Capítulo I - Selección

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Magnolia, Reino de Fiore, una apacible ciudad costera con un gremio nada apacible. Desde las primeras horas del día, el ruido retumba por todo Fairy Tail.

- ¡Cierra el pico, cerebro congelado! - gritó el Dragon Slayer de fuego.

- Al menos a mí me queda, tú de seguro ya lo fundiste. - ¿Qué le pasa a Natsu? se preguntó Gray. Últimamente estaba más irritable, pero, hoy parecía mucho peor (claramente, el mago de hielo no había notado que su actitud también habia cambiado).

La puerta se abrió, y la maga estelar del gremio la atravesó dándole los buenos días a todos con una enorme sonrisa.

- ¡Buenos días Lucy! - saludó Mirajane desde la barra, preparando ya el batido favorito de la rubia.

<<Luce>> cruzó por la mente de Natsu. En los últimos días había aceptado que veía a su compañera como algo más, aunque no se había atrevido a confesarlo. Ella le gustaba desde hace mucho en realidad (aunque no lo reconociera, estaba muy enamorado). Hoy, la maga le parecía sencillamente irresistible.

- ¡Buenos días Luce! - le sonrió Salamander.

- ¡Buenos días Natsu! - A Lucy le fascinaba, por sobre todas las cosas, su sonrisa. Pero no era algo que se pudiera decir en voz alta, ¿no? Después de todo, Natsu jamás la vería como ella a él: con ojos repletos de amor incondicional.

- ¡Lucy, necesito que vengas a mi oficina, debo hablar contigo de algo muy importante! - solicitó una voz desde lo alto de la escalera.

- Enseguida, maestro. - asintió Lucy extrañada. ¿Qué querría el maestro? ¿Habría hecho algo malo? ¿Sería alguna misión?

Makarov notó que Natsu subía con Lucy, iban hablando animadamente.

- Natsu, sólo Lucy debe venir. - mencionó el maestro.

- ¿Por qué debería dejarla ir sola? No, debo estar con Lucy, nadie la apartará de mi lado. - el joven Dragon Slayer pasó su brazo sobre los hombros de la joven con hosca expresión.

<<Ya ha comenzado - pensó Makarov, mientras arrojaba una mirada cómplice a Mirajane - ¡Que Mavis nos ayude!>>

- Natsu - Mirajane apoyó una mano sobre su hombro y le dedicó una tétrica sonrisa -  si gustas puedo entrar con ella, pero será mejor que te quedes aquí.

- ¡No! Yo debo estar con Lucy, ella debe estar conmigo, no me la arrebatarán. ¡Ella es mía!  

- ¿Quieres callarte chispitas? Algunos tratamos de... - pero Gray no pudo continuar ya que el puño del Dragon Slayer impactó contra su rostro, dando inicio a uno de los tantos momentos de la rutina del gremio. Mirajane y Makarov aprovecharon para introducir a Lucy en la oficina del maestro.







































¡Hola! Hasta aquí el primer capítulo. Si les gusta déjenlo saber, eso me motivará a continuar. El segundo capítulo ya está en construcción.
¡Hasta la próxima!

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