Capítulo 10 La alumna supera al profesor.

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-¡Esto es imposible!-le replicó Elsa.

Jack enarcó una ceja,¿Imposible?

-No es imposible, sólo que tú no sabes-contestó, con una sonrisa de superioridad, a la que ella respondió con una mueca de indignación.

El chico avanzó dando grandes zancadas para acercarse al lago y cómo si fuera a realizar una reverencia, extendió su mano de la cual brotó un pequeño reno helado que daba vueltas alrededor de la chica. 

-¿Cómo haces eso?-exigió ella. 

-Por que es mi don, Elsa-contestó él riéndose-tú podrás hacer otra cosa, pero criaturas 'vivientes' no creo.

Elsa le miró con resignación y acabó soltando un gran suspiro. 

-Piensa en algo positivo, por ejemplo tu animal favorito y después ¡PUM! Se creará solo-le dijo él, animádola. 

Elsa cerró los ojos intentando concentrarse, extendió sus manos hacia delante y respiró profundamente. No fue al momento como Jack, su figura se iba creando lentamente, copo a copo iba adquieriendo forma.

Un pequeño muñeco se había formado delante de ella. 

-¡Hola soy Olaf y me gustan los abrazos calentitos!-dijo la figura de hielo.

A Elsa se le formó una sonrisa de oreja a oreja. 

-¿Qué decías antes, Jack Frost?-dijo regodeándose, mientras Jack miraba el muñeco atónito. 

-No puede ser...¿Ha hablado?-musitó él.

-Y mira-dijo ella señalando al reno-los tuyos no hablan. 

Elsa se dio la vuelta con un aire triunfal mientras Jack la miraba divertido. 

-¿Con que dando lecciones al maestro, señorita Arendelle?- dijo.

-Hay ocasiones en las que el maestro tiene que aceptar que el alumno le supera-siguió retándole ella, mirándole directamente a los ojos. 

Jack dio un paso rápido y sin que Elsa se diera cuenta, la fue arrinconando en el tronco de un árbol. Cuando Elsa vio lo que estaba haciendo, se cruzó de brazos. 

-Jack, ¿No habíamos dejado las bromas atrás?-le dijo ella con una media sonrisa. 

No obtuvo respuesta. Jack colocó ambas manos a cada lado de su cabeza y la obligó a mirarle directamente a los ojos. 

-¿Serías capaz de superarme en todo, señorita Elsa?-susurró él, muy cerca de sus labios. 

Elsa se quedó paralizada un momento, mirando como el chico tenía la vista fija en ella, no se podía acobardar ahora. 

-Por supuesto Jack Frost-contestó empujándole por los hombros- te superaría donde sea, cuando sea y en lo que sea. 

Elsa volvía a tener el control de la situación. Jack seguía observándola con una sonrisa divertida ¿Hasta donde podría llegar esta chica?

-¿Qué te apetece hacer ahora?-le dijo Elsa. 

-Hagamos un trato-dijo él acercándose-Vamos a jugar a un juego, te dejo que corras por toda la explanada alrededor del lago, pero si te pillo, me tienes que pedir perdón.

-¿Así es como piensas enseñarme a controlar mis poderes?-preguntó ella dudosa. 

-Nadie a dicho que no se pueda utilizar magia-contestó Jack guiñándole un ojo. 

Jack se quedó atrás mientras Elsa corría a esconderse.

-El juego empieza...¡YA!-gritó él al vacío. 

El jardín se encontraba totalmente en silencio. 

Agudizó el oído, intentado escuchar los pasos o la repiración de la reina por alguna parte. Nada. Era hora de empezar a divertirse, alzó el vuelo y echó un vistazo por todos los alrededores. Allí en medio, entre árbol y árbol distinguió una cabeza rubia que asomaba y lo miraba directamente. 

-¡Eh! ¡No es justo que tu puedas volar!-gritó ella. 

-Eso no está escrito en las normas, reina Elsa-le contestó mientras se precipitaba hacia el lugar donde se encontraba la rubia. 

Elsa echó a correr entre risas. Llegó a otro gran árbol y se escondió detrás de él. Tenía un plan. 

Siguió corriendo en la misma dirección que Jack y 'accidentalmente' se tropezó con una gran roca. 

Un grito agudo estalló en su garganta. 

-¡ELSA!¿Dónde estás?-Jack la divisó a lo lejos- Madre mia, lo siento mucho Elsa, no quería que te pasara nada.

Jack se acercó al lugar donde la chica estaba agachada y se agarraba el tobillo. Se arrodilló junto a ella, iba a apartarle un mechon platinado para verle la cara, pero...

-¿De verdad te has creído una broma tan vieja, Jack Frost?-dijo ella mientras alzaba su rostro.

Mientras Jack estaba paralizado, Elsa aprovechó el momento. Sopló y creó unos copos de nieve que aturdieron  aún más a Jack, haciendo que cayera al suelo. No tenía mucho tiempo. Corrió de nuevo hacia la explanada y al llegar al lago, se paró en frente de la barca que cruzaba el lago, mientras cogía aire y se quitaba el sudor de la frente.

Jack llegó al minuto. ¿Estaría enfadado?No, no lo estaba. Podía distinguir su sonrisa a lo lejos.

-Mm...Muy astuta, señorita Arendelle. ¿Debería ser yo su alumno a partir de ahora?-fue diciendo Jack mientras se acercaba. 

-El maestro aprende una lección de la alumna, ¿Por qué será que eso me suena de antes?-siguió diciendo ella, toda orgullosa. 

-Pero este maestro no es como los demás-replicó Jack-este maestro se venga de las alumnas que lo dejan tirado en medio de un bosque para no pedirle perdón. 

-Anda Jack, no seas así- dijo ella riéndose-tienes que aprender a perder.

-Con que perder, eh...-repuso él, también riéndose-¡Nunca subestimes a tu profesor!

La agarró por la cintura y los dos cayeron dentro de la barca, riéndose sin parar, Jack encima de Elsa. 

Él la miraba embobado mientras Elsa no podía parar de reírse. Puso cada mano al lado de su cabeza para sujetar su peso y siguió observándola hasta que Elsa se dio cuenta de que Jack se había callado. 

-Jack...¿Qué...-pero él la interrumpió. 

En un rápido movimiento depositó sus labios encima de los de ella, cerrando los ojos para disfrutar del momento y también, para soportar la bofetada que le iba a venir después. Pero en lugar de eso, Elsa abrió los ojos como platos mientras los labios de Jack seguían encima de los suyos, lo empujó con sus manos y se levantó rápidamente. 

-Se me hace tarde-musitó sin mirar hacia atrás, y se fue en dirección a la puerta de salida. 

        En el castillo de la Corona, unas pequeñas alas revoloteaban de un lado para otro furiosa, la chica sujetaba un cristal en sus manos. Había sido por casualidad, por un estúpido reflejo, pero le había dado tiempo a presenciar la escena completa. Ahí estaba Jack, su Jack, con la chica de hermosos cabellos. La había besado apenas conocerla,¿Y qué pasaba con ella?¿Acaso no conseguiría que él nunca la viera cómo a algo más que una amiga?Una gran fuerza la removió por dentro, dejó de apretar los puños y abrió sus palmas. El cristal se había roto en sus manos. Un pequeño hilo de sangre recorría sus dedos pero aquello no le dolía, sentía un dolor en su pecho mucho más grande, envidia. Una idea clara se iba formando en su mente, esto no iba a quedar así. 

Una guardiana no se deja vencer por una reinita, Hada no iba a dejar que le quitaran a Jack por las buenas. 

La última esperanza(JELSA)CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora