El pelo recogido no me sienta tan mal, además estoy demasiado impaciente como para lidiar con mis rizos hoy.
Llevo unos vaqueros tipo boyfriend con una camiseta básica sin mangas, el outfit perfecto para explicarle a Harry que estoy enfadada por su comportamiento... aunque siendo sincera, sólo me he puesto lo primero que he visto en mi armario.
Tengo una llamada perdida parpadeando en la pantalla de mi teléfono que indica que Harry está abajo para recogerme.
Estoy bastante nerviosa porque quiero decirle tantas cosas que he ensayado un pequeño discurso contando con que él no me interrumpa.
-Hola- Digo simplemente cuando me monto en su coche y la tensión puede cortarse con un cuchillo.
Él simplemente sonríe y pasa una mano por su pelo. Hoy lo lleva recogido en un pequeño moño desordenado, al igual que yo y le sienta realmente bien.
-¿Dónde vamos?- Pregunto.
-Te dije que quiero presentarte a alguien.
-Harry, no creo que sea el momento porque yo... yo estoy... estoy bastante enfadada respecto a...
-¿Puedo besarte?- Me interrumpe.
-¿Qué?
-Ya me has oído.
-¡Estoy intentando decir que estoy enfadada!- Exclamo.
-Lo sé. Eres adorable, nena.
-No... no me estás tomando en serio.
-Sí, lo hago pero me muero por besarte.
Me gustaría poder decir en mi defensa que me ha cogido desprevenida antes de estampar sus labios con los míos... pero quien avisa no es traidor y yo tenía tantas ganas como él de besarlo.
Tras nuestro breve beso, siento como las llamas de mi interior se apaciguan y no puedo recordar si quiera el discurso que tanto he ensayado antes de que Harry haga rugir el motor.
Me abrocho el cinturón de seguridad y apoyo mi cabeza en la ventanilla.
Odio que Harry no tome en serio mis sentimientos y que no se preocupe lo más mínimo por mi enfado.
De hecho, odio que parezca tan feliz tras ponerse como una furia y mentirme en la cara ayer. No soy ninguna estúpida y ahora no sé si debería haberlo besado, se supone que estoy enfadada y se supone que tiene suerte de que le dirija la palabra.
-Hemos llegado- Informa y yo miro un par de veces por la ventana antes de lanzarle una mirada asesina.
-¿En serio?¿Me traes aquí... después de... de lo ocurrido? No... no puedo creerlo.
-Tranquilízate y confía en mí, por favor.
Suspiro y decido darle una oportunidad más; después de todo, él ha sido más que paciente conmigo todo este tiempo.
Él toma la iniciativa y sale del coche para abrirme la puerta a lo que yo respondo con el ceño fruncido y lo sigo hasta llegar a la puerta que abre su habitación de la fraternidad.
-Vale, ¿lista?- Pregunta.
-Lo que sea- Respondo intentando sonar desinteresada.
Harry abre la puerta y aparece la última persona que esperaba encontrarme en este momento.
-Pero, ¿te... te estás intententando reir de mí o algo así?
-¡No, joder!- Exclama.
-¿Nichole?¡Oh, Dios, no podía esperar a conocerte!- Pregunta la chica morena con una voz mucho más dulce que su aspecto- Soy Salice.
