• Capitulo Cuatro

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• Capitulo Cuatro

»» Estableciendo mis reglas»»

“Dicen que la gente cambia con los años y que el amor, siempre se apaga. No lo creo, la gran mayoría, solo se toma más tiempo para cometer las mismas equivocaciones; Y los regresos… siempre encienden nuestros corazones.”

— ¿Has terminado de arreglarte? El auto no tarda en llegar. 

— Tranquila querida. En unos momentos estoy. 

— No vas a conocer al presidente, simplemente es una cena en donde vamos a hablar de negocios. 

— Deberías de arreglarte más. Ponerte un poco de rubor aquí. — Comento Amanda mientras le colocaba un poco de maquillaje en el rostro de su hija.

— ¡Deja! No lo hagas. No necesito un kilo de maquillaje en mi rostro. Odio pintarme tan exageradamente, eso maltrata la piel de las personas.

Sherlock escucho sonar el teléfono de la habitación y enseguida contesto. Era de la recepción donde le indicaban que el auto que había pedido ya estaba ahí.

— ¿Han llegado? —Pregunto Amanda.

— Así es. Bajemos ya. 

Tomaron sus cosas y bajaron directo a recepción donde le indicaron el lugar en el que se encontraba el auto. Subieron al coche y diciéndole la dirección al chofer fueron directo a esa cena de negocio tan esperada. 

La mirada y pensamientos de Sherlock se encontraban perdidos en un mundo paralelo, en estos momentos tenía que tener la mente en blanco y tranquilos, a pesar de que se sentía ofendida por haberla llamado una simple “retratista” sabia que si llegaba con nubes de grandeza, no vendría nada bien a su carrera.

El auto se estaciono dejándolas en una casa muy elegante, tan grande como si fuese la casa presidencial. ¿O es que acaso y el mismo presidente de Corea deseaba sus trabajos? Pasaron a la casa algo extrañadas, Sherlock sabía perfectamente que era una simple cena; pero esa cena en unos cuantos segundos se había convertido en todo una fiesta. Ver a tantos invitados, bufete, una gran estatua de un cisne en hielo, luces por doquier y una pequeña pero muy agradable orquesta en la parte izquierda del lugar no era lo que se imaginaba. 

Parpadeo varias veces tratando de comprender en donde rayos estaba. Observo a su madre quien se encontraba en la misma situación que ella.

— ¿Qué es esto? —Pregunto enojada Sherlock.

— Yo… creí que… no lo sé cariño, estoy igual de sorprendida que tú.

— Bien… en ese caso, retirémonos. No tenemos nada que hacer aquí.

— Espera. Buscare al cliente. No nos conviene ponernos en un plan negativo. 

— De acuerdo. Busca a quien desees. Yo… estaré alejada de tanto barullo.

Sherlock pasaba entre la gente sin pedir permiso. Encontró a un meso y agarro una de las copas que se encontraban en la charola. Dio un pequeño trago y con la copa en la mano siguió caminando alejándose de toda la gente que había ahí. 

Maple Leaf |Minho y Tú| •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora