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-Entonces esta es nuestra segunda cita- Dice sonriendo mientras fija su mirada al volante al mismo tiempo que yo me deslizo en el asiento del conductor.

-Eso parece...-Bromeo.

Él se gira para encararme al fin y me besa como si llevase años sin hacerlo. Tras el beso, sugiere que me abroche el cinturón de seguridad con respiración agitada y arranca el motor.

Tomo mi teléfono cuando vibra en el bolsillo y me tomo unos segundos para responder a mi madre.

-¿Es Caleb?- Pregunta Harry mirándome de reojo através de sus rizos.

-¿Qué?No ¿por qué has dicho eso?- Exclamo con una pizca de enfado alejando mi mirada de la brillante pantalla del teléfono.

-Joder, no lo sé. Perdona. Es sólo que...

-No... No quiero hablar de eso por... porfavor, me provoca dolor de cabeza- Me quejo y Harry pone una mano en mi muslo cariñosamente.

-Está bien, sólo perdona el comentario.

Sonrío como respuesta y me muerdo el labio inferior antes de valorar detenidamente si contarle a Harry quién me ha escrito.

-Era mi madre- Suelto al fin sin darle muchas vueltas.

-Eso es bueno- Responde simplemente y me lanza una mirada muy tierna.

-Hace tiempo que no voy a visitar a mi familia y me ha preguntado cuándo pienso ir.

-¿Vas a ir este finde?

-Humm... sí, bueno... en realidad, no lo sé- Respondo y suspiro- El sábado hace cinco años que falleció mi abuela y tenemos que ir al cementerio.

-Nena, lo siento mucho- Murmura.

-No importa, de hecho yo nunca la conocí. Ella no era una abuela demasiado familiar y no habló con mi madre desde... desde que... desde que yo nací- Declaro y mis ojos se humedecen.

-Eso es horrible, quiero decir... maldita sea, ¿estás bien?- Maldice nervioso y frena a un lado de la carretera.

Harry suspira, cierra los ojos y después me mira atento.

-¿Quieres hablar de ello?- Me pregunta y acaricia mi mejilla con su pulgar para limpiar una de mis lágrimas.

-Se supone que no debería haber tanto drama en una segunda cita- Declaro y sonrío- ¿Es algo malo que no quiera ir al cementerio?

-Nena, nadie puede obligarte. Si tu abuela era una persona de ese tipo no entiendo siquiera por qué deberías ir.

-Mi madre piensa mucho en el qué dirán y todo eso...

-¿Quieres que vaya contigo?

Se me para el corazón y tomo la mano que sigue en mi mejilla para darle un apretón cariñoso.

-¿Qué?

-Ya me has oído.

-No lo sé... Es demasiado para...

-Nena, no quiero sonar egoísta ni nada pero no voy a sentirme bien si tienes que asistir a eso tú sola y sin la oportunidad de mensajearnos en todo el fin de semana.

-Es muy amable por tu parte, cielo, pero mi madre...

-Espera, ¿qué?

-Que quizás no la gustará la idea.

-No, ¿qué has dicho antes?

-¿Que es muy amable por tu parte?

-No, después.

Sext h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora