Capítulo 17 Una mañana irreal.

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El cuerpo inerte de Elsa se encontraba postrado en el centro de la cama. El cielo de aquella mañana del 9 de Diciembre se cernía oscura, la nieve no relucía tan blanca, incluso parecía que las nubes eran más grises. Anna estaba al lado del lecho donde yacía su hermana, con los ojos serenos y el corazón en un puño. Desde ahí podía visualizar la imagen, Kristoff estaba en la otra silla, justo en frente de ella, apoyado sobre sus dos manos sin poder asimilar todo aquello. Rapunzel estaba en la puerta, alterada y gritando a todos los plebeyos para que corrieran a la aldea y trajeran al curandero más experimentado del lugar. Hada se encontraba en la penumbra, en un extraño silencio, y Jack permanecía al lado de su hermana, con los ojos vidriosos, esperando cualquier señal que Elsa pudiera hacer, cualquier movimiento que indicara que todos estaban equivocados, que era una falsa alarma.

Y él seguía teniendo la sensación de que todo era irreal, de que aquel silencio no podía ser cierto para la situación que estaban viviendo. Y él también quería gritar pero no encontraba la fuerza para hacerlo, quería llorar, quería correr y quería encontrar al causante de aquello pero no podía, como si una fuerza desconocida le impidiese llevarlo acabo.

Al cabo del tiempo un hombre menudo entró dando unas zancadas firmes, y les pidió a todos que abandonaran la habitación.Y aguardaron, permanecieron junto a la puerta esperando un aviso, y ya bien entrada la tarde, aquello sucedió. 

-¿Y bien?- susurró Rapunzel conteniendo el llanto.

El anciano, apoyado en los pies de la cama se dio la vuelta, sosteniendo la mirada suplicante de la reina de la Corona, para después añadir.

-Está viva.

Unas horas antes...

De repente, aquella misteriosa sensación desapareció, y Jack abrió un ojo examinando el lugar. No encontró nada distinto, era la misma habitación de siempre, pero lo mejor de todo es que lo de la noche pasada no había sido un sueño, había pasado de verdad y al lado de él seguía estando su reina, la misma con la que había compartido el recuerdo más maravilloso. La sonrisa se le dibujó al instante en  el rostro, hoy era el día, debía llevar el invierno a todas las partes, y lo llevarían juntos, el 9 de Diciembre sería un recuerdo épico. Así que no dudó más, se levantó de un salto y terminó de arreglarse. El sol apenas se admiraba aún, por lo que decidió abandonar la estancia con mucho sigilo y bajar a la cocina. No encontró a nadie aún despierto, y después de hincharse a chocolate subió de nuevo para despertar a Elsa. Nada más de empujar la puerta del cuarto aquella sensación vino de nuevo, rápidamente adoptó su posición de ataque y examinó todo el terreno con mucho cuidado. Nada. Todo estaba muy tranquilo, incluso demasiado. 

Decidió dejar de darle tanta importancia y se centró en aquello que le había hecho volver allí. Se tumbó con delicadeza al lado de Elsa, aprovechhando que ésta le daba la espalda se colocó a milímetros de su espalda, le apartó un mechón de cabello de la oreja y le susurró con mucho cariño.

-Elsa-empezó-es hoy, hoy es el día.

La chica ni se inmutó.

Jack enarcó una ceja y volvió a probar.

-Elsa...¡Despierta!-volvió a susurrar mientras se apartaba bruscamente esperando el enfado de la rubia. 

Aquello si que era rarísimo, ¿Elsa?¿Profundamente dormida?

Se arrodilló y la cogió por los hombros sacudiéndolos poco a poco. Ni se inmutaba. 

Mirándola de reojo fue dando vueltas a la habitación, de vez en cuando movía algún mueble, intentando hacer el mayor ruido posible, o volvía a sacudirla con delicadeza, pero Elsa seguía sin mover ni un sólo músculo. Cansado ya de probar a despertarla, volvió a colocarse enfrente de ella y se quedó observándola. Deslizó su mano derecha por el rostro de ella y se quedó helado, literalmente. Sus labios estaban fríos, muy fríos, puro hielo. La mente de Jack tardó en redomponer lo que estaba sucediendo, ¿Esto era una broma?

-¡Elsa!- gritó esta vez-Respóndeme, por favor.

La reina no hizo ningún movimiento.  Le agarró el rostro con las dos manos y juntó su frente con la de ella.

-No, Elsa no, por favor, no me hagas esto...-se estaba poniendo nervioso, y empezó a bajar la temperatura.

Sentía el hielo formándose en las ventanas, sentía como la realidad caía sobre sus hombros.

-¿Jack?-Kristoff abrió de repente la puerta-¿A qué vienen todos esos gritos?

-¡No despierta Kristoff!¡Esta helada!-gritaba Jack desesperado-¡Llama a todos!¡Que alguien haga algo! 

Dicho esto, el rubio supo que aquello era cierto, y corrió pasillo abajo, para avisar a todos de aquel despertar trágico.

El tiempo se había paralizado y todo lo que rodeaba a Jack daba muchas vueltas en su cabeza. En seguida llegaron los demás pero nadie lloraba menos él. El silencio se había apoderado de la sala y ni siquiera Anna, sentada en un costado del lecho dejaba escapar el mínimo atisbo de desesperación, solamente miraba con ojos fijos al suelo, ¿Es que nadie entendía la gravedad de aquello?¿Solamente él se estaba dando cuenta? Lo peor fue cuando le obligaron a salir de allí, y dio mil vueltas a todos los pasillos hasta que aquel hombre por fin les informó el estado de Elsa. Mientras todos los demás entraban con una calma terrorífica, Jack estaba desesperado, aquel día, el 9 de Diciembre, parecía irreal, en unas pocas horas el transcurso de su visita había dado un giro completo, pero aquello no importaba, Elsa estaba viva, pero no despertaría hasta dentro de dos días mínimo, y hasta ese momento no podrían saber qué había pasado esa noche, y lo más importante, cómo es que el guardián no se dio cuenta, aunque ninguno de los demás sabía que él había pasado la noche allí. Y después de seguir cada uno con las labores que debían cumplir ese día, no intercambiaron palabra alguna, y volvieron a sus trabajos, buceando en sus pensamientos. Conscientes de todo aquello pero actuando como si nada hubiese pasado. Y el guardián notó durante todo el día aquella extraña sensación, y siguió sientiendo unos ojos clavados en su nuca que lo observaban, y que no dejarían de observarlo durante un tiempo. 

Esa misma noche partió para llevar el invierno, y no pudo llevar a Elsa consigo. Y el cielo parecía ensombrecido, y los pájaros cantaron al día siguente con menor entusiasmo, y Jack llevó el invierno de nuevo como todos los años, y lo hizo solo, como de costumbre.

''Y cuando las dos almas corrompidas vuelvan a su origen, el poder eterno reinará en su antecesor, el frío danzante a lo largo del tiempo resurgirá del pasado y todo aquello que creemos conocer se volverá oscuro, inerte, muerto...''

¡Hola a todos! Por fin he vuelto, y espero que les guste el capítulo. ¡FELIZ NOCHEBUENA! Mañana o pasado, (Esta vez juro por todo aquello que me importa cumplirlo) Subiré un capítulo a esta historia y dos en la otra para la que tengo varias ideas. Por si mañana no publico, ¡FELIZ NAVIDAD A TOD@S! Y gracias por estar ahí, y esperar tanto tiempo a que subiera el capítulo.

Se despide, AllBlueJones.

La última esperanza(JELSA)CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora