Mala Actitud» Ziall&Joerick

Capítulo 2

El moreno se bajó de la camioneta seguido por sus hermanos.

Los tres muchachos se quedaron impresionados por la linda infraestructura del edificio.

El chico de ojos verdes no pudo evitar sonreír, apesar de todo, igual estaba emocionado.—demasiado impresionante.

Zayn le pasó la mano por el cabello en un gesto cariñoso.

—Pa' que andamos con cosas, está de película. —dijo Lauren, dando un pequeño salto y fue por sus maletas rápidamente.

Zayn se alegro por la emoción de sus hermanos, tenía que admitir que era verdaderamente lindo pero aún así no le provocaba absolutamente nada. Simplemente cumplía una condena.

Los policias se bajaron de la patrulla y se acercaron a conversar con el abogado. Parecía que aún no podían entrar.

El moreno sacó un cigarrillo de la chaqueta y lo encendió, necesitaba relajarse. Fue cuando noto que un hombre salía a encontrarse con ellos.

Se acerco a los policías y a su abogado, sus hermanos se acercaron y parecían presentarse con el hombre.

Zayn giró los ojos. Y decidió ignorar lo que ocurría unos pasos tras él.

—Tu debes ser Zayn—escucho una voz a sus espaldas.

El pelinegro se volteó y pudo ver al hombre acompañando a su abogado que le hacía señas de que arrojará el cigarrillo. La patrulla se fue del lugar.

Zayn no pudo evitar sonreír burlón y siguió fumando.

—Ese soy yo, un nuevo dolor en el culo para usted y todo su cuerpo estudiantil.

Erick ahogó una risa, su hermano era imposible.

El hombre no pareció enfadarse—Bueno ya pude darme cuenta que tus hermanos son mucho más educados tú. —comentó sin una pizca de mala intención.

—Lo sé y me alegro mucho por eso.—chasqueo la lengua.

—Sin embargo, de igual forma encontraste la forma de arrastrarlos contigo.—prosiguió.

Un músculo en la mejilla de Zayn se tenso.  Por sus ojos se pudo notar un remolino de emociones, dolor, enojo, frustración.

—Parece ser una maldición que no puedo romper nunca.—observó a sus dos hermanos con culpa. Arrojó el cigarrillo lejos.

—No digas esas cosas, Zayn.—lo detuvo su hermana con seriedad.

—Bueno como sea—volvió a decir, no entendiendo nada de lo que hablaban—Soy el director Monroe, y ahora los invitare a pasar para que puedan instalarse.

Los tres chicos tomaron sus cosas y se despidieron del abogado.

—¡Compórtense! ¡Sí, Zayn me refiero a ti!

Fue lo último que escucharon antes de entrar.

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Erick caminaba confundido, mientras buscaba su habitación por los pasillos  del internado.

Sonrió cuando encontró el número de su habitación, intento abrir pero estaba cerrada, trato otra vez y no había forma. Comenzó a tocar con fuerza con la esperanza de que su compañero de cuarto pudiera abrir.

Nada.

Se recargo contra la puerta, estaba tan cansado lo único que quería era dormir un buen rato, el viaje había sido largo. El internado estaba muy lejos de la ciudad.