Mi teléfono vibra sobre mi escritorio y me lanzo sobre él para descolgar la llamada con las manos temblorosas.
-¿Harry?
-Hola, ¿Nichole?- Pregunta una voz femenina bastante familiar al otro lado de la línea.
-S... sí.
-Soy Salice, la hermana de Harry.
Los nervios se apoderan de mí y siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral de arriba a abajo.
-Harry ha tenido un accidente- Declara y con sus palabras siento que voy a desmayarme- ¿Puedes venir al hospital más cercano al campus? Te doy el número de habitación.
-Sí, ya voy.
Dejo las maletas que hice para irnos juntos a casa de mi madre, tomo mis llaves y salgo a toda prisa de la habitación. Muevo mis piernas lo más rápido que puedo por la moqueta de la residencia y de repente, alguien aparece en medio del pasillo para frenar mi paso provocando que nos choquemos.
-¿A dónde vas con tanta prisa?- Pregunta con voz suave- Había venido a visitarte para...
-No es... no es el momento, Caleb- Respondo haciendo un gesto con las manos.
Le esquivo y continuo caminando deprisa hasta el ascensor.
-¿No crees que deberíamos hablar? Te he estado dando tiempo para que te des cuenta de que Harry...- Comienza a decir y entra en el ascensor antes de que las puertas se cierren.
-¡Caleb, Harry ha... ha... tenido un... un accidente!- Exclamo nerviosa, en este momento no puedo evitar tartamudear.
-¿De verdad?
-S.. s... sí, de verdad. Así que... es... es mejor que... que dejemos eso para otro... otro día. Tengo que ir al... al hospital.
-Cálmate, Nichole- Me pide Caleb mirándome a los ojos- Estás temblando y apenas puedes hablar.
Las puertas del ascensor se abren y yo salgo disparada hacia el aparcamiento, aunque la ansiedad se apodera de mí provocando que hiperventile demasiado y en unos segundos apenas puedo recordar dónde está aparcado mi coche mientras me centro en controlar mi respiración. Caleb pone una mano en mi hombro y hace gestos con sus manos indicando que inspire y exhale lentamente.
-Al menos deja que te lleve, no estás en condiciones de conducir- Se ofrece.
Valoro por unos momentos si sería buena idea y la verdad es que tiene razón, tengo que llegar lo más rápido posible y en mi estado dudo poder salir del aparcamiento sin estrellarme antes. Así que le paso las llaves y busco con la mirada mi coche antes de señalarlo con mi dedo índice.
Caminamos hacia él y yo me concentro para no comenzar a lloriquear aún. Salice no me ha dado detalles sobre el estado de su hermano pero mi mente imagina una situación peor que la anterior con cada segundo que pasa. Necesito estar a su lado.
Nos montamos en el vehículo y Caleb acomoda el asiento del piloto rápidamente antes de arrancar el motor y salir a la carretera. Él conduce rápido aunque no sobrepasa el límite de velocidad, yo me abrocho el cinturón de seguridad a medio camino, cuando me doy cuenta de que no lo llevo y me mordisqueo los labios mientras intento retener el número de la habitación de Harry, releyéndolo una y otra vez en el mensaje que me ha mandado Salice.
Cuando estacionamos en el aparcamiento del hospital, casi me olvido que Caleb viene conmigo porque salgo corriendo hacia la puerta principal y seguidamente, hasta la recepción. Una chica rubia me indica el módulo del hospital en el cual está ingresado Harry y Caleb le da las gracias por mí antes de seguirme por los pasillos en silencio.