amigo… — Esbozo una sonrisa. — Dile que no puedo, no estoy en Canadá ni tampoco tengo el tiempo para viajar.
— Ya le he dicho. Pero sabes cómo te aprecia. Me dijo que si no asistías que cancelaria la exhibición. 
— Siempre con sus amenazas. Bien asistiré. Necesito despejar un poco mi mente. Le pediré a Onew que me acompañe; espero pueda. 
— Seria buena idea, temo que viajes sola.
— ¡Oh vamos madre! Sabes que siempre lo hago. Pero prefiero esta ocasión ir con él. Aunque por lo que he escuchado tiene la agenda llena. Con suerte y haya espacio para mí. Bien, te confirmo mañana ¿Cuándo es el evento?
— El sábado en la tarde. Así que si viajas pasado mañana llegas el sábado en la mañana. 
— De acuerdo. No creo que haya tanto problema. Ahí estaré. Nos vemos mamá.

Sherlock colgó y al instante le llamo a Onew a su celular esperanzada a que el sábado no tuviese nada de trabajo y su agenda estuviera vacía o fácil de cancelar sus asuntos. 

Una, dos, tres, cuatro hasta cinco veces estuvo marcando; escuchando el sonido de espera pero nada de que contestara su hermano. Su paciencia se acabo; agarro sus llaves, cerro el estudio y se fue directo a la casa de su hermano que por suerte recordaba la dirección de la calle más no el número de casa. 

— Creo… —Observo tres casas que podrían ser la indicada. — Es la de en medio. —Señalo. —Pero… esta se ve muy sospechosa. Preguntare en la tercera. —Dijo decidida y camino por el largo y estrecho sendero hasta la puerta. 



— Taemin deja de cambiarle al televisor varias veces; no disfrutas ni uno de los programas. —Se quejo JongHyun mientras llegaba con refresco y palomitas. — ¿Dejaras en paz el control y veremos la película que rentaste?
— Prefiero la película. En la televisión no hay nada en la noche. —Observo el reloj. —Apurémonos, Onew Hyung llegara y activara el toque de queda.
— Pequeño… veinte años y aun sigues las reglas de Onew. —Río JongHyun mientras agarraba un puño de palomitas. — ¡Oh! La puerta ve y abre, debe de ser Onew quien olvido sus llaves. 
— Si no fuera Hyung, pensaría que su distracción es por estar enamorado. — Río. — Por cierto. ¿Sabes a donde fue? —Pregunto mientras que se dirigía a la puerta.
— ¡No se! —Grito Jjong desde la sala. — Supongo que con…
— Sherlock. —Musito Taemin al momento de abrir la puerta y encontrarse con la persona que desde hace meses deseaba tener enfrente de él. — De… de verdad eres… ¿Tú?
— ¿Hola? —Pregunto asustada por el comportamiento de Taemin. — Creo que me equivoque, debí tocar en la otra casa. Disculpa.
— ¡No espera! —La tomo del brazo. Reacciono al instante y se alejo al ver el rostro de sorpresa que tenia Sherlock. — Digo… aquí vive Onew Hyung, si es que vienes a buscarlo a él.
— Si. —Sonrió aliviada. — Por cierto. —Inclino la cabeza. — Creo conocerte. ¿Nos conocemos de algún sitio? ¡Oh! ya lo recuerdo, el chico de la fiesta. Difícil olvidar esos ojos. —Esbozo una sonrisa. — En fin. Tienes razón; busco a mi hermano ¿Se encuentra en casa?
— Mis ojos…—Musito y un rubor apareció en su rostro. — ¿Eh? Eh… no. Salió temprano y no ha regresado, supongo que no tarda en llegar él no vuelve tan noche. 
— ¿Te encuentras tu solo? —Pregunto curiosa.
— No. JongHyun Hyung está conmigo. —Sonrió. — Key igual. ¿Los conoces?
— No. —Sonrió con inocencia. —Pero… ¿Puedo pasar a esperar a mi hermano? Tengo que decirle algo importante y no puede esperar.
— ¡Claro! Pasa. Estamos por ver una película ¿Te interesaría verla con nosotros? 

La mirada de Taemin no se alejaba de Sherlock, eso por una parte le causaba gracia; ahora entendía quien era aquel chico que le había comentado Onew, que por coincidencia era el mismo de la fiesta; pero por otra parte se estaba sintiendo incomoda por tanta atención.

Al entrar a la sala los ojos de Sherlock se abrieron al par sorprendiéndose por lo que estaba viendo. 

Jjong estaba entretenido viendo la película que no se dio cuenta que con el refresco se había manchado la camisa; se levanto del sillón y se la quito para poder disponerse ir por otra, pero no contaba con que tenia publico en ese momento. 

Taemin se sorprendió no por ver a su Hyung sin camisa; sino que los ojos de su amada estaban siendo perturbados por el escultural cuerpo de Jjong. La volteo de inmediato cubriéndole los ojos y fulminando a JongHyun quien de inmediato corrió hacia su habitación para cambiarse de camisa. 

“El perdón puede conseguirse de manera fácil, la confianza sólo el tiempo la devuelve.”
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Maple Leaf |Minho y Tú| •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora