Capítulo 4 MIEDO

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 Peligro. 

        Aquella palabra resonaba en la mente de Elsa como las gotas de lluvia sobre la acera en un frío día de Abril. La reina sin parar a meditarlo echó a correr hacia ninguna dirección. La oscuridad iba poco a poco  comiendo la poca visión que ella tenía y cuando la cubrió por completo Elsa se quedó totalmente inmóvil. La sala(o el lugar donde estuviera) estaba absolutamente en silencio. Podía apreciar el sonido de su acelerada respiración mientras el sudor le iba cubriendo la frente. Detectaba algo en su interior, pánico.

De repente, una fuerte carcajada malévola transpasó su mente. Los recuerdos que ella creía haber apartado en un rincón fueron reproduciéndose delante de ella, como si se tratara de una visión.

La  imagen era de Anna, en frente de su habitación.

- Hazme un muñeco de nieve- se acercó al pomo de su puerta y susurró- o lo que sea me da igual.

- Déjame Anna...- respondió ella, con una voz cortante.

-Vale, adiós...-terrminó Anna, alejándose por el pasillo. 

Aquello no le afectaba, lo había superado ¿Verdad?

- Qué buenos tiempos...¿A que sí, Elsa?- susurró una voz grave. 

Una figura borrosa había aparecido delante. Cuando pudo ver con claridad, el terror la invadió por completo. Lo primero que alcanzó a ver fueron unos intensos ojos amarillos clavándose en ella. El hombre, criatura o ser que tenía ante ella lucía una túnica negra que le cubría todo el cuerpo. Su pelo, negro como el carbón, acababa en pequeñas puntas.

Elsa no sabía, no llegaba a comprender. Se acurrucó tanto como pudo, intentando despertar de esta horrible pesadilla.

- Pesadilla...- retumbó la voz en su mente.

-¿Sientes el miedo querida?¿Siente como va apoderándose de cada átomo de los seres humanos haciéndoles sentir vulnerables, débiles e inútiles ante él?- en un segundo se colocó junto a Elsa, susurrándole al oído- eso es el verdadero miedo, preciosa. 

El hombre se arrodilló junto a ella.

-¿Qué pasa?¿Te ha comido la lengua el gato?-empezó- sé como eres, Elsa. Llevo acompañándote desde que eras pequeña. Necesito que les hagas llegar un mensaje a tus amigos guardianes. 

Elsa no pudo más y estalló en llanto. 

-Shh, tranquila pequeña- se acercó a ella de nuevo y le acarició la mejilla derecha.

Al contacto con la piel, le hizo un corte lo bastante profundo para que la sangre fluyera. 

Elsa no sentía el corte,¿Cómo era aquello posible?

-No...¿No me vas a hacer más daño?- dijo ella, en un hilo de voz.

El hombre sonrió irónicamente.

-No, querida, no por ahora. Al menos no mucho.

Dicho esto, desapareció. En aquel momento, millones de sensaciones atravesaron a Elsa. Desde la felicidad que sentía cada vez que veía a Anna sonreír, hasta el terror al pensar en Arendelle y en aquel hombre. Sin poder aguantar más, chillo, un grito extremadamente agudo, descomunal y al agotar todas sus fuerzas, perdió el conocimiento. 

-¿El-Elsa?- dijo Anna.

Anna estaba al lado de su cama, las ojeras le marcaban el rostro.

-¡Elsa!-gritó esta vez.

Su hermana corrió hacia la puerta de la habitación.

-¡Krisroff! Menos mal que sigues aquí...¡Tienes que avisar a todos!¡Ha despertado!¡Cooooorreeee!- le gritó al chico.

-Un pesadilla, solo una pesadilla...-pensó Elsa.

Instintivamente, se llevó una mano a  su mejilla y aulló de dolor. Sangre. Esto no podía estar pasando.

        Después de que le curaran la herida y la ayudaran a levantarse, Elsa no quiso hablar con nadie. Aquello la había hecho un poco más fuerte. Aquel hombre la conocía...Recordaba a ver sentido un miedo así, en muchas ocasiones de su vida. Por mucho que le costara, aunque dejara su vida en ello, conseguiría vencer, por Anna.

Por la tarde, alguién tocó a la puerta de su habitación.

-Elsa, tenemos que hablar-empezó Rapunzel-¿Qué te ha pasado?Ya me ha dicho Anna que no querías que te sacaramos el tema pero Elsa, llevas inconsciente un día entero, podrías dar aunque sea...

-No-la interrumpió- he pasado por muchas cosas Rapunzel, esta es solo una más, creo que tu mejor que nadie tendrías que entenderme ¿O me dirás que nunca te sentiste aterrorizada en aquella torre? Sé que lo de la herida no es normal, pero necesito asimilar todo esto, de verdad que no puedo-dijo.

- No es solo eso, mírate el antebrazo izquierdo.

Al remangarse la manga entendió de que estaba hablando su amiga. La palabra MIEDO, escrita en rojo sangre estaba tatuada en su piel, como fuego ardiente.¿Qué querría decirle aquel hombre a los guardianes con solo una palabra?

Elsa no dijo nada, se limitó a mirarlo con un rostro inexpresivo, hasta que por fin soltó un suspiro y se dirigió hacia la puerta. 

Antes de salir de la estancia Rapunzel apoyó una mano en su hombro y le dijo. 

-Sea lo que sea que haya pasado, ya me lo contarás cuando estés lista. Ahora, vístete-le dijo tirándole su vestido azul-tenemos visita. 

Bueno, aquí está el capítulo 4. Sinceramente no quería que se me quedara así, lo siento mucho chicas si ha dejado mucho que desear. Llevo todo ayer y hoy escribiendo y escribiendo y nada se quedaba como yo quería, esto ha sido lo mejor que se me ha podido quedar :( Espero que no les moleste, lo siento.

¿Cómo les gustaría que fuera el encuentro entre Elsa y Jack? Quiero dejar la parte trágica un poco al lado (Aunque siga presente, claramente) y empezar poco a poco a que vayan conociéndose y demás ^^

Muchas gracias a aquellos que leéis mi novela, les debo todo. 

Voten y comenten, me encantaría saber sus opiniones.

Un beso. 

        

La última esperanza(JELSA)CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora